Días después aún no me animo a responder al señor McMillan. No es cualquier cosa vivir para aceptarte tu misma , mucho menos vivir para otra persona. Y que esta te acepte. Claro que el señor McMillan fué muy claro. No es un matrimonio convencional. No tengo porque esperar que me vea como una esposa. Pero tengo miedo de vivir mucho tiempo con alguien como él. Se que de verlo todos los días corro el riesgo de enamorarme .
Mamá ha estado mejor estos días. Tuve que elegir entre sus medicamentos y la renta. Su salud salió ganando pero he estado evitando al señor Rhys. Nuestro casero. Intentaré esconderme de él mientras consigo un préstamo con Kara. Si, ya sé que le debo mucho. Y trataré de pagarle todo. Rayos, por eso me urge trabajar. Después de mi conversación con el señor McMillan fui a llevar mi currículum en otras empresas. Aún espero que el teléfono suene. Pero nada que pasa. Comienzo a desesperarme y decido meterme al computador. Seguiré buscando. Algo encontraré. Entonces una poderosa fuerza me impulsa a revisar los perfiles de Phill McMillan. Aparecen reportajes y muchísimas fotos suyas. No parece un hombre estable sentimentalmente hablando. Parece más bien un casanova, aparece con diferentes chicas. En cócteles muy elegantes. También leo sobre su estatus financiero. Los McMillan son unas de las familias más ricas de Canadá. Su empresa de joyas preciosas sobresale por su utilización de piedras y material como oro plata diamantes, y otras piedras codiciadas por cualquier dama de alta sociedad. Sigo mirando y en el catálogo de joyas veo que son los responsables de crear joyas para la realeza española. También aparecen artistas luciendo pendientes, anillos, relojes , pulseras de Black & White. Quedo deslumbrada con la cantidad de millones que esto significa para esta familia. Con razón es una empresa transnacional. Sobra decir que todas las que aparecen a su lado en las fotos son muy bellas. Él es tan guapo. Ni siquiera soy tan alta como él. Creo que juntos estaríamos muy disparejos. Sonrío mirando esa bonita sonrisa. Dios es muy guapo. Entonces empiezo a imaginarme vestida de novia. Pero caigo en cuenta de mi estúpido comportamiento y cierro de inmediato las pestañas que me hablan de ese fascinante hombre. Debo pensar con claridad.Más tarde hablo un rato con mamá, no le he contado aún de que no pude pagar la renta. Ella cree que lo hice pero no. Intento que su estado de ánimo este bien para que no sufra una recaída. Luego de comer juntas ella tiene sueño. Ambas vamos a la habitación. Mamá se duerme rápidamente y yo no puedo dormir. Muchas preocupaciones me acosan. Mañana volveré a salir. Necesito conseguir un empleo con urgencia. Me duermo y al amanecer oigo gritos en la sala. Mamá no está en su cama. Me levanto rápidamente y salgo de la habitación. Entonces veo que el señor Rhys está muy alterado. Mamá intenta calmarlo. Suspiro.—Ah con que aquí estás Lily. Necesito que tomen sus cosas y se marchen hoy mismo. Hay una nueva familia que está dispuesta a pagar hasta el doble. En mala hora vine a recibirlas en mi casa.—Por favor señor Rhys no nos haga eso. Le juro que hoy mismo le pagaré todo lo que le debo— digo.Mamá me mira angustiada.—He oído esas mismas palabras desde hace dos meses. No estoy dispuesto a seguir esperando. ¡ Fuera !— grita y sale de la casa. Mamá empieza a llorar. Corro tras el señor Rhys.—Por favor, espere solo unas horas. Le juro que si hoy mismo no llego con ese dinero esta misma noche nos iremos . Por favor, no nos eche aún. Mamá está muy enferma—me mira y suspira.—Te doy hasta la noche Lily. No más—sonrío agradecida. Me devuelvo para la casa.—Creí que habías pagado hija.—Preferí comprar tu tratamiento mamá. Pero no te angusties. Hoy pago cada centavo al señor Rhys. Mamá me abraza.—Todo sería más fácil si tú padre estuviera vivo cariño. Soy una carga para ti.—No vuelvas a decirlo mamá. Me haces sentir mal. Te amo. No eres una carga— digo y beso su mejilla.Más tarde voy a varias empresas. Todas siguen prometiendo que me llamarán. Pero se que no lo harán. Me siento entonces en un parque muy triste. Respiro hondo pensativa. Entonces llamo a Kara. Le explico mi situación. Pero Kara no puede ayudarme. No monetariamente. Pero viene enseguida al parque. Siempre está dispuesta a apoyarme. Mientras hablo con ella lloro de la impotencia.— No sé cómo ayudarte Lily. Que mala suerte. Ese casero es un desgraciado.