La misma noche

Miami

Gonzalo

Estoy consciente que no tengo derecho a preguntar por la vida de Lulú, ya que dejamos de tener una relación por mis errores, dejé de ser el hombre que estaba a su lado, sin embargo, a pesar de las barreras que existen entre nosotros, yo aun sigo amándola y me preocupa todo lo relacionado con ella, incluso lo que más quisiera es que pueda ser feliz con un tipo que merezca su amor. Aunque nunca pensé que me sentiría el mayor idiota al verla del brazo de otro hombre, al punto de reclamarme por haberla dejado escapar de mi vida, tal vez debí ser sincero con Lulú, más en mi defensa no tenía nada que ofrecerle, no quería que fuera mi amante, ella merecía ocupar el mismo lugar que tiene en mi corazón ante el mundo, quería que fuera mi esposa o mi novia, igual en este instante necesito una respuesta de Teresa sobre lo que ven mis ojos, así vuelvo a insistir haciendo mi voz presente.

–Teresa por favor contéstame, se que no tengo derecho a preguntarte por la vida