En la cabaña de Rumanía planeaban la manera de poder contaminar los insumos que entran a la corte. —Yo conozco los lugares desde donde se exporta a la corte, el problema es que son varios lugares, necesitamos gente —objetó Gerald. —Envenenar insumos como licores, comida y textiles con cicuta, por más que un hechicero le quite el olor no es fácil —reflexionó Kevin, tendríamos que desviar la mercancía y sospecharían. —Yo podría organizar un detenimiento en aduana —dijo Emma. —No, la mercancía de la corte no sigue parámetros humanos —respondió Gerald—, recuerden que es una ciudad escondida, de hecho el transporte es de extrema confianza de mi padre, de envenenar la mercancía debemos hacerlo antes de que llegue a transporte. —¿Tampoco podemos infiltrarnos con la gente de transporte? —preguntó Briana. —No, cualquier cambio por mínimo que sea, mi padre lo sabrá, él es muy astuto. —Vampiros —acotó Arthur—, ellos pueden hipnotizar a los humanos que manipulan la mercancí
En la cabaña de Zack, escucharon una alarma ensordecedora, Gerald fue a la habitación a buscar a Rhian, el resto se transformaron en lobos y salieron a ver que pasaba, el domo de protección ahora era visible, estaba agrietado. Dragos Vlad entró y Baly y Anko lo atacaron, el vampiro se movió en una danza muy rápida evitando los golpes de los lobos. —Vengo en paz señores, puedo darles apoyo a sus problemas —emitió muy agitado el vampiro, pues notaba que no sería fácil para él enfrentarse al Alfa y su Delta. Kevin se materializó, Anko se mantenía a su lado con el lomo erizado y los dientes visibles. Detrás Briana tomó el mando de su cuerpo y Leah, la loba de Emma se mantuvo a su flanco. —¿Quién eres? —preguntó Kevin. —Mi nombre es Dragos Vlad, rey de los vampiros, el hechicero Zack y el que supongo es tu Beta me visitaron —exclamó Dragos con las palmas de sus manos en alto—. Vengo en paz, solo quiero ver a Gerald Volkova, al verlos aquí, imagino que él está presente.
Kevin se alejó con Briana de Dragos, quería conversar con ella respecto a lo que planteaba el vampiro. —No lo puedes considerar, es una locura, Rhiannon no querrá saber nada al respecto —acotó Briana al darse cuenta de la actitud de duda en Kevin. —Pero Gerald está seguro en probar lo que sea, y si Rhiannon deja de quitarle sangre se recuperará, podrá pelear, luego vemos qué hacemos con el vampiro, pero si tiene razón es la solución que esperábamos Briana. —No es una decisión que podamos tomar nosotros por ellos Kevin, imagina ver como toco un vampiro. Baly bramó en el pecho de Kevin y él cerró los ojos. —No es lo mismo Briana, yo no fui tan idiota e irresponsable como para marcarte. —No pudieron resistirse y nadie debería juzgarlos por ello —objetó Briana—, el hecho que tú puedas refrenarte porque estás acostumbrado a hacerlo estando enamorado no lo convierte en la regla. —¿Qué quieres decir? Briana le dio la espalda. —No es nada… Kevin puso los ojos
Gerald la hizo ponerse de pie y la besó, poco a poco la desnudó y entre beso y beso iba diciendo: —Lo que yo siento por ti, las ansias que siento, son abominables, un lobo nunca debería sentir nada parecido a lo que sentimos. —Que importa lo que sentimos, que importa lo que hagamos, marchémonos juntos de este mundo de ser necesario, solo quiero que te dejes llevar, sentir que te entregas sin miedo, no quiero sentir tu rechazo y repudio. Los besos se hicieron exigentes y Gereald que ya sentía su resistencia debilitada se entregó y se sorprendió cuando sintió más energía. Y a su vez le daba energía a ella… —Si me dejas beber de ti mientras me haces el amor, no nos debilitamos tanto —inquirió Rhiannon dudosa. —Es justo lo que pienso… Gerald chupó sus pechos redondos como una fruta jugosa, llevó su mano a su feminidad y con destreza acarició los pliegues de su sexo, sentía como el aroma de ella le despertaba una fuerza que tenía mucho que no sentía, metió sus dedos y