—No digas eso. Es su deber y ya ha esperado mucho._—¿Y si te vienes a mi casa? , hay una habitación libre—propone.—No. No quiero que mamá y yo seamos una molestia para ti y tú novio.—Streep lo entenderá. No quiero que te echen a la calle.—Tiene que haber otra solución. No aceptaré ir a tu casa. Seremos una molestia. Se que no para ti. Pero tú y Steep necesitarán privacidad. No puedo Kara.—Entonces hablaré de nuevo con el señor McMillan. Si he de rogarle que te dé empleo lo haré. Es un hombre noble. Lo sé—suspiro.—Hay algo que no te he contado aún Kara.—¿Hay algo más? No me asustes Lily.—Tranquila. Sobre el señor McMillan. Me ofreció trabajo—Ella se muestra sorprendida y luego confundida.—¿Cómo? ¿De qué? Ya entró la nueva asistente. Es una mujer despampanante ... Seguro la eligió el señor Daniels. Pobre esposa que tiene, es muy coqueto. ¿Puedes creer que hasta a mí me ha tirado piropos el muy...— La miro con una sonrisa triste—Me estoy desviando. ¿A qué te refieres con que te ofreció un trabajo? No entiendo—pregunta curiosa.—Es una locura lo que me pidió y tienes que jurarme que no dirás esto a nadie. Ni siquiera a Steep.—Me estás asustando... Bueno dime. Te juro que de esta boca no saldrá nada de nada— alza su mano en juramento. Agarro aire.—Me propuso que me case con él— suelto.Ella ríe divertida.—No, de verdad Lily dime. ¿De qué se trata la propuesta?—Es verdad. El señor McMillan me pidió que me casará con él.—Pero ¿cómo? ¿Acaso le gustaste?—se muestra confusa.—Es por conveniencia. Su padre le exige casarse y él no quiere. Solo será mientras obtiene la presidencia. Según me explicó—ella abre grande su boca.—Eres una suertuda amiga ¡Dios! ¿Quién lo iba a decir? Entonces ¿Por qué tan preocupada? Supongo que lo harás. Será la solución a todos tus problemas.—No lo haré, tengo miedo...—¿Por qué Lily? Mira estás pasando una situación terrible. Estás a punto de quedar en la calle y sin empleo. Dios te está mostrando el camino no seas tonta— la miro con semblante triste.—¿Y si me enamoro? Es un hombre muy atractivo y estoy segura que jamás llegaré a gustarle. No quiero sufrir, no quiero sentir lo que sentí por culpa de mi ex.—Ese es tu problema amiga. Crees que no puedes gustarle a nadie. Solo tienes que quitarte esas gafas y verás que dentro de ti hay una mujer hermosa y ...—Si, pero muy dentro. Y eso es lo malo porque nadie la puede ver—digo—. Ya mi autoestima rodó de nuevo por el suelo.Ella me mira con pena.—Eres muy dura contigo misma amiga, no sé que decirte. Mira si no consigues el dinero para hoy tendrás que tomar tus cosas e irte. ¿A dónde irás? Mi casa está disponible. Lo sabes y puedes ir. Pero piensa bien que decisión vas a tomar, se que tomarás la mejor—comenta. Entonces me dice que es muy tarde y debe irse.Después de conseguir solo la mitad de lo que le debo al casero por haber vendido mis pendientes , el único recuerdo que me quedaba de papá ya que fué su regalo en mis quince y de tratar de amansar con eso a mí casero, fue inútil. Nos echó.Estamos afuera, yo aún pienso que debo hacer. No podemos pasar la noche en la interperie. Entonces llamo a la casa de Kara. Tal vez pueda resolver por esta noche y mañana veré qué solución encontrar. Pero ella se está dando un baño y me atiende Steep." Mira Kara me contó y no es que me oponga Lily pero ¿Tú no crees que las parejas viven bien solas?"" Yooo... Si, es cierto, pienso igual pero será solo por esta noche y..."" Eso dices y puede pasar lo mismo que siempre pasa , te quedarás otro día y otro. No será justo para mí ni para Kara y ..." Entonces oigo a Kara al fondo " ¿quien es cariño?"" Nadie, número equivocado" dice él y cuelga. Las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas. Entonces meto la mano en mi bolsa, abro mi billetera y tomo la tarjeta del señor McMillan. Miro a mamá. Mi corazón se arruga. Entonces después de contener el aliento muchas veces tomo mi teléfono y lentamente marco el número que está en la tarjeta. Repica una, dos y tres veces. Entonces cuelgo nerviosa. Respiro hondo. No seas cobarde Lily. Hazlo por tu mamá. Pienso y marco de nuevo. Está vez más decidida. Repica dos veces entonces atiende." Aló"" Aló ¿señor McMillan?"" Phil McMillan, soy yo , dígame'" Soy Lily Williams" hay un silencio. Creo que lo tomé por sorpresa." Señorita Williams, ¿Me tiene una respuesta?"" Si, la tengo"" Dígame, estoy ansioso por saberla"" Si acepto señor McMillan, me casaré con usted" lo oigo suspirar." Muy bien, ha tomado una decisión sabía, debemos encontrarnos mañana y hablar de lo que tenemos que hacer "" No puedo esperar hasta mañana mi casero acaba de echarme , estoy en la calle con mi madre y necesito un lugar donde pasar la noche "" Ya veo ... Deme la dirección. Voy por usted"Cuelgo y respiro hondo. Empiezo a temblar. Miro a mamá y sonrío fingido. Ahora sí es en serio. Seré la esposa del multimillonario Phill Macmillan , jamás ni en mis más locas fantasías imaginé que me casaría con un hombre tan codiciado..Casi una hora más tarde un auto estaciona frente a nosotras. Un hombre que no conozco baja del vehículo. — ¿ Es la señorita Lily?