El día sábado lo pasamos en mi departamento con mis padres. Mi padre nos cocinó un caldo de pollo para la resaca y después nos hizo uno de sus exquisitos pastichos, de esos que te hacen querer chuparte los dedos. Ese día me confirmó lo que venía pensando de la noche anterior, Juan se los metió en un bolsillo y están encantados con él.
Tal vez por eso nos encontramos en el Restaurant Fondeadero, uno de los preferidos de mi padre. Estamos esperando que la familia de Juan haga acto de presencia. Estoy nerviosa, ¿para qué negarlo? Es la verdad.
Suspiro.
Bendita sea la hora en que acepté este almuerzo. Pero sabía que no podía retrasarse más, es momento que mi relación con Juan La Cruz tome otro color. Conoció a mis padres como mi pareja, es momento que sus padres me conozcan como su pareja y no como la hija de sus amigos.
—No tien
Ha pasado una semana desde nuestra reunión con la familia La Cruz, los doctores cuando me ven por los pasillos me saludan como de costumbres, ellos están enterados de las políticas de la empresa y no me podrían en riesgo. El día miércoles cuando despedimos a mis padres en el aeropuerto fuimos a cenar y se tocó el tema.Les agradecí que no lo mencionasen frente a mis padres.—Luciana y Juan, creo que es momento que hablemos de su relación y las consecuencias que les traería a Luciana —comentó en tono serio el Doctor La Cruz.La mesa quedó en silencio. Juan vio a su padre y asintió.—Tiene razón padre, es momento de que hablemos de eso.—Estamos preocupados por Luciana —comentó Juana. Ya no podría llamarla doctora o señora La Cruz porque terminaría con un cachetón, como ella misma me lo sup
—¡Hey! ¡Luciana! —exclama Federica.Estoy con las chicas en el restaurante del hotel, pero mi mente está muy lejos de este sitio. Aunque ni tanto, mi mente se halla a unos metros de aquí, específicamente en la habitación que comparto con JuanSuspiro.No dejo de en nuestro despertar, se sintió diferente, igual que cuando vinimos por primera vez. La habitación estaba llena de rosas y velas. En la cama nos esperaba una botella de MOËT & CHANDON ROSÉ IMPERIAL junto a dos copas, al lado estaba un pote de chocolate y una canastita de fresas.Sentí como caminó por la habitación hasta situarse detrás de mí. No nos separaba nada, en mis nalgas podía sentir como su miembro se iba endureciendo. Aquello me hizo suspirar y restregarle el culo.Mi cuerpo comenzó a despertarse, mis vellos se erizaron, mi respiración se aceler&
La canción termina y la chica se aclara la garganta. En ese momento mi doctor bonito me pide que me ponga de pie y bale con él. Por el rabillo del ojo Arnaldo hace lo mismo con mi amiga, Estefa refunfuña y pone los ojos en blanco.—¡Muy buenas noches querido público! —exclama la joven rubia— ¿Cómo la están pasando en esta noche tan bonita?Gritan que bien. Vemos como la muchacha le hace señas al Dj y comienza hablar.—Voy a cantarles una canción que a mí en lo particular me gusta muchísimo. Es una canción muy especial para dos personas que se encuentran en nuestro púbico y me fue solicitada antes de subir al escenario —hace una pausa y muestra una sonrisa de enamorada— con todo su amor para la mujer de sus sueños, Volví a nacer de Carlos Vives.Suenan los primeros acordes, veo como Fede se lleva las ma
Los días comenzaron a pasar a una rapidez vertiginosa, para cuando me di cuenta se cumplió el plazo que estaría mi jefe por fuera. Incluso, ha pasado una semana y ni se ha pronunciado. En esa semana los directivos estuvieron rondando mi oficina.Le dejé varios mensajes al whatsapp y no me respondió. Suspiro, esto me comienza estresar porque número: uno el señor Navarro ya debe estar aquí, número dos: voy a tener a la junta directiva sobre mí y número tres: de no aparecer mi jefe voy a seguir en el cargo hasta que ellos encuentren a la persona que creen idónea para el cargo.Todo en si se está convirtiendo en una bola de nieve y me va arrastrar. Mi relación con Juan va viento en popa, hemos decidido que es momento de conocer su entorno y no siempre estar en mi departamento o bajo mis términos.Reconozco que me costó un poco tomar esa decisión, pe
