Despierto con la sensación de que me estuviese orinando, trato de levantarme, pero algo me lo impide. Abro los ojos y lo veo, entre mis piernas, con una de las sonrisas más cautivadoras que le he visto.
Oh señor Jesús.
Relame sus labios, separa un poco más mis piernas, dejándome totalmente expuesta, a su merced. Se me pone la piel de gallina al sentir la suave caricia desde mis pantorrillas a la parte interna de mis muslos.
La anticipación me puede y muevo buscando más contacto en mi centro de placer.
—Pelirroja con calma —susurra con voz ronca—. Tenemos todo el día para disfrutarnos, para comernos, para probarnos, para hacernos arder de placer.
A cada palabra que va diciendo siento como mi vagina se lubrica, maldición. Deseo sentirlo de una vez, a pesar de estar acostada el cuerpo se me pone sensible, los senos me pesan. Llevo las manos a mis pezones, sin importarme como me esté viendo el doctor bonito, quiero atención y me la voy a dar.
Me levanto como si me hubiese pasado un tren por encima. Qué locura, ¿Por qué todo tuvo que terminar así?Me quedé dormida bien entrada la noche después de tanto llorar. No sé en qué momento se torcieron las cosas.Mi corazoncito duele por sus palabras, no voy a superar tan fácil que me haya gritado inmadura de mierda. Yo también tengo mis sentimientos, y él me hirió, lo haya hecho o no a propósito.Suspiro, ¿Por qué me siento tan mal? ¿Tan sensible?Me levanto y voy al baño, necesito sacar todo eso de mi cuerpo.Minutos después conozco la razón del porqué estoy más sensible que de costumbre.Uy, la que me faltaba. Quiero gritar, no encontró otro momento en el qué llegar.Termino llorando en la ducha, con el agua escurriendo por mis cabellos. Dios, que dolor. No quiero s
El lunes bien temprano me presento en la oficina, ya por lo menos me siento mucho más animada que ayer. Ya pasé lo que tenía que pasar, en la noche me escribió, pero decidí borrarlos directamente sin verlos. No me haría más daño.Ahora quiero un tiempo para mí, para crecer como persona y como profesional. Tal vez mi decisión es muy radical, tal vez no es lo más correcto, pero es lo que quiero hacer. No quiero tener encima la presión de una relación y mucho menos una relación como la que tendríamos nosotros, estar escondiéndonos con el miedo de ser pilados, con las amenazas de Zulianny y el sin fin de cosas que tenemos en contra.Aprovecho que no hay nadie y voy al baño a echarme agua en la cara. Suspiro, Luciana concéntrate y enfócate en tu trabajo.Hoy comienza a trabajar la nueva asistente, el viernes me indicaron en Recursos Hum
Juan: Vi que disfrutaste tu viernes. Luciana, ¿No crees que ya es momento de hablar?Y vuelve el perro arrepentido. Hago lo mismo desde que nos peleamos, borro su mensaje y así no sufro la necesidad de responderle.Recordar el viernes en la noche me saca una sonrisa, tenía semanas sin sentirme así. Plena, alegre, emotiva. Me encontré con Estefanía a la hora acordada, cancelamos nuestra entrada y pasamos. Dentro estaban los dos ambientes, como en Rainbow Night, la música de afuera estaba amenizada por unas electrónicas y decidimos quedarnos en una mesa cerca de la separación de la discoteca y la playa.A los veinte minutos fueron llegando nuestros compañeros y se los fui presentando a Estefanía. Al llegar la una de la mañana éramos un total de diez personas, Edwin, Joshua, Emilia, Lara —una chica del laboratorio —, Johnny —un enfe
