—¿Quién diría que esta tontería me costaría tanto?—musito Gil aproximandose a uno de los sofás para dejarse caer, cruzo una pierna y coloco codo para apoyar su mentón sobre su puño. —Nadie te metió en este problema, fuiste tú solo, aunque me parece que aún puedes dar marcha atrás, no es tarde para... —Ni pensarlo, mi padre ya esta planeando una fiesta para anunciar nuestro compromiso—expreso Gil cruzándose de brazos. —Bien, si no piensas retractarte, entonces dime ¿Estás dispuesto a darle los cinco millones? Hubo silencio, uno incómodo porque Gil estaba enfadado no con Bruce o con esa chica, sino con él mismo, por no meditar las consecuencias de su mentira, pero ya había mentido lo suficiente para no echarse para atrás, así que al final dejo escapar un suspiro una vez tomada su decisión. —Si no tengo opción, prepara el contrato por esa cantidad, te haré llegar el cheque esta semana—indico Gil levantándose de su sitio para volver a la cocina, él juraba que había una bandera en don
—¿Tal vez debamos hacerte otra tomografía?—dijo el doctor Archer mientras examinaba las pupilas de Ellie— puede que tuvieras una lesión que el primer examen no pudo detectar. —¿Es grave?—cuestiono Gil desde el marco de la puerta donde había permanecido apoyado desde que el doctor Archer había llegado tan solo una hora después de llamarlo por teléfono para avisarle que aprovecharía su descanso para revisar el estado de salud de Ellie. —Cuando se trata de la cabeza, cualquier cosa podría ser de gran riesgo, pero no te preocupes, he visto estos síntomas en pacientes que han sufrido el mismo accidente, no hay nada de que preocuparse mientras sigan mis indicaciones y la paciente descanse hasta sentirse recuperada—dijo esbozando una sonrisa para animar a Ellie quien se había sentido preocupada por su salud y por supuesto mientras el doctor la revisaba, le había dirigido una que otra vez una mirada mordaz a Gil, ya que por su causa estaba así—¿Hay algún problema con que se quede un par de d
—No hace falta—dijo Ellie molesta, ya podía escuchar la voz de sus padres, culpándola a ella y solo a ella por aquel desafortunado accidente, no iba a darles motivos para sermonearla.—¿Estás segura?—quiso confirmar no quería tener problemas con el doctor Archer, si es que de alguna manera se enteraba.—Sí, por favor, no me molestes con eso, cambiemos de tema—dijo cruzándose de brazos, sin atreverse a mirar a Gil, no quería ni tenía porque darle explicaciones.—De acuerdo, si eso quieres. Necesito que me des tu dirección y una forma de entrar a su casa, para que traigan tus cosas aquí—indico Gil de pronto.—¡Espera! ¿Qué?—protesto Ellie—¿Como que aquí? ¿Para qué?—Seguro que los documentos para la compra definitiva de la casa, están por llegar, así que necesito algunos de tus documentos para hacer válido el documento.—Claro, pero no hay necesidad de quedarme aquí.—No sé donde vivas, pero seguramente es un cuchitril comparado con este lugar, así que no voy a permitir que mi prometida
¡Una caja! De sus pertenencias, de sus muebles y su ropa, solo quedaba una caja, en ella se encontraban documentación de identidad, sus papeles de la universidad y hasta un certificado de bautizo que su abuela había encontrado entre sus cosas, mientras trataba de limpiar su ático. También se encontraba un par de fotografías, las mismas que ella había escondido en el aire acondicionado para no volver a verlas, pero ahí estaban. Las fotografías eran de su familia, de la última cena de acción de gracias a la que había asistido, muchas otra veces su instinto le había advertido que su familia tenía cierto resentimiento hacia ella, quizás porque había sido la única en ingresar a una universidad o quizás porque era la única en no querer seguir la tradición de continuar con el negocio familiar. Su padre había tratado de cortarle las opciones e incluso dejarla a su suerte para evitar que se fuera en busca de un sueño bastante costoso, por ello, Ellie había terminado bailando en un centro n