Verifico que sean las cuatro de la tarde, a esta hora el departamento de radiología no está tan transcurrido como en la mañana. Dejo a Federica y Estefanía en la oficina y bajo, aún queda una hora de trabajo. Saludo a las cajeras y paso directamente a la oficina de los médicos. Antes de entrar escucho unas voces y me freno. —¿Dónde has estado estos días? &mdas
Su baño es de ensueño, muy parecido al del hotel en Coche, la diferencia es que no tiene una tina. Pero todo es hermoso. Hay un aroma a mandarina que me enloquece, huele delicioso. No se cuántos segundo o tal vez sean minutos, paso perdida en mis pensamientos. Cuando me doy cuenta estamos otra vez en su habitación. Su mirada felina me lo dice todo. De aquí en adelante lo que viene es placer, placer y más placer. Nuestras respiraciones se alteran, ¿Y como no alterarse si estamos tan cerquita? Se siente como si nos estuviésemos desvistiendo por primera vez, la sangre me hierve, la piel se me eriza y mi mente no piensa nada más allá de ¡SEXO! Mucho sexo, salvaje, ardiente, enloquecedor y abrumador. ¡Sexo! ¡Sexo! ¡Sexo!Últimamente mi apetito sexual estaba por las nubes. Y el estar hoy conociendo su departamento me generaba nervios y deseo. Mis ojos se funden en sus iris, y los suyos en los míos. Su mirada azulada queda hechizada en mis ojos negros. Ante mi tengo al hombre mas sensual
Es el cumpleaños de Giovanna La Cruz. Toda la familia y yo estamos de fiesta, la pequeña demonio cumple sus 18 años, y Juan está eufórico por su hermanita. Me imagino lo bien que se ha se sentir cuidar a otro ser tan chiquito y llamarlo hermanito, nunca tuve esa experiencia. Extrañamente me dan unas ganas de llorar, pero ahuyento ese sentimiento. No es el momento adecuado. Me recuesto en el asiento, dejo mi mente vagar en los acontecimientos del día de hoy. En cuanto llegué a la oficina bien temprano fui informada que encontraron la persona idónea para el puesto de Gerente Contable, en ese momento también me entraron unas ganas de llorar, pero se lo atribuí al tiempo que estuve llevando las riendas. Despejé mi mente, puse cara mi mejor cara y me dirigí a la oficina de junta directiva. —Buenos días —entro saludando, junto a los socios y la gerente general hay otra mujer. Me imagino que es la persona que contrataron para ser la nueva contadora. Los siguientes minutos me los pasé so
Lunes. Una nueva semana. Desde el cumpleaños de Juan me he estado sintiendo mal, me dan pequeños mareos, un inagotable apetito. He aumentado un poco de peso, tampoco es que estoy gorda una tremenda barriga, pero el pantalón del uniforme no me queda, ya no quiere cerrar y me lastima de lo apretado que me queda. Mi doctor bonito me ha arrullado entre sus brazos con bonitas palabras y yo he terminado llorando, pero ¿Qué coño es lo que me pasa? Me despierto en las madrugadas buscando helado en el refrigerador. Una idea cruza por mi cabeza y la desecho, no puedo estar embarazada, además me faltan dos semanas para que me llegue el periodo. No veo como puedo estarlo, me he tomado la píldora al pie de la letra, no he tenido ningún retraso al momento de tomarla, ni siquiera en minutos. Un fuerte dolor se cabeza me ataca, m****a… Lo que me faltaba para completar mi lunes. Por el rabillo del ojo veo que mi teléfono se enciende. Un W******p de Juan. Juan: Pelirroja, ¿Estás bien? En la mañ