El medico como todos los días, les daba el informe del estado de Lautaro, su seriedad y solemnidad a la hora de darles el parte no les trasmitía mucha paz. Julieta aferrada a sus hijos lo escuchaba con una angustia tal que ni siquiera podía hablar. _ Entonces doctor, ¿todo sigue igual? _ dijo ella con un hilo de voz _ ninguna reacción, ¿Nada? El medico negó con la cabeza. _ Por ahora no. Pero que siga estable, es una buena noticia dentro del panorama que teníamos, usted es doctora y lo sabe muy bien _ le dijo mirándola seriamente _ en cuanto a su pedido, no es conveniente aún trasladarlo a vuestra clínica, esperemos unos días más. ¿Le parece? Ella asintió, Aitana apretó muy fuerte el brazo de su madre. _ Al menos, ¿Podemos pasar a verlo? _ preguntó la joven con congoja. El medico asintió. _ Pueden pasar, pero de a uno y no mucho tiempo _ le dijo el doctor _ Creo que será bueno para él. Julieta fue la primera que ingresó, no iba a prisa entró casi volando a ver a su amado espos
Dennis Porter había estado todos esos días junto a Aitana, tratando de darle contención y ánimos ya que ella no encontraba consuelo ante la situación de su padre. _ Deberías irte a tu casa Dennis, en serio no es necesario que estés aquí _ sonrió palmeándole la mano _ No quiero que postergues tus planes ni tus proyectos por mí. Él le clavó una mirada profunda, como queriendo trasmitirle a través de sus ojos celestes todo lo que estaba sintiendo por ella en ese momento. _ Aitana... sabes muy bien lo que siento por ti _ le dijo dulcemente _ ¿Cómo crees que te dejaría sola en este momento? Ella entrecerró sus ojos negando con su cabeza. _ Pero Dennis, sabes muy bien que no puedo corresponder a ese sentimiento _ le dijo de manera tranquila _ Eres un gran hombre, pero sinceramente, no creo que entre nosotros funcione una relación como la que quieres y necesitas. El le puso el dedo en sus labios para que no dijera más nada. _ Solo dame una oportunidad, Aitana... ¡tenemos tanto en comú
_ Entonces ... _ musitó Aitana _ vivirás aquí.El posó su hermosa mirada sobre ella y sonrió._ Así es mi querida Aitana... así es _ dijo con un aire de triunfo _ ¿No te alegra? Le he prometido a tu hermano cuidar de todo lo de tu padre y eso los incluye a ustedes, mientras se necesite estaré aquí. La joven sintió que un calor invadía su alma, su corazón se aceleró de solo pensar que lo tendría cerca todo el tiempo._ No tengo palabras para agradecerte Nick _ le dijo Julieta emocionada _ diría que me asombra tu actitud, pero no. Lautaro confía ciegamente en ti, siempre dice que eres un gran amigo y no se equivoca. _ Agradezco tus palabras. Haría cualquier cosa por mi amigo y su familia _ le dijo Nick tomándole la mano a la mujer _ No deben preocuparse por nada, yo me ocuparé de todo junto a Lucas. ¿Está bien? Ella sonrió y asintió con la cabeza._ Gracias _ susurró.Dennis se paró del asiento, le costaba mucho disimular su malestar._ Nick, ¿Podría hablar contigo unos minu
Aitana revolvía su café mirando constantemente la taza, no quería elevar su mirada y encontrarse con la de Nick. Él sonrió levemente. _ Aitana, ¿Seguirás sin mirarme por mucho tiempo más? _ le dijo tomándole la mano _ Mírame pequeña, mírame por favor... Ella soltó la cuchara la cual golpeó la taza y lo miró fijamente. _ Ya... ¿Estás contento ahora? _ le dijo molesta. Nick quedó perplejo, de la chica afectuosa de hacía unos minutos atrás no quedaba ni siquiera, el rastro. El inspiró aire y lo soltó lentamente. “Ahí vamos de nuevo, Dios dame paciencia” pensó Nick decepcionado ante la actitud huraña de la joven. _ ¿Puedes decirme que sucede ahora? _ le dijo el hombre sonriendo _ Acabo de llegar, no creo que haya tenido tiempo de hacer algo que te moleste. Ella arqueó una ceja. _ No me has hecho nada Nick, ¿De dónde sacas eso? _ replicó la joven. Él le apretó la mano y la miró cariñosamente. _ No quieres mirarme y me hablas mal... _ le dijo el entristecido _ hace un momento me
