*Elizabeth*-Llevamos casi dos horas sentadas en unas sillas esperando frente al escritorio de tu tío, que cómicamente es él ¡jefe de departamento de policía! - suelto furiosa- Este día fue casi perfecto, admito que si me impresionaste como nadie lo ha hecho, jamás pensé que nuestra cita terminaría en la estación de policía por estar arrestadas por allanamiento a propiedad privada- respiro profundo para tratar de relajarme, miro a Morgan que ahoga su risa-Debes admitir que la cita fue fuera de lo común- soltó una risa nerviosa-No te estreses, no estamos arrestadas Elizabeth, solo detenidas- al escuchar eso la fulmino con la mirada- Mira, yo tampoco pensé que terminaría así, para serte honesta pensé que terminaríamos en la parte trasera de la camioneta haciendo el amor, pero obviamente algo salió mal- suspira divertida, la sonrisa en el rostro de Morgan hace que me hierva la sangre- No te enojes Cruela, esta es una aventura romántica.-¡Es mejor que te calles, Morgan! Porque te juro
*Johan Carfax*La revista de farándula más popular del país se ha tomado la diligente tarea de tomarme como su payaso personal, burlándose, haciendo comentarios malintencionados y desagradables sobre mi persona, inmiscuyéndose en mi vida personal, hasta especulando sobre mis preferencias sexuales, lo único que puedo hacer en estos momentos era apretar los dientes y aparentar que las palabras que se escribían sobre mí no me interesaban.Pero no hay nada más malditamente molesto que escuchar como Leonela Carfax lee con completo desdén esas palabras mientras me mira con reproche y fastidio.“Johan Leví Carfax sigue en la cúspide de nuestra lista de solteros más deseados, este bombón griego se mantiene como uno de los hombres más hermosos y perfectos, físicamente hablando, porque si indagamos en sus conquistas románticas nos encontraremos con una muy impresionante lista de decepciones amorosas que nos hacen cuestionar, si este dios griego tiene algo mal en su persona que hace que las muje
*Elizabeth* - Morgan es mejor que estes prestando atención- vuelvo a decir- Prometiste ayudarme con esto- me acerco a ella muy molesta- Morgan ¿me estas escuchando? - le pregunto al ver que ella sigue en la misma posición.- ¡Sip! Pero la verdad es que estoy ayudando mucho- me dice y desliza las gafas oscuras sobre el puente de su nariz dejándome ver sus profundos ojos café mientras mete otra dona en su boca llenándose la boca- ¡Hum, delicioso! - sobreactúa para molestarme.-Morgan me prometiste que me ayudarías a buscar un vestido para la fiesta de mis padres, pero en cambio solo estas bien sentada comiendo donas ¿ni se cuántas donas llevas comiéndote ya? - le reclamo.La pelinegra traja su bocado y me sonríe- Llevo seis- de dice con expresión de triunfo en el rostro- Vamos hermosa no te enojes- dice dejando la dona en la caja para acercase a mí, me rodeo con sus brazos acaricia mi mejilla con la punta de su nariz-Verte ponerte ropa no llama mi atención como la idea de quitártela- s
*Elizabeth*Es el día de la fiesta de mis padres y la verdad estoy demasiado nerviosa, estoy 100% segura que mi madre hará todo lo posible para molestarme, como también estoy segura de que Morgan hará todo lo posible para enfurecer a mi madre, así que tengo motivos de sobra para estar nerviosa.Las cosas con Morgan están hiendo muy bien, aunque aún no le he dicho que la amo me da un poco de pánico saber cómo se lo tomara, no solo puedo decirle “oye Morgan te amo me di cuenta hace poco así que si tú no me amas devuelta te fastidias y lo aceptas por lo que dura nuestro famoso contrato” Pero claro que no podía decir eso, pero tampoco podía suplicar por su amor “Morgan por favor enamórate de esta desventurada alma” Pero claro que no ¡Yo soy Elizabeth Humman no ruego a nadie! Aunque Morgan están linda y dulce que me ahoga con su miel de muchas formas, su aroma están delicioso y adictivo, su sabor, el calor de su cuerpo, su mirada sobre mi cuerpo se ha vuelto necesaria, cuando no estoy con
