Capítulo 372
Sonia no supo cómo sobrevivió ese día.

Las personas que Andrés había enviado para cuidarla llegaron, pero no tenían la llave de las esposas.

Un extremo de las esposas estaba en su muñeca y el otro en el cabecero de la cama.

Así que Sonia pasó todo el día en la cama.

Se sentía como un animal enjaulado.

Sus pensamientos no importaban en absoluto, al fin y al cabo, solo era una... herramienta.

—Señora, ¿por qué no come un poco? —preguntó tímidamente una voz a su lado.

Sonia no respondió ni levantó la cabeza.

La empleada, sin saber qué hacer, intercambió una mirada con la otra y salió en silencio.

Sonia permaneció inmóvil en la cama.

No supo cuánto tiempo había pasado cuando escuchó el familiar sonido del motor abajo.

Ese sonido... Sonia lo había escuchado innumerables veces.

Hubo un tiempo en que cada vez que oía ese sonido, su corazón se llenaba de alegría, aunque tenía que ocultarlo cuidadosamente para que nadie lo notara.

Ahora, solo sentía un frío infinito en su corazón.

Pronto se esc
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