Estaba acostumbrado a pasar varias horas parado estando de servicio y no le molestaba, era mejor porque mantenía el cuerpo en alerta, se obligaba a permanecer en sus sentidos y tener la mente despejada.
Dimitri era un hombre profesional y para poder desempeñar su trabajo debía ser discreto, jamás prestaba atención a las conversaciones que no tenían que ver con su objetivo, además estaba acostumbrado a los maridos o padres protectores que solicitaban sus servicios.
Pero ser discreto no significaba ser estúpido, tenía sus ojos y oídos atentos a cada movimiento y sonido del lugar, cada gesto lo analizaba de forma minuciosa buscando algún posible atacante.
Estaba en conocimiento de los nuevos cambios en la empresa a partir de ese día y buscaba alguna señal de descontento que pudiera indicar un posible sospechoso para la misteriosa caja que había recibido la señorita Miller.
Aquello no era algo nuevo para él, los ricos siempre eran objetivos de personas que es
¡Ya sabemos quiénes son las culpabes! ¿Qué creen que le hará Sophia a su jefe al descubrir la verdad?
Sophia no sabía cómo sentirse con respecto a Dimitri, estaba agradecida por la preocupación que mostraba Erick pero lo estaba agobiando de cierta forma. Siempre había tenido libertad de acción y elección, nadie le había prohibido nada ni impuesto algo, su tía confiaba en ella siendo joven y aunque tuviera límites como cualquier adolescente, tenía poder de decisión respecto a cualquier aspecto de su vida.Ahora estaba embarazada, una etapa que debía ser de disfrute pero ella se encontraba siendo acosada por la prensa y en lugar de disfrutar del padre de su frijol, estaban separados porque él era muy tonto para admitir que la quería y pretendía un matrimonio solo por el bien estar de su hijo.Aquello la tenía agotada mentalmente, todavía no se lo había dicho a Lily y ahora también debía lidiar con una especie de chófer/guardaespaldas. Dimitri no era una persona accesible ni amable, la intimidaba con su actitud fría y distante aunque durante el almuerzo había abierto una
Ethan no tocó el tema, entendía que necesitaba pensar en ellos así que lo dejo estar, se sentaron en una cafetería y disfrutaron de un rico té porque no quería arriesgarse a darle cafeína durante su embarazo.Vicente lo había puesto al corriente, había escuchado algo pero le faltaban algunas piezas que el asistente había completado. Lo primero que debían hacer era algo para dejar de ser el centro de atención de la prensa, él podía hacer algo drástico que ayudaría sin duda pero pondría en peligro a su hijo y no iba a permitirlo. ¡Eso era! Contarle acerca de su hijo ayudaría a distraer a su amiga– Dulzura, creo que soy yo quien debe ponerte al corriente de la situación– ¿Qué sucede?– ¿Recuerdas a Isabella?– Si, la pelirroja que se acostó contigo– Pues tengo un hijoLa cuchara con la que estaba revolviendo el té hizo un estruendo al chocar con el plató de porcelana donde cayó después de ser soltado por la mujer, estaba sorprendida.<
Erick se quedó pensando en las palabras del amigo de su mujer, jamás se hubiera imaginado que Sophia estuviera dolida porque no le había dicho que la amaba con palabras. Pensó que se lo había demostrado con sus acciones pero al parecer ella necesitaba que reafirmara su accionar con palabras. Al parecer su mujer todavía sufre los efectos de la ruptura anterior, la desconfianza, el autoestima y el miedo a expresar sus sentimientos se ven afectados después de una infidelidad. Y tenía que admitirlo, él no había ayudado a superar aquello, primero habían empezado fingiendo con la intención de conquistar a otra y luego de que habían iniciado su relación, su ex había sembrado mucha discordia entre ellos. Ahora tenían el acoso de la prensa, las malas intenciones de su hermana y la codicia de Vanessa. Tenían que resolver qué hacer con las mujeres y luego le propondría salir de vacaciones, al menos un fin de semana para poder aliviar tensiones y poder avanzar en su reconciliaci
Después de unos minutos Erick se dio cuenta que estaban en la habitación de invitados a la que se había mudado su mujer después de aquella terrible propuesta de matrimonio. Se prometió que por la noche la haría suya en la cama de ambos, cama de la cuál no debió salir nunca.Pasado el momento de pasión la realidad comenzaba a caer sobre ellos, Sophia fue la primera en reaccionar y le pidió espacio para poder volver a bañarse y luego se reunirían en la sala para poder retomar la charla que sus hormonas habían interrumpido.El hombre no queriendo avergonzarla más y para evitar cualquier arrepentimiento de su parte, hizo caso y se fue a duchar a su habitación. Los nervios volvieron, tenía que reunir fuerzas nuevamente para aclarar todo aquello que provocó tantos días de lejanía.Ya sentados en el sofá, ninguno se animaba a comenzar pero Erick respiro profundo y dio el primer paso– Lamento mucho si te hice sentir mal con mi propuesta, cuando compré el anillo
El Palladium es un distinguido y exclusivo restaurante al que no se puede asistir sin reserva. Eran muchas las celebridades que presumían su riqueza dejándose ver en el lugar o subiendo una foto a sus redes sociales, Palladium era sinónimo de gloria, estatus social alto y mucho glamour.Lo primero que pensó Sophia al saber donde cenarían es que no tenía ningún vestido a la altura, pero luego se relajo porque sabía que no podrían entrar sin reserva así que se vistió más tranquila tratando de lucir elegante pero sin perder su estilo casual.Erick de verdad quería impresionarla estaba enternecida por su actitud pero para no hacerlo sentir mal se reservó su opinión respecto al restaurante. Cualquier otro le valdría, incluso pedir una pizza por delivery, no era necesario tanto lujo.Partieron en una SUV último modelo con Dimitri de chófer, no querían ninguna sorpresa y era mejor estar preparados.Efectivamente llegaron a Palladium, Dimitri les abrió la p
Un nuevo día comenzaba, el cambio entre la pareja era notorio, parecía que el fin de semana anterior estaba a años luz de distancia. Erick había decidido que se tomarían el día libre, era el segundo en la misma semana y eso tenía sorprendidos a sus empleados. A excepción de Gabriela y Vicente, nadie en la empresa sabía del embarazo de la pelirroja más que nada por un tema de seguridad, no querían arriesgarse a que pudiera sucederle algo. La mañana pasó sin notarlo y luego de almorzar y una pequeña siesta de Sophia se encontraban repasando algunas ideas para la habitación del bebe y de repente la cara de la pelirroja cambió.– Todavía no hemos hablado sobre Vanessa y Olivia– Realmente no sé si está embarazada o no, pero estuve pensando en algo para desviar la atención hacía otro lado – demoró unos segundos en responder porque el cambio de tema fue abrupto– ¿Puedo saber?– Claro que sí cariño, ya aprendí la lección – se levantó – Voy por
Sábado por la mañana, Erick fue a la empresa para hablar con Ian Brown, quién era el supuesto novio de Vanessa cuando él volvió al país. No había mentido a Sophia con respecto al motivo de su ida a la empresa, no quería más problemas entre ellos además que no tenía nada que ocultar, todo lo hacía por el bien de su pequeña familia.Vicente lo estaba esperando así que rápidamente se puso a leer detalladamente el borrador del contrato, la parte donde decía lo que iban a pagarle estaba en blanco, quería ver cuánto quería el riquillo– Vicente necesito una enfermera que sepa cocinar y pueda hacerse cargo de la casa– Hay varias empresas de contratación que cuentan con amas de llaves experimentadas señor– Necesito que sepa cómo cuidar a una embarazada, Sophia no me va a dejar contratar a un médico por eso quiero que esa persona sepa lo necesario por cualquier inconveniente– Entiendo – sonrió disimuladamente, esa mujer lo tenía comiendo de la palm
La tía Lilly aceptó ir a visitarla y pasar unos días en su casa, todavía no le daba la noticia y le tranquilizaba que no le hubiera hecho ninguna pregunta respecto a todo lo publicado por la prensa, eso quitaría decir que no había leído nada. Aprovechó para llamar a Alicia e invitarla también, no se lo había preguntado a Erick pero estaba segura que no tendría problemas, la casa tenía habitaciones suficientes.Casi una hora después estaba yendo a la oficina que tenía su jefe en la casa para preguntarle por el almuerzo pero su celular sonó y contestó sin mirar quién era que llamaba.– Hola– ¡No me cortes! – Vanessa sonaba desesperada– ¿Vanessa? – despegó el celular de la oreja para ver si no estaba escuchando mal– Si pero no me cortes, déjame hablar y te prometo que es la última vez que voy a molestarteLa pelirroja quedó desconcertada por unos segundos, no sabía que hacer. Por un lado esa mujer era la responsable de sus problemas y