El día avanza rapido y a las seis estoy dándome un baño con cuidado para no dañar mi peinado. Me hicieron corte y alisado. Solo mis puntas , no más. Me opuse con decisión. Finalmente luzco el hermoso vestido y me ruborizó ver cómo mis bubis se ven. Es una exageración de escote. Pero al decir verdad me gusta. Solo que no lo creo apropiado para ir a una cena con un señor como él y su esposa. Entonces Kara se muestra emocionada. —¿ No te parece muy exagerado? —No. Ay por favor Lily así viste la gente con dinero. No te extrañe que esté Danna y verás que tú te ves recatada ante ella— suspiro. Si, sería bueno demostrarle a esa mujer que si quiero puedo lucir elegante y hermosa. Parece disfrutar ridiculizandome. Entonces mamá corre hasta mí habitación. —Lily, vino un chófer por tí —entonces sonrío confundida. —¿ Qué? ¿ Chófer?—mamá asiente y casi llora de la emoción al verme. Entonces tomo mi bolsa, mi celular y llaves de la casa y salgo hasta afuera. Más tarde llego a casa de Phil
Pasaron dos meses hermosos, y Phill y yo estamos planeando viajar a Francia. Nunca he ido a París y en nuestro aniversario de mes número tres Phill ha prometido llevarme. Estoy maravillada con la idea. París la ciudad del amor y junto a Phill. Estoy segura que será una experiencia inolvidable. Aunque estoy triste y no quisiera partir. La madre superiora me dijo que una familia italiana adoptará a Teresa. Estoy feliz por ella, claro que sí. Pero tengo miedo. ¿ Serán buenas personas? ¿ De verdad la cuidarán? Estará tan lejos que quizás no vuelva a verla nunca más. De modo que intento pasar mucho tiempo con ella. Una tarde me dijo: "¿ Por qué no me llevas tú? Quiero que tú seas mi mamita". Eso fué tan triste. Le sonreí y le dije: "estoy segura Teresa que Dios te dará a los mejores padres cariño, Ellos te amaran tanto como yo". Sonrió y me abrazó con fuerza y dejó salir un suspiro. Eso me tortura y estoy segura que Phill se dió cuenta de mi aflicción, porque sin más me dijo: "piensa una
Me miro en el espejo por última vez antes de ir a la entrevista de trabajo en Industrias Black & White, la cual es una importante empresa de fabricación de joyas. Tiene varias sucursales no solo en Canadá sino también en Vancouver y Montreal. Mi amiga kara que es secretaria de gerencia me ha conseguido una entrevista y al decir verdad temo ir. Las chicas que trabajan allí son hermosísimas y la verdad yo no soy precisamente un prospecto de belleza. Desde que Lucas terminó conmigo por irse tras la presumida de Hanna Morris (su compañera de trabajo); además de los dos largos y difíciles años a su lado terminé por convencerme de que no soy la más hermosa y si tal vez sea la más fea . Sé que soy dura conmigo misma. Odio sentirme así. Pero Lucas me lo decía todo el tiempo y terminé por creerle. "Si nos separamos ¿Quién se va a fijar en tí ?" Solía pregúntame. Y eso cuando se comportaba gentil. Me despido de mamá y después de darme sus respectivas bendiciones salgo casi que corriendo y tomo
La noche anterior P.o.v. Phill. La verdad que esta nueva reunión con mi padre y mi hermano me preocupa un poco. Creo que tiene que ver con la empresa. Algo se trae pues ha estado muy extraño últimamente. Sé que quiere ceder la presidencia y siempre estipuló que yo estaba más capacitado que Daniels para eso. Pero últimamente pareciera estar distante de mi. Cómo si me reprochara algo. Miro mi reloj. Susana la esposa de papá baja las escaleras. Se abrocha un pendiente y al verme sonríe. —Phill. Ya tú padre baja. ¿Llegó Daniels?—No. Lo llamaré—digo. Pero no hace falta. Daniels viene entrando justo ahora. Papá baja por fin y la señora Adeline nuestra cocinera nos avisa que la cena está servida. Vamos al comedor. —Bien padre, no tengo tanto tiempo, debo hacer algo importante , así que dinos ¿Qué te traes?—Pregunta Daniels. —Comamos primero, la comida es sagrada, después tendremos chance de discutir—lo miro confuso. Terminamos de comer y entonces papá me pregunta si he pensado lo de c
