Así empezaron a pasar los días donde padre e hija empezaban a acoplarse a su nueva vida al lado de Melissa y su familia, donde era divertido ver las expresiones de Lottie al descubrir cada aspecto de la nueva casa, aunque le gustaba ir a jugar con los pequeños cisnes y admirarlos cuando nadaban e igual los pavo reales cuando extendían las plumas de su cola.

A Alessandro le parecía curioso ver como su pequeña se fue pegando a Melissa y ahora hacían travesuras juntas o las veía jugando algún juego o con las aves, al observarlas a veces se sentía un poco triste de que su amada no era la persona que estaba al lado de su pequeña descubriendo todo eso, pero sabía que desde el cielo los cuidaba.

Una noche Melissa recordó algo importante y aprovecho que estaban en la mesa cenando para interrogar al rubio.

- Cierto oye Alessandro, Lottie ¿tiene 5 años?

- Aja ¿por qué preguntas?

- ¿Qué día es el cumpleaños de esta linda princesa? – hablo mimando a la menor.

- Yoo, yo sé – indico feliz Lottie.

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