¡ES MI CUMPLEAÑOS! Hoy me arreglo con más con cuidado, no en vestimenta porque usaré el uniforme como todos los días, sino en mi cabello y rostro. Maquillo mis ojos en tonos cafés y mis labios de un rojo intenso como mi cabello, defino bien mis pómulos con el contorno y con mi cabello utilizo una rizadora. Todo mi cabello tiene ondas, me gusta como se ve. Decido agarrar un juego de una gargantilla con corazones, la pulsera y unos zarcillos, me coloco también un reloj de acero rosa malla Roselin Watches. Me aplico perfume Gues. Me miro en el espejo y estoy satisfecha con mi apariencia, por último me calzo unos botines negros de cuero. Verifico la hora en mi celular, es momento de salir. Mi celular suena en todo el trayecto, desde mi departamento hasta la clínica. Al llegar los seguridad me saludan y sigo con mi camino. Saludo a Mariana como todas las mañana, cuando me va dar el acceso para subir a nuestras oficinas aparece Es
Cumple su palabra, me devora en la parte de atrás de su camioneta mientras suena Hoy tengo ganas de ti de Alejandro Fernández y Cristina Aguilera. Después de habernos saciados, nos limpiamos y decidimos emprender el rumbo, esta vez sin una venda en mis ojos que me impida ver el camino. Sonrío, estoy feliz.No sé cuántos minutos han pasado desde que nos están esperando, solo sé que estoy nerviosa. Es nuestra primera reunión con él. Estefanía lo aceptará es su prima, obvio lo hará, Federica también, Arnaldo es lo que me preocupa.Aunque si mi amigo se prestó para esto estoy segura que tomará bien nuestra cena. Reconozco cuando Juan agarra la avenida Bolívar. Pienso rápidamente, por aquí hay varios restaurants, pero uno de esos es mexicano.Bingo.Lo tengo.—Por tu cara puedo adivinar que ya sabes a
El día sábado lo pasamos en mi departamento con mis padres. Mi padre nos cocinó un caldo de pollo para la resaca y después nos hizo uno de sus exquisitos pastichos, de esos que te hacen querer chuparte los dedos. Ese día me confirmó lo que venía pensando de la noche anterior, Juan se los metió en un bolsillo y están encantados con él.Tal vez por eso nos encontramos en el Restaurant Fondeadero, uno de los preferidos de mi padre. Estamos esperando que la familia de Juan haga acto de presencia. Estoy nerviosa, ¿para qué negarlo? Es la verdad.Suspiro.Bendita sea la hora en que acepté este almuerzo. Pero sabía que no podía retrasarse más, es momento que mi relación con Juan La Cruz tome otro color. Conoció a mis padres como mi pareja, es momento que sus padres me conozcan como su pareja y no como la hija de sus amigos.—No tien
Ha pasado una semana desde nuestra reunión con la familia La Cruz, los doctores cuando me ven por los pasillos me saludan como de costumbres, ellos están enterados de las políticas de la empresa y no me podrían en riesgo. El día miércoles cuando despedimos a mis padres en el aeropuerto fuimos a cenar y se tocó el tema.Les agradecí que no lo mencionasen frente a mis padres.—Luciana y Juan, creo que es momento que hablemos de su relación y las consecuencias que les traería a Luciana —comentó en tono serio el Doctor La Cruz.La mesa quedó en silencio. Juan vio a su padre y asintió.—Tiene razón padre, es momento de que hablemos de eso.—Estamos preocupados por Luciana —comentó Juana. Ya no podría llamarla doctora o señora La Cruz porque terminaría con un cachetón, como ella misma me lo sup
—¡Hey! ¡Luciana! —exclama Federica.Estoy con las chicas en el restaurante del hotel, pero mi mente está muy lejos de este sitio. Aunque ni tanto, mi mente se halla a unos metros de aquí, específicamente en la habitación que comparto con JuanSuspiro.No dejo de en nuestro despertar, se sintió diferente, igual que cuando vinimos por primera vez. La habitación estaba llena de rosas y velas. En la cama nos esperaba una botella de MOËT & CHANDON ROSÉ IMPERIAL junto a dos copas, al lado estaba un pote de chocolate y una canastita de fresas.Sentí como caminó por la habitación hasta situarse detrás de mí. No nos separaba nada, en mis nalgas podía sentir como su miembro se iba endureciendo. Aquello me hizo suspirar y restregarle el culo.Mi cuerpo comenzó a despertarse, mis vellos se erizaron, mi respiración se aceler&