Días después aún no me animo a responder al señor McMillan. No es cualquier cosa vivir para aceptarte tu misma , mucho menos vivir para otra persona. Y que esta te acepte. Claro que el señor McMillan fué muy claro. No es un matrimonio convencional. No tengo porque esperar que me vea como una esposa. Pero tengo miedo de vivir mucho tiempo con alguien como él. Se que de verlo todos los días corro el riesgo de enamorarme .Mamá ha estado mejor estos días. Tuve que elegir entre sus medicamentos y la renta. Su salud salió ganando pero he estado evitando al señor Rhys. Nuestro casero. Intentaré esconderme de él mientras consigo un préstamo con Kara. Si, ya sé que le debo mucho. Y trataré de pagarle todo. Rayos, por eso me urge trabajar. Después de mi conversación con el señor McMillan fui a llevar mi currículum en otras empresas. Aún espero que el teléfono suene. Pero nada que pasa. Comienzo a desesperarme y decido meterme al computador. Seguiré buscando. Algo encontraré. Entonces una poder
Casi una hora más tarde un auto estaciona frente a nosotras. Un hombre que no conozco baja del vehículo. — ¿ Es la señorita Lily?—pregunta. Asiento. Él se baja y con amabilidad nos ayuda a subir nuestras maletas y luego nos pide subamos al auto. Creía que el señor McMillan estaría adentro. Pero no , era lógico pensar que un hombre con tanto trabajo como él no tuviera tiempo de venir en medio de la noche a un barrio como este a buscar a una simple aspirante a asistente como yo. Además sin incentivo alguno que pudiera ejercer sobre él alguna fuerza superior que lo saque de su actividad previa y lo conduzca hasta mi sin lugar para lamentos. Y yo como tonta porque no voy a negar que muy en el fondo de mi corazón un apice de esperanza se albergaba en mi soberbio corazón como para ponerme a imaginar que el empresario Phill McMillan saldría corriendo ante mi llamada para venir a buscarme. Tal vez unas estilizadas piernas , suaves y tersas están ahora mismo enredadas en su torso y yo aqu
Eso creo. El piso está echo de mosaicos calcáreos de colores, y el mobiliario son unas cómodas sillas de madera con respaldo, revestidas con la tenue iluminación de lámparas colgantes, es tan bonito, intimo que hace que mía nervios se concentren más pues estaremos solos él y yo sin ninguna distracción a la que acudir cuando su mirada penetrante empiece a analizarme. No me puedo quedar viendo las cortinas como me quedaría viendo los hermosos zapatos rojos de alguna chica y usarlo como excusa , aunque debiera agradecerlo pues no quiero pecar de maleducada en una cita de trabajo. El mesero me muestra una mesa íntima. Solo para dos personas. Con una vista preciosa a la montaña. Me siento y muerdo mi labio ansiosa. El hombre me sirve un delicioso Capuchino y me da una carta. No elegiré nada hasta que el señor McMillan llegue. Sería mala educación. El mesonero me indica que el señor McMillan acaba de llegar. Sonrío fingido. Él se retira y minutos después la cortina se abre. Enseguida su
Suspiro y enfoco mi mirada en el anillo. No parece tan esplendoroso. Es más, parece una baratija. Pero es bonito. Claro, si la boda y todo lo relacionado a ella va a ser una farsa pues será meramente un trato comercial es de suponer que el anillo no sea la gran cosa, y por lo que pude leer en el dichoso contrato el señor Phill es un tacaño. Si, eso creo. O tal vez soy yo que debo ser realista. Solo seré su empleada y no tengo porque tener derecho sobre sus bienes , o acceso a joyas de verdad. Así que volviendo a mirar el anillo y sonreír nerviosa me levanto también. Voy de salida. — señorita , esto es para su madre, aquí está el menú para los almuerzos , solo tiene que levantar el teléfono, pedir lo que deseen comer y Jaime se los llevará al penthouse — me dice el mesero.— Jaime...¿ Quien es Jaime?—pregunto curiosa. Él señala su cara con su índice. Frunzo mi entrecejo. — ¿usted ? Pero , creí que su nombre era Augusto—digo. — si, también es mi nombre, casi todas las personas te