Después de que Melissa despertó, ella se quedó internada una semana más por seguridad, para monitorear su corazón y ver que no hubiera alguna complicación o secuela ya que fueron dos operaciones a las que se sometió su cuerpo, aunque fue una fortuna que la bala solo rozara un poco la aorta.- Jeje dios sí que nos asustaron – opinó Teresa, quien habia subido para ver a Melissa y la estaba ayudando a alimentar a los gemelos.- Perdón por eso – aclaró ella apenada.- Tranquila no fue tú culpa ya que fue un accidente.- Hm… lo bueno no paso a más – mencionó Melissa moviendo con cuidado a Vanessa para sacarle el aire.- Jeje Vane es una copia de Alessandro.- Si será mi rayito de sol – dijo ella besando la frente de su pequeña, quien abrió su boquita para dejar escapar un bostezo mientras empezaba a cerrar sus ojitos.- Cambio – habló Teresa tomando a la niña para que ahora Melissa abrazara a su pequeño George, quien enseguida se pegó al pecho de su mama mientras su hermanita era recostada
- Fernando tenemos que hablar… - dijo una joven de nombre Melissa. - Cállate y escucha con atención porque solo lo diré una vez: quiero el divorcio. - Qué… - Lo que escuchaste ya me harte de ti y no quiero volver a verte. - … - ella se quedó muda ya que no espero esa declaración, a la vez que buscaba no derramar ninguna lagrima en ese preciso momento – ¿por qué? - ¿En serio preguntas: por qué? creo que eso es muy obvio, ya ha pasado un año desde que nos casamos y no has quedado embarazada, lo que significa que no me sirves ni como mujer. - ¿En serio? si en este único año de casados apenas me has tocado como 5 veces y así me quieres embarazar – le reclamó ella apretando los puños ya que sentía que debía controlarse, aunque en su mente ya se imaginaba volándole los sesos a ese imbécil. - Agradece que te he tocado, porque sabes ahora que hemos estado viviendo juntos me doy cuenta que me das asco – mencionó sonriendo de lado al ver que sus palabras nuevamente lastimaban a la mujer
- Hola – mencionó ese chico de forma coqueta. - Hola. - Y vienes mucho por aquí. - No tanto. - Vaya que fría eres. - Y tú eres muy obvio. - Entonces sabes que deseo invitarte a una cita. - ¿Dónde y cuándo? - Te parece aquí, mañana como a esta hora – mencionó guiñándole el ojo, antes de salir de ese edificio y subirse a su automóvil. - Eso fue raro – mencionó ella divertida, antes de girarse y avanzar a cumplir la misión que le había encomendado su padre de “liquidar” a un deudor, aunque en su mente estaba ese chico que le coqueteo. Justo al salir de ese edificio sintió que alguien la observaba por lo que ella se puso seria, buscando mirar a todos lados de forma discreta y seguir avanzando ya que se supone ella no debería estar ahí.En eso buscó perderse entre los peatones buscando caminar ligeramente rápido con la esperanza de que lo perdería de vista. Tras avanzar aun sentía que la seguían por lo que busco esconderse en su edificio departamental, mirando atentamente a la p
Melissa dejó escapar un suspiro al ver que ellos se alejaban despidiéndose de ella por lo que sonrió al ver esa actitud tan linda de la pequeña. Una vez que ellos se perdieron de vista una camioneta con ventanas polarizadas se estaciono en la entrada, donde bajaba una castaña y corría a abrazar a la pelinegra. - ¡Melissa! dios… ¿dónde estabas? me asustaste mucho – exclamo angustiada una joven castaña, de cabello largo amarrado en una coleta baja en esos momentos, poseía ojos de color marrón que estaban ocultos detrás de unas gafas de armazón color azul oscuro, su tono de piel era claro y en esos momentos estaba usando un smoking estilizado – estaba muy preocupada. - Igual te extrañe mucho Atenea. - Pero dime ¿qué paso? ¿por qué? ¿por qué me hiciste eso? – hablo sintiendo algunas lágrimas en sus ojos. - Perdóname… todo lo hice por estúpida. - ¿Eh? ¿cómo que estúpida? eso no es verdad, lo hiciste por amor y en ese caso todo se perdona. - … - la pelinegra hizo una mueca al escucha
