Después de ese día, todo en la empresa sabían sobre el lugar que ocupaba la pelirroja, las miradas de curiosidad fueron remplazadas por miradas de respeto y algunas de curiosidad.

Sophia aunque mantenía su característica humildad, empezo a disfrutar del respeto de sus compañeros. Antes del episodio con ese cliente, cuando realizaba algún pedido, ya sea un documento o trasladaba alguna solicitud del presidente, algunos empleados la miraban con mucho desdén e incluso ignoraban sus palabras.

Todo eso había cambiado, Sophia Miller tenía tanto respeto cómo el CEO, sus órdenes tenían prioridad y su posición ya era cuestionada.

Los almuerzos con sus compañeros ya tenía un día fijo, los "lunes de chismes" era inamovibles. Cada vez eran más cercanos con el alocado trío pero hacían sus días mucho más divertidos con el grupo de chat que tenían.

Dos semanas después Vanessa seguía sin hacer ningún movimiento y eso tenía muy asombrada a la pelirroja que esperaba alguna rea