—pregunta. Asiento. Él se baja y con amabilidad nos ayuda a subir nuestras maletas y luego nos pide subamos al auto. Creía que el señor McMillan estaría adentro. Pero no , era lógico pensar que un hombre con tanto trabajo como él no tuviera tiempo de venir en medio de la noche a un barrio como este a buscar a una simple aspirante a asistente como yo. Además sin incentivo alguno que pudiera ejercer sobre él alguna fuerza superior que lo saque de su actividad previa y lo conduzca hasta mi sin lugar para lamentos. Y yo como tonta porque no voy a negar que muy en el fondo de mi corazón un apice de esperanza se albergaba en mi soberbio corazón como para ponerme a imaginar que el empresario Phill McMillan saldría corriendo ante mi llamada para venir a buscarme. Tal vez unas estilizadas piernas , suaves y tersas están ahora mismo enredadas en su torso y yo aqu
Eso creo. El piso está echo de mosaicos calcáreos de colores, y el mobiliario son unas cómodas sillas de madera con respaldo, revestidas con la tenue iluminación de lámparas colgantes, es tan bonito, intimo que hace que mía nervios se concentren más pues estaremos solos él y yo sin ninguna distracción a la que acudir cuando su mirada penetrante empiece a analizarme. No me puedo quedar viendo las cortinas como me quedaría viendo los hermosos zapatos rojos de alguna chica y usarlo como excusa , aunque debiera agradecerlo pues no quiero pecar de maleducada en una cita de trabajo. El mesero me muestra una mesa íntima. Solo para dos personas. Con una vista preciosa a la montaña. Me siento y muerdo mi labio ansiosa. El hombre me sirve un delicioso Capuchino y me da una carta. No elegiré nada hasta que el señor McMillan llegue. Sería mala educación. El mesonero me indica que el señor McMillan acaba de llegar. Sonrío fingido. Él se retira y minutos después la cortina se abre. Enseguida su
Suspiro y enfoco mi mirada en el anillo. No parece tan esplendoroso. Es más, parece una baratija. Pero es bonito. Claro, si la boda y todo lo relacionado a ella va a ser una farsa pues será meramente un trato comercial es de suponer que el anillo no sea la gran cosa, y por lo que pude leer en el dichoso contrato el señor Phill es un tacaño. Si, eso creo. O tal vez soy yo que debo ser realista. Solo seré su empleada y no tengo porque tener derecho sobre sus bienes , o acceso a joyas de verdad. Así que volviendo a mirar el anillo y sonreír nerviosa me levanto también. Voy de salida. — señorita , esto es para su madre, aquí está el menú para los almuerzos , solo tiene que levantar el teléfono, pedir lo que deseen comer y Jaime se los llevará al penthouse — me dice el mesero.— Jaime...¿ Quien es Jaime?—pregunto curiosa. Él señala su cara con su índice. Frunzo mi entrecejo. — ¿usted ? Pero , creí que su nombre era Augusto—digo. — si, también es mi nombre, casi todas las personas te
Llego a planta baja y miro a todas partes cuando salgo del ascensor. Entonces miro a una mujer muy bella, de unos treinta, con cabellera azul, ropa elegante y lentes de espejo. Cómo no veo a nadie más me acerco. — ¿ Es usted Melody?— ella quita sus lentes y me observa. Sonríe cariñosa. — hola cariño tú has de ser Lily Willians— dice. Asiento. Me mira de arriba abajo y hace un gesto divertido. — me gusta tu estilo—dice y me extiende su mano. Sonrío amigable. — vamos, hay mucho trabajo—comenta. Subí a un auto clásico de lujo con esta mujer que me cae bien. No me miró como gallina que mira sal y eso me agrada. Llegamos a un centro comercial. Estoy ansiosa. Entonces entramos a la primera boutique . Yo de inmediato quedé fascinada con unos vestidos que según Melody puedo llevarlos pero para mamá. La miré inconforme cuando los devolvió de la cesta a los ganchos. Sigo tras ella. Entonces me hace probarme tantas cosas con las que no me hayo para nada. Estoy acostumbrada a lo minimalista.
