Capítulo 365
Pero ahora, ya no estaba acostumbrado a dormir solo.

Incluso necesitaba abrazar a Sonia para poder dormirse.

A veces, a medianoche, ella apartaba su brazo y se movía al otro lado, y Andrés despertaba de inmediato, alarmado, para atraerla de nuevo y encerrarla firmemente en sus brazos antes de poder volver a descansar tranquilo.

Pero esta noche Andrés no se despertó en ningún momento.

Durmió de un tirón hasta la mañana siguiente.

Seis horas de sueño lo dejaron muy satisfecho.

Sonia seguía en sus brazos.

Su rostro dormido era dócil, con largas pestañas caídas, labios apretados y mechones de pelo pegados a sus mejillas.

Andrés levantó la mano para apartárselos.

Luego se inclinó y besó su mejilla, bajando poco a poco.

Cuando Sonia despertó, ya era demasiado tarde.

Andrés todavía le sujetaba la pantorrilla y, al notar que estaba despierta, le sonrió antes de inclinarse para besarla.

Sonia giró inmediatamente la cara.

Andrés sabía lo que le disgustaba, así que solo rio suavemente, sin forzar
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP