Verónica había quedado visiblemente inquieta ante lo dicho por Marcos la noche anterior. ¡¿Quién era el novio de Aitana?! ¿Con quién la había visto Marcos? Su poder de deducción era bastante grande, no tenía mucho margen para la imaginación. _ Debe ser Nick... _ dijo apretando la mandíbula _ ¡M@ldita niña! ¿Tú crees que es tan fácil sacarme lo que quiero? Oh queridita, eso solo se lo he permitido a tu madre, por ahora... ¿Pero tú? ¡Ja! ¡No sabes con quien te has metido! Ese hombre o termina en mi cama o en la de nadie _ dijo esbozando una cínica sonrisa, la furia y la determinación brillaban en sus ojos. En su mente, llena de pensamientos caóticos y oscuros solo uno se destacaba en ese momento: impedir esa relación a toda costa. Se levantó rápidamente de su cama, se bañó y mientras se vestía, llamó a Julieta. _ Hola hermanita, ¿Estás con Lautaro en la clínica? _ le dijo simulando un tono aniñado con el cual sabía podía sacarle lo que quería a Julieta. La otra al escucharla
Verónica se había encargado de esparcir su ponzoña de manera solapada; lamentablemente, Julieta era como un lienzo en blanco para que su hermana plasmara a gusto y placer lo que quisiera. La preocupación y el miedo por el bienestar de su hija la hacían vulnerable a las manipulaciones de la otra. —Tú quédate tranquila, Juli querida, no te preocupes por mí —dijo Verónica abrazándola, con lágrimas en los ojos—. Veré cómo supero todo esto. Realmente me he enamorado de Nick, pero bueno, debo aceptar lo que ha sucedido y ayudarte a salvar a mi sobrina de otro gran sufrimiento —lloraba consternada—. Soy grande, podré superarlo... en cambio ella, quién sabe si podrá reponerse de otra desilusión amorosa. Julieta solo se limitaba a asentir todo lo que su hermana le decía. Estaba sumamente preocupada por su hija, hasta sentía miedo. Aitana había cambiado mucho con el primer desengaño, volviéndose más reservada y desconfiada. Julieta recordaba las noches en vela, en las que lloraba desconsola
Aitana y Nick estaban decididos a vivir su romance a pleno. Una vez que la joven decidió darle y darse una oportunidad todo entre ellos había cambiado radicalmente.Fue ahí que Nick fue sabiendo, como era la verdadera Aitana, siempre sonriente, atenta y muy dulce. El cada vez se sentía más atraído y enamorado por ella._ Mi amor, creo que tendré que ir a hablar con tu padre _ le dijo él mientras almorzaban juntos _ No quiero seguir ocultando esta relación... quiero que todos lo sepan, pero principalmente tus padres.Aitana asintió._ Estoy de acuerdo... _ trataba de no demostrar sus nervios y preocupación al hacer la afirmación _ No veo el porque de ocultarlo, creo que no estamos haciendo nada malo.El la miró fijamente, pudo percibir la creciente inquietud en ella, le tomó la mano se la acarició y luego se la apretó suavemente, tratando de transmitirle tranquilidad.—Sabes que, pase lo que pase, estoy aquí contigo, ¿verdad? —dijo él, mirándola a los ojos _ Y sé que tú estás con
Aún seguían encerrados en la oficina, después de haber hecho el amor cuando una de las secretarias golpeó suavemente la puerta. _ Si, ¿Qué sucede? _ dijo amablemente Nick, mientras se acomodaban la ropa y se arreglaban para volver a trabajar. _ Disculpe señor Turner, la señora Julieta está aquí y quiere hablar con la señorita Aitana _ le dijo la secretaria. Ambos se miraron fijamente por unos segundos, el pánico se apoderó del rostro de Aitana. _ Tranquila mi amor, seguramente viene para hablar de otro tema y sino _ le dijo abrazándola _ me llamas e iré inmediatamente, recuerda que estamos juntos en todo esto. La joven asintió y salió para encontrarse con la mirada inquisitiva y, ¿enfadada? De su madre. Fue hasta ella y la saludó como siempre. _ Mamá ¿Qué haces aquí? Jamás vienes por la empresa _su padre siempre se quejaba de eso _ ¿Sucedió algo con papá? La mujer lo negó con la cabeza, al ver la expresión de su hija y en el estado en el que había salido de la oficina ya
Aitana regresó a la oficina de Nick, su rostro estaba con un ligero tono rosado y sus ojos mostraban signos de que había estado llorando. Él la abrazó inmediatamente, sintiendo la tensión en su cuerpo. _ Mi amor, ¿Por qué no me llamaste como te lo pedí? preguntó con suavidad _ Supongo que has discutido con tu mamá... ¿Fue por nosotros? Ella lo miró con tristeza y lo abrazó muy fuerte. —Fue... difícil, mi madre se opone a nuestra relación, intenté convencerla _ suspiró profundamente_ pero no me quiso escuchar. Nick le acarició el cabello, besándola suavemente en la frente. —Estamos juntos en esto, Aitana. Pase lo que pase —susurró _ lo superaremos. Esta misma noche iremos a hablar con tu padre. Lo único que me deja tranquilo es que no me romperá la cara porque aún está convaleciente _ bromeó el hombre. Ella se echó a reír olvidando por un momento, el trago amargo que acababa de atravesar. _ Eres un estúpido _ le dijo palmeándole el pecho y dándole un suave empujón. _ Lo
Bea y Julián esperaban a su amiga Aitana y Nick para cenar en un restaurante de moda, más tarde se les uniría Lucas. Ese día sería la presentación “oficial” aunque para el joven bailarín solo era un simple formalismo ya que según él esos dos estaban juntos desde que se habían conocido y así se lo transmitió a su chica. _ Tienes una manera de ver todo, que me da envidia _ le dijo Bea sonriendo _ No sé de donde sacas eso. Recién ahora son novios y creo que eso es lo que vale, lo que suceda de ahora en más. El la miró de manera extraña. _ Mirá, Aitana anda dando vueltas con esta historia desde que la conozco, se enamoró del flaco apenas lo vio, así que en lo que a mi respecta ... era algo ya definido _ se echó a reír Bea lo miró y enmarcó una ceja. _ ¡Bueno... pero él no sé, porque salió con Verónica y no sé cuantas más! _ dijo con cautela_ Espero que tome en serio la relación y no la lastime. _ ¡Nena, es un tipo que tiene más de treinta y cinco años! ¿Qué querés? ¿Qué sea vi
El ama de llaves de Dennis parpadeó perpleja al observar al guapo hombre que tenía enfrente, no sabía si creer o no lo que este le decía. _ Señora ... ¿me escucha? _ le dijo un sonriente Nick. Ella frunció el ceño. _ Usted me va a disculpar, pero yo no estaba enterada de que el señor Dennis tenía un hermano _ le dijo seria y con firmeza _ pero pase... espéreme un momento aquí, no sé si se habrá despertado, aún es temprano. La señora María salió refunfuñando mientras iba en busca del joven escritor. Ya a esa altura, se había ganado tanto la confianza de Dennis que entró a la habitación sin golpear. _ Señorito _dijo moviéndolo suavemente para despertarlo _ ¡Señorito! _ esta vez lo movió de manera violenta ya que él no se despertaba. _ ¡María! ¿Pero qué te sucede? _ dijo Dennis incorporándose rápidamente _ ¿Cuál es la urgencia? _ la miraba asustado. _ Abajo hay un guapísimo hombre, que dice que es su hermano _ le dijo mirándolo inquisitiva _ ¿Por qué no me ha dicho que tien
Lautaro había recibido el alta médica con los mejores pronósticos. Si todo salía como los médicos tenían proyectado en un mes, podría paulatinamente ir retomando sus tareas habituales. Julieta rogaba que así fuera, tenía la esperanza que cuando su esposo pudiera nuevamente tomar el control de los negocios, Nick se largara de aquel lugar y dejara a su hija en paz y que todo volviera a su cauce. Pobre Julieta, tan ilusa como siempre. En cambio, su esposo por primera vez en su vida parecía muy dispuesto a tomarse unas largas vacaciones y disfrutar de su casa y familia. No tenía porque preocuparse por su empresa, Nick la estaba cuidando muy bien. Después de todo, las cosas quedaban en la familia ¿No? Estaba tan feliz de ver a su pequeña Aitana siendo la misma de siempre, la que él tan bien conocía y no aquella huraña y de mal carácter que tuvo que experimentar durante mucho tiempo. Sin duda, Nick le hacía muy bien. Esa noche cuando la pareja llegó a la residencia de los De Santis,