—En tu familia, la razón por la que me enamoré de Leoncia es porque en ella hay un destello de humanidad que todo su linaje carece.

—¿Sabes? Leoncia me planteó un acertijo una vez. Fue un verdadero desafío que nunca esperé escuchar de sus labios —recordó, su voz adquiriendo un tono más amargo: —Me dijo que, si realmente estaba dispuesto a casarme con ella, si de verdad deseaba ser su compañero de vida, el único precio que debía pagar… —hizo una pausa, dejando que las palabras se asentaran un poco en el aire antes de revelarlo... —era tu cabeza y la de Pánfilo.

—Pero debido a mi indecisión, perdí esa única oportunidad.

—Ahora, no volveré a dejarla pasar...

—Le demostraré que yo, Gasparino, seré la persona más poderosa del mundo y el compañero que merece tener.

Dicho esto, Gasparino miró hacia un punto negro en el acantilado en la cima de la carretera de montaña, donde había una mujer de hermosos cabellos dorados.

Al ver la extraña expresión de Gasparino, Facundo siguió embelesado su mir