*Morgan*Estaba muy nerviosa y no podía controlar mis músculos. No es que tenga pena o autoestima baja. Vamos a ser sinceros, no pertenezco a la sociedad de Elizabeth, los ricos y famosos me hacen sentir mal. Así que no me gustaría pasar una noche rodeada de la sociedad aristocrática de la ciudad.Elizabeth me sujeta la mano para reconfortarme y me dice-debes tranquilizarte. Esas aves de rapiña que se lanzaran a tu cuello a la menor oportunidad, pueden atacarte solo para dejar en claro su supremacía- me dice con una sonrisa.—Si tu idea era tranquilizarme, fracasaste-le digo devolviéndole la sonrisa.—Pero tú has hecho algo que ninguno de ellos lograra nunca-me dice.— ¿Qué? ¿Comer doce donas en menos de diez minutos? - le digo riendo nerviosa.—Casarte conmigo— me dice acercándose, deja un suave beso en mis labios— Y ese hecho te hace la mejor de todos-vuelve a besarme, pero esta vez me toma por el cuello para profundizar el beso, nos separamos hasta que nos falta el aire con nuestra
*Elizabeth*—Si vuelves a poner tus asquerosas manos sobre mi esposa, haré que lo lamentes— mantengo mi semblante sereno, aunque mi voz destila una siniestra amenaza, Johan cierra la puerta del estudio— Si tienes algún maldito problema será conmigo, no con ella, si esperas que me disculpe por romper tu dulce y frágil corazón… estás jodido de la cabeza— escupo furiosa.—Claro que no esperaba de ti una disculpa, eres una maldita perra insidiosa— me dice con una mirada asesina en sus oscuros ojos grises— No, la gran Elizabeth Humman nunca se disculpa y eso lo tengo muy presente-sonríe arrogante. > me digo a mí misma, solo hay una persona con la que me he disculpado sinceramente en toda mi vida.— Pero lo que me hiciste fue despreciable y ruin, no solo me trataste como un corriente idiota, sino que tuviste la osadía de casarte con ella descaradamente el mismo día en que fechamos nuestra boda, pero eso no fue suficiente para ti.
*Morgan*Ya sé que el Whisky no es el mejor aliado para la resolución de problemas de ningún tipo, mucho menos los problemas del corazón, pero ¿Qué puedo hacer?, soy una persona melancólica por naturaleza, las rupturas amorosas nunca fueron fáciles para mí, y tener un trauma sobre una relación pasada no ayuda para nada.—¿Se puede saber por qué estamos emborrachándonos?— Tony está a mi lado con su propio trago, en su propio camino a perder el conocimiento, claro, yo no lo llamé, pero Terry “El cantinero” amigo de la infancia, se apiadó de mi estado deprimente y me consiguió a mis mejores amigos.Me señalé a mí misma— Yo, tengo problemas de amor, ¿tú? - lo señalo a él— No lo sé.Suspira cansado-Amor, el mal que nunca acaba— parece una burla agria sin ninguna diversión en ella— Es la mejor razón para que las destilerías sigan funcionando a toda potencia, los donadores de órganos deberían saber que se necesitan más hígados debido al amor— se sirve otro trago— Son unos santos— balbucea.—
*Morgan* Han sido dos meses increíblemente difíciles después de contarle toda la historia a Linda sobre como termine casada con Elizabeth, la forma en como pude conseguir el dinero para la operación de Mike, después de eso seguí emborrachándome hasta perder el total conocimiento necesitaba anestesiarme para lo que seguía, una semana después de dejar Elizabeth me cité con una abogada de divorcios y presenté la demanda, Elizabeth no puso ninguna objeción a nada firmó los papeles casi de inmediato así nos divorciamos en menos de un par de semanas, eso, golpeo cada fibra sensible de mi ser, atándome una piedra al cuello para hundirme rápido en la depresión. Tratando de mantener mi orgullo intacto, le regresé su maldito dinero, tuve que vender mi casa, mi auto y sacar los pocos ahorros para poder regresar el dinero, mandé un cheque firmado a su oficina.La respuesta de Elizabeth fue casi instantánea, mandando devuelta el cheque partido a la mitad, bueno hice lo más estúpido que se me pud