Dos horas después me miro en el espejo y no me reconozco. Aunque mi primera intención siempre fué ponerme un bleiser y una falda tubo color ciruela y cancelar esa llamada a Kara realmente fué demasiado tarde. —¿ Es que acaso pretendes verte como una asistente Lily? Mira... esa está bonita para una reunión social con tu futuro marido— allí enrojeci. Que tonta. Solo de pensarlo aún me ruboriza. Ella suelta una risita chocante y entonces toma un vestido negro de corte romántico , escote corazón y transparencias en manga y escote. Pero muy corto. Demasiado diría yo. "Es que creo que jamás lucí mis piernas a ese nivel. Lo espantaré con la blancura de cada una. Sentiré frío, temblaré y se arruinará la cena pues derramaré el vino y lo avergonzaré, por eso no puedo usar ese vestido". Comento y la miro con gesto divertido. Ella suspira. — solo porque tengo cierto miedo a que algo así pase en verdad , entonces... este, de este no te salvarás—dice y me muestra un vestido tres cuartos, con
P.o.v.Phill.Bajo las escaleras con prontitud. Tengo una junta muy importante esta mañana. Hemos recibido un pedido bastante importante de Arabia y papá me ha pedido me encargue de los trámites de realización y envío. Pero la junta es a las ocho y treinta y son las siete y treinta. Una hora de diferencia es muy poco tiempo. No me gusta llegar a las carreras y tener que volar por así decirlo a la salas de juntas sin siquiera pasarme por el cafetín y tomar un café como Dios manda. Entonces cuando estoy a punto de abrir la puerta un grito cuyo propósito es que me devuelva y aproxime y que viene del comedor se oye. Freno en el acto y giro , mi padre está de pie al umbral de la puerta que da al comedor principal con el periódico en la mano. —¿ Esto es en serio?—pregunta señalando primera plana con una sonrisa muy amplia y deslumbrante. Hago un gesto interrogante. Él suelta el periódico dejándolo caer al piso y camina hasta mí con sus brazos en posición abrazo y me estampa uno de esos q
Respiro hondo y tomo las pastillas. Le agradezco a mi secretaria diciéndole que voy a mi oficina y que no deseo ser molestado por nadie. Pero mientras me conduzco hasta allí con el centelleo doloroso en mi cabeza aún;pero empezando a minimizar , entonces me doy cuenta que hay rumores de pasillo. Todos hablan entre si. Vaya parece que la notícia de mi compromiso ya es pública. Muy pública , era lo que quería pero no sé si esté preparado para tantas reacciones al mismo tiempo. Entro a mi oficina , recibo llamadas importantes que atiendo y desvío otras de menos peso con Daniels. Entonces la puerta de mi oficina se abre. No lo puedo creer , es Amanda Bastidas, la asistente de contabilidad, con quién salgo de vez en cuando y a quien tengo prohibido poner pie en presidencia.— señor, le advertí que no quería recibir a nadie pero...—intenta mi secretaria excusarse y le hago una seña con mi mano para que se retire. Amanda camina hasta mi escritorio y deja caer el periódico sobre el mismo y c
— ay pero que mal educada no le he ofrecido café , voy ahora mismo a preparar un poco, con permiso —dice mamá. Sé que desea dejarnos solos un tiempo. Él toma mi mentón cuando mamá se ha ido. Me hace mirarlo. —¿ Sucede algo señorita Williams ?—sonrio triste. —¿ Y si lo arruino?—pregunto preocupada. Él sonríe comprensivo. — estoy seguro que no lo hará, todo saldrá bien, solo Serán unos pocos días más y todo terminará, estaremos casados — palidezco. Él sonríe divertido. — dije que su madre podía ir para no herirla, pero...—lo miro absorta. — ¿ No quiere que vaya conmigo?— su madre no conoce nuestros planes, podría arruinarlo, busque una excusa señorita para que no vaya—dice. Lo miro decepcionada. Él suspira. Parece que lo convenzo con mi cara de tragedia. — está bien, no me mire así, podria ir, asegúrese de que no lo arruine, que compre un vestido y vaya al salón —dice tajante. Mira su reloj. Parece querer huir de aquí. — lo hará y lucirá muy hermosa, ahora sí no es molestia , de