De forma paralela, en una gran mansion en otra ciudad estaba una pareja disfrutando de la tina de hidromasaje al aire libre donde se notaban muy amorosos y cariños.- Señorita Natalia… - justo en eso, un hombre vestido de negro y gafas oscuras llego para interrumpirlos.- ¡QUE! – se quejó la mujer, quien era una joven castaña de cabello largo rizado, quien poseía una mirada color miel, de una envidiable y perfecta tonalidad de piel muy clara, la cual resaltaba en su perfecto y exuberante cuerpo curvilíneo, el cual estaba cubierto con un pequeño bikini de color negro ya que solo cubría lo necesario sin dejar mucho a la imaginación.- Perdón por la interrupción, pero la necesitamos – indico el sujeto acercándose para entregarle una bata de baño.- Amor ¿todo en orden? – pregunto confundido el joven pelinegro que estaba con la chica en la tina.- Si Fernando, todo está bien ya vengo – dijo acercándose a besarlo en los labios antes de girarse y salir mientras se colocaba una bata para seg
Así empezaron a pasar los días, dando ya habia pasado una semana desde que Melissa llego a vivir en la humilde casa de los Holmes.Justo en esos momentos Melissa estaba divertida jugando con Lottie, quien le enseñaba sus juguetes especiales que solo podía usar con el permiso de su papa, quien le dejo usarlos en esa ocasión especial para que jugara con la mayor.- Mia mami – dijo Lottie mostrándole un cofrecito especial donde guardaba un poco de maquillaje que su papa le habia comprado.- Wa, mira que lindos colores – hablo ella sacando un brillo labial color cereza.- Nina gande.- Vamos a arreglarnos entonces y te dejare preciosa.- Mami, mía – menciono Lottie mostrándole en su Tablet un video donde una chica les enseñaba como hacer un peinado de una coleta con un lazo.- Oh, pues no se ve difícil – menciono Melissa al ver el video - ¿quieres que te peine así?- Si.- Jeje puedo intentar, pero no tenemos cin…- Mami – en eso Melissa se asombró al ver que la menor le mostraba otro cof
Después de un par de horas ambas pelinegras despertaron riendo al ver como se encontraban.- Hola – saludo la pequeña sonriendo.- Buenas – dijo Melissa divertida dándole un beso en la frente a la menor, quien la imito y le dio uno en su mejilla.- ¿Ya despertaron dormilonas? – pregunto divertido Alessandro, quien tenía una libreta y bolígrafo en la mano.- Api – dijo feliz ella saltando a sus brazos, por lo cual el rubio soltó lo que tenía en sus manos para atraparla.- Hey jajaja – menciono feliz atrapándola y sentándose en el sofá junto a Melissa, a la vez que recibía un beso en la mejilla de su pequeña - bueno jovencitas vayan a cambiarse o peinarse.- ¿Por qué? – pregunto Melissa, al ver que el mayor recogía la libreta y el bolígrafo que tiro.- ¿Saii? – pregunto Lottie la reconocer la libreta de la lista del super.- Melissa, recuerda que te dije que iremos al super por víveres.- Ah cierto, hehe lo olvide.- Supe – indico Lottie emocionada – ve mami – dijo tomando de la mano a
Por otra parte, la camioneta negra estaba llegando a una gran mansión situada a la orilla de la ciudad, donde se podía ver a la entrada a una fila de sirvientes y médicos listos para recibirlos y ayudarlos en todo.Alessandro vio eso, agradeciendo que estuvieran preparados porque su pequeña aún estaba alterada por las detonaciones, pero igual seguiría con su propio plan y fachada.- Melissa ¿dónde estamos? – le pregunto el rubio mirándola a los ojos.- Tranquilo doc, estamos a salvo – indico ella sonriéndole.- Eso no responde mi pregunta.- Estamos en mi casa, por favor confía en mi – pidió ella tomándolo de la mano.- … - Alessandro arqueo una ceja ante ese comentario.- Api snif…- Tranquila mi amor, ya no escucharas ese ruido feo – dijo besando la frente de su pequeña y buscando secar sus lágrimas.- Llegamos señorita – anuncio Atenea cuando el automóvil detuvo su marcha por completo y ella abrió las puertas para que bajaran del vehículo.- Vengan – hablo Melissa colocándose de pi