Había una fila de autos esperando entrar a la residencia Goldsmith, una hermosa edificación construida entre 1994 a 1996 con el fin de albergar a la familia Clinton o al menos ese había sido el plan inicial, pero después de todos los rumores que se decían del jefe de familia o mejor conocido como el presidente Clinton, la lujosa mansión fue vendida a un joven millonario que buscaba un hogar para su pequeña familia, esa era la historia de aquel lugar, pero aunque Mason le había explicado aquella historia a Ellie mientras elegía un vestido adecuado para la fiesta, ella ni siquiera le presto atención. Se había perdido entre los vestido de satín de Óscar de la renta y los zapatos de Jimmy Choo, ademas de las carteras Louis Vuitton para lucir espectacular. Ellie estaba completamente embelesada con esa vida de lujos, una vida que ella por si sola nunca podría tener a menos que soñara con casarse con un millonario, aunque Gil ya le había dado los documentos a firmar junto con la llave de s
El padre de Gil extendió los brazos para recibir a la pareja, era obvio por la sonrisa que mostraba que se sentía orgulloso de que su hijo, finalmente hiciera aún lado su egoísmo para poder tener una familia propia y así, darle el nieto que tanto ansiaba. —¡Bienvenidos!—expreso su padre con alegría tratando de darle un abrazo en conjunto, por supuesto Ellie tuvo que soportar el dolor en silencio que ese abrazo le había provocado, aún se sentía un tanto adolorida, aunque por suerte los mareos habían desaparecido con el tratamiento del doctor Archer, quien aún no se había comunicado con ella para la fecha de su cita para la nueva tomografía—que gusto me da verlos. ¿Cómo han estado? —Bien, muchas gracias—expreso Ellie con voz gentil y suave, tal como Mason le había dicho que debia verse y hablar ante el padre de Gilbert, ya que él tenía cierta preferencia por las mujeres femeninas y tiernas. El hombre abrió los ojos aún más extasiado de ver que la mujer al lado de Gilbert era hermosa,
—Entremos—dijo Gil sin notar que las mejillas de Ellie habían vuelto a ruborizarse, la tomo de la mano y ambos caminaron de vuelta a la fiesta.El choque de una pequeña cucharilla contra el vidrio de una copa irrumpió la celebración en el interior del salón de la residencia de los Goldsmith, ocasionando que todos buscaran el origen de aquel sonido.—Mis amigos—dijo el señor Goldsmith—el motivo por el cual estamos reunidos esta noche, es quizás la causa más importante, después de la fundación de mi empresa.Las personas que le conocían, se acercaron a la escalera donde se había situado para que todo el mundo lo viera.—Esta noche mis queridos amigos, celebramos el compromiso de mi querido y único hijo—expreso con una sonrisa mientras extendía la mano para señalar justo el lugar donde Ellie y Gilbert se encontraban situados.Ellie sintió una especie de nudo en el estómago, se sintió culpable por engañar a ese pobre hombre que parecía estar feliz por ver a su hijo comprometido, sin embar
Las mejillas de Gil estaban ruborizadas, pero no supo exactamente por qué, si se debia a la extrañeza que le había causado el besarse con una desconocida o si era porque todo el mundo lo había visto como se besaba con esa chica que supuestamente era su prometida.Algunas personas se acercaron a ellos para felicitarlos por tan estupenda noticia, pero otras personas solo observaron el espectáculo con interés, entre ellos, Olivia Jones, una muy vieja... conocida.Aquella mujer llevaba puesto un vestido de tafetán verde, estilo corte de sirena y con una abertura abierta para mostrar sus largas piernas, su cabello caía en una espectacular cascada en un tono color café chocolate y su piel bronceada irradiaba frescura, aquella era una chica segura de sí misma, inteligente y astuta, por lo tanto, no dudo en acercarse a Gil cuando se apartó de su prometida.—Gilbert—pronuncio su nombre acariciando cada letra. Gil reconoció su melodiosa voz y al volverse hacia ella, no pude sonreír, fue como ve