Capítulo 1297
Después de un momento, la turbulencia de energía espiritual se desvaneció paulatinamente, revelando al instante las siluetas de dos personas.

Simón, sosteniendo una lanza, estaba de pie con arrogancia, mientras que el Destructor de Froilán había desaparecido en ese momento.

Una rara expresión de enojo apareció al instante en el rostro de Froilán, quien miraba a Simón con gran odio.

En ese momento, el dolor de la desesperación y los efectos del abismo continuaban sin cesar. Froilán seguía siendo acosado por la fuerte desesperación, y la energía espiritual de ambos se estaba agotando.

La multitud abajo ya no podía soportar por más tiempo la invasión de esas grandes emociones y estaba a punto de volverse loca por completo de desesperación.

Con el agotamiento de la energía espiritual, esta batalla estaba destinada a no durar mucho.

Simón parecía indiferente, mirando a Froilán como si no le importara en lo absoluto la pérdida de energía espiritual. Su capacidad realmente asustaba por comple
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