Ninguno de los presentes entendía muy bien lo que ocurría, Gerald mucho menos. —¿Qué es lo que has dicho esperpento? —le reclamó Gerald de forma despectiva—, te arrancaré la lengua por blasfemar en contra de mi madre. Gerald se le lanzó encima a Agata y ella sin permitir que se acercara lo hizo poner de rodillas, Rhiannon reaccionó y al querer atacar cayó al lado de su pareja. —Te domino con necromancia, Gerald, eres híbrido y a tu parte de vampiro la puedo sujetar, tu mate ahora comparte tu magia y también es susceptible. —¡Mientes! —gritó Gerald, sin embargo, negaba con la cabeza resistiéndose a creer algo que nota evidente—. Pero es imposible, mi madre era la pareja destinada de August. —Sí, pero también lo era de Costel Vlad. —Pero ella escogió a August —acotó Dragos—, la profecía la diosa la cumpliría en mí, yo soy el hijo de Costel —expresó decepcionado. Agata miró alternadamente a Dragos y a Gerald. —Nunca pensé que sería yo quien se viera en la oblig
Briana no podía evitar medir su reacción, aunque su corazón se rompiera en pedazos prefería saber lo que él pensaba, así que ante el mutismo de Kevin continuó. —Sé que te gusto, que me amas, pero has estado negado a tener una pareja destinada casi toda tu existencia, solo quiero saber si la posibilidad de que tengamos otra pareja te hace más llevadera esta carga. Kevin apretó a Briana contra él. —Tú no eres una carga para mí, eres mi felicidad, pero hay algo más. —¿Qué? —preguntó Briana interesada, tantas cosas había descubierto que no alcanzaba a entender todo. —Gerald y Rhiannon están bien, no era defecto de la abominación, no se habían mercado por completo. —¡Claro! —Briana sonrió—, Kevin es cierto, el ritual de la marca para un híbrido implica beber sangre. Esto es genial, entonces nosotros podemos marcarnos. Kevin quitó su cabello de la cara y le dio un beso en la frente, luego en la nariz y en la boca. —Cuando supiste que Ava había rechazado a su pareja
El grupo de hechiceros continuaron viendo al frente, pero no podían ver a Valta, el lobo de Bradley. —Es muy tenue lo que se percibe —declaró un hechicero más joven—, no estamos tan lejos del Castillo de Dragos Vlad, cualquier embrujo de sus ineptos hechiceros puede haber dejado rastro. El resto de los hechiceros dieron la vuelta, no lo hizo la más anciana. —Igual quisiera estar atenta a este bosque —expresó no muy convencida de querer alejarse, sin embargo lo hizo. En cuanto Bradley ya no pudo verlos se impulsó tan rápido hacía la casa que casi lo hizo volando, siendo sigiloso y apenas tocando el suelo. —¡Hechiceros de la corte! —dijo con apremio en el mismo momento que se transformó en hombre—, sospechan de la magia que esconde el lugar y lo mantendrán vigilado —Bradley tomó aire—. Pienso que no probaron porque eran pocos, solo los más allegados al rey August. —Viste a mi madre entonces —declaró Agata—. Esto que le ocurre a mi piel deja una firma, por más que el
—La diosa Selene era muy joven cuando fue seducida por el humano ambicioso —contó Agata deseosa de decir cada relato, le gustaba estar en compañía después de años sola en su pequeña cabaña, Emma y Briana la escuchaban emocionadas—. Él humano le mintió, le dijo que podía estar con ella cuando dormía, que era un sueño, pero ya sabemos que estaba muerto, pero con poder de continuar manipulando su espíritu en el plano de los dioses. Cuando se dio cuenta que estaba embarazada, dioses superiores se molestaron por el ultraje, pero Selene quería a su hijo, aunque su padre fuera malvado. —Existían tribus de humanos que conocían y alababan a los dioses —-dijo ahora Kiara—, y había una tribu muy fiel a la diosa de la luna, Selene buscó su ayuda, les pidió cuidar al niño en cuanto nació y la tribu aceptó, algún tiempo después una chica de la tribu pidió ayuda a Selene, estaba embarazada y una hechicera que viajaba con ellos le dijo que el bebé estaba mal, que no podría nacer; esta conjuró a la