_ Nick, estoy demasiado confundida _ dijo entre suspiros enojada _ Estaba acostumbrándome a la idea de que ya no volvería a verte, pero ahora, vienes aquí como si nada, y me dices que quieres conquistarme y estar conmigo sin importarte lo que digan los demás ... ¡¿A qué estas jugando Nick?! El la miró con cierta incredulidad. _ No estoy jugando Aitana, todo lo que te he dicho es verdad _ le dijo el hombre seriamente_ me he apresurado, lo sé, pero siento que ya he perdido demasiado tiempo en decirte lo que siento. Me he esforzado al máximo para no demostrar mis verdaderos sentimientos, he perdido mi buen juicio, he hecho hasta lo imposible por tragarme mis celos, mis prejuicios por nuestra diferencia de edad, y por mi amistad con Lautaro... realmente ha sido una tortura. _ ¡Pero Nick! _ protestó ella. El la miró con cierta molestia, apretó los labios se maldijo a si mismo por haberse apresurado al descubrir sus sentimientos ante ella quien parecía no sentir lo mismo por él o al men
Cuando Nick regresó al lugar donde estaba Lautaro, Aitana ya no estaba. Inmediatamente, Lucas se le acercó. _ Cuñado dime que lograste calmar a la fiera de mi hermana _ musitó el joven sonriendo. Nick lo miró soslayadamente. _ Diría que esto es un caso perdido _ le dijo el hombre por lo bajo _ Tu hermana cree que estoy jugando con ella y para arruinar aún más la situación, tu tía nos cayó como un regalito. Lucas entrecerró los ojos y resopló. _ Si, lo sé. La entrometida de mi madre la envió _ dijo con enojo _ Ella está empecinada en emparejarte con mi tía, cuando esta mujer se lo propone puede ser un total fastidio _ prosiguió el joven señalando con la mirada a su madre. Nick lo miró con cansancio y tristeza. _ Lucas, a mi Verónica no me interesa en absoluto _ dijo con vehemencia _ Quiero que sepas, que la única mujer que me importa es tu hermana. Sé que ella puede estar con hombres mil veces mejores que yo, y que en esto tengo todas las de perder. Pero la amo profundamente. E
Esa noche, cuando Nick llegó a cenar todo sucedió de manera tranquila, la familia trataba de mantener la calma en medio de ese caos en el que estaban viviendo. Julieta se negaba a abandonar a su marido en aquel lugar, pero Lucas luego de un arduo trabajo, logró convencerla para que regresara a la residencia y descansara. No había mucho que hacer, si bien Lautaro había mostrado signos de mejoría, seguía asistido mecánicamente y el personal médico se ocupaba estaba constantemente de él. Aitana y Nick se habían sentado uno al lado del otro por lo tanto el roce entre ambos era casi inevitable. El hombre de vez en cuando hacia un movimiento con su pierna para tocar la de ella. La joven sentía que con cada toque su corazón se le salía del pecho y su respiración se aceleraba teniendo que poner toda su voluntad para controlarla. ¿Cómo era que él provocaba tal fuego en su cuerpo? _ ¿Te sientes bien hija? _ Julieta la miró preocupada. _ ¡Oh, si! _ le dijo ella sonriendo _ Solo me siento
Dennis Porter luchaba por abrir sus ojos celestes, mientras la señora María, su ama de llaves lo llamaba. _ ¡Señorito Dennis, despierte... despierte por favor! _ le decía la pobre mujer moviéndolo de la cama _ ¡Tiene que levantarse ya! El abrió un ojo y gruñó. _ María ¿Qué te he dicho de interrumpir mi sueño? ¿Acaso no sabes que trabajo durante la noche? _ Le dijo golpeteando las sábanas de seda _ Espero que sea algo muy importante. La señora frunció el ceño. Hacía aun par de meses que trabajaba para el escritor, pero había aprendido muy bien las manías y excentricidades que tenía el hombre. Su edad y experiencia le daba cierta licencia para tomarse atribuciones que en otras circunstancias no se podría hacer. Trataba a Dennis con mucha familiaridad, como si fuese un hijo o nieto. _ ¡Que se levante le digo! _ frunció el ceño la señora _ ¡Ya le empezaron a aparecer mujeres! Yo no pienso atender a ninguna mujer ¿Eh? ¡Mi trabajo no es ese, así que se levanta y la atiende! El