DalilaPrimero lo encuentro rodeado de mujeres, y ahora esta atrevida lo persigue ¡Casi lo tocaba! ¡Descarada!¿Qué le pasaba a las personas hoy en día? No había respeto de ningún tipo. Lucas se ve preocupado y sin saber qué hacer, y yo me acerco mientras Mabel me mira como si yo fuese una basura en el piso. —Perdóneme, señorita Ferrero... pensé que este buen hombre había entendido por fin que podía jugar en las grandes ligas— dice ella dándole una mirada apreciativa a mi esposo, concentrándose particularmente en su pecho y en cómo le queda el magnífico traje que tenía puesto. —Señora Dantes... querrás decir— menciona él con acidez. Ella nos da una risita, mientras se acerca a él y se muerde el labio. Tiene un vestido casi transparente que deja muy poco a la imaginación. —Mil disculpas... —dice ella y se va, contoneando sus caderas. Obviamente que no son disculpas sinceras, todo lo contrario, está sumamente contenta de haber hecho el mayor daño posible. Yo estaba que me daba un a
Lucas No sabía si toda la situación que estábamos pasando, la pelea, la discusión, me enloquecía o me encendía. Pero finalmente saber que ella tenía celos del resto de las mujeres, aun cuando yo no iba a tener nada con ellas, prácticamente me volvía loco. Reconozco que la había llevado a esa sala para que habláramos, quizás besarnos y hacer las paces, pero habíamos terminado tocándonos de forma salvaje. Ella pasaba sus manos por mí, abriendo mi camisa, mordiendo mi hombro y yo no podía controlarme más. Mi objetivo, mi único objetivo era hacerla venir varias veces, que gritara mi nombre cuantas veces fuera posible. Demonios... si los demás los escuchaban, hasta mejor. No quería que quedaran dudas de que ella y yo estábamos juntos. —Lucas... por Dios— gritaba ella mientras yo iba con fuerza en ella, cada vez más. Estaba determinado a poseerla. Que ella entendiera que no había nadie más. Ella decía que las mujeres me veían pero yo también había visto como otros posaban sus ojos en
Lucas —No sé qué tienes mi amor, lo juro que no sé... pero estás increíblemente fogosa. Ya no sé si debo quitarte el vestido o no... todo lo que haces me enloquece— le digo entre besos. Llegamos al departamento prácticamente a tropezones. Me gustaba la idea de que estuviéramos en otro lugar, en otro espacio, ahora seguros y dónde podría dedicarme a hacer lo que quisiera con ella. Sin pensar que nadie nos está viendo ni preocuparme por algún ataque. Podía entregarme completamente a tocarla y a besarla y hacerla mía una y otra vez. —Todos estos días he sido miserable sin ti... — dice entre susurros mientras yo decido que efectivamente deberíamos hacerlo en otro lugar, y la llevo al baño. Tenemos muchas propiedades en la ciudad pero por supuesto, le dejé la mejor. El departamento era grande y acogedor y el baño particularmente especial. Había una regadera con un vidrio transparente donde tendríamos muchísimo espacio. Yo me desvisto en tiempo récord, y mientras voy abriendo la l
Dalila Hace ya unos años No podía creerlo. Hacía ya un tiempo había tenido el testamento donde mi padre dejaba todo en mis manos, pude haberlo presentado, pero finalmente prometí no hacerlo. Y ahora me sucedía esto. No podía evitarlo, solo me queda hablar con mi hermana y convencerla, aunque ella nunca había sido la persona que me escuchara más. —Hermanita, tienes que hacerlo por el bien de todos... —decía Claudia con su eterna pose de superioridad. —¡Querrás decir por el bien tuyo! ¡No puedo creer que me vayas a meter en un matrimonio por contrato como si yo fuese un caballo o una vaca! —digo angustiada y ella me da una sonrisita. —Bueno... una vaca pareces... —dice, yo me la acerco con furia. —¡Me importa muy poco tus malos tratos y tus juegos y tus sobrenombres! ¡Esto es algo en serio, es mi vida! —digo y ella me mira molesta. —¡Me opongo rotundamente! ¡Ya tú me has maltratado lo suficiente por una vida! ¡Pero esto es el colmo, no pretenderás que realmente yo accederé
Dalila Ahora recordaba todo que él era ese pequeño niño que yo adoraba, que jugaba conmigo y me traía flores del jardín. Mi hermana nunca jugaba conmigo porque para ella yo era demasiado infantil. Luke… había sido mi amor infantil. Un niño encantador que siempre me ayudaba y me acompañaba. ¡cómo lo adoraba a él y a su padre! Me dolía en el corazón todo lo que les habia sucedido… pero él habia buscado la forma de volver a mi. Volver por mi.Por supuesto que ahora entendía todo lo que había sucedido y por qué él insistía en que cuando nos casamos estábamos completamente de acuerdo, porque era verdad. —Yo al tiempo me di cuenta de cómo te trataba tu hermana... por supuesto que ya había pensado que quizás podría tomar el control de la empresa con tus acciones. Pero realmente lo hice por ti— me había dicho él. Él se quedó un par de días en el departamento que fueron maravillosos, una especie de luna de miel. Él también me había comentado que luego de nuestra boda habíamos tenido nuestr
Lucas—¿Crees que puedas recordar algo más? ——Solo que… cuando estuve aquí, en este preciso lugar, me sentí mal, y recuerdo que me parecía conocido y quizás algo sucedió aquí, porque me dio un ataque… pero no recuerdo exactamente qué fue— dice ella mientras volvemos a ese lugar en la floristería donde tuve el ataque de asma. Si bien todavía nos falta mucho por averiguar, es obvio que estamos teniendo avances, así que hemos estado volviendo en nuestros pasos para intentar reconstruir qué pasó en esos pocos días en donde ella regresó a New York, ¿qué intentaba Ernest que firmara ella? —Espera…— dice de repente cuando ya voy a dar marcha atrás y entrar en el auto, para continuar con nuestro camino.—¿Algo aquí te parece conocido? ——Sí pero no de mi pasado exactamente, es decir no de cuando yo vivía en el pueblo y él me trajo... sino de tiempo después, de hecho de hace pocos días— dice y subimos al auto.—Okay... ¿Quieres que demos una vuelta más? — Pregunto haciéndole señas a mi guar
Dalila Unos años atrás No puedo creer que me voy a casar, y mucho menos de esta manera. Sé que... no es lo que nadie hubiese pensado, ni el sueño de alguna mujer. Es verdad que yo a él lo conocí desde hace mucho tiempo, y de pequeña lo adoraba... e imaginaba de alguna manera estar con él. Luke era un niño precioso, amable, cariñoso que siempre estaba atento a mí. Y de repente yo tenía a un hombre ahora, enfrente de mí, totalmente diferente de alguna manera. No había que ser muy inteligente para saber que Lucas Dantes era un CEO poderoso, a veces frío, que daba algo de miedo, aunque conmigo era diferente. Y a la vez... había algo de ese pequeño niño, a veces en su mirada y en la forma en que tomaba mi mano. Nunca pensé que me iba a casar pero me hacía sentir bien que fuera con él. Lucas me presentaba a sus ayudantes y todos eran increíblemente amables conmigo. Tenía una sensación diferente, rara, entre emoción y expectativa. —Por supuesto que iba a haber un contrato, yo no vo
Lucas—Recordé nuestra boda... creo que había recordado un poco antes, pero no entendía bien qué pasaba. En ese momento me pareció algo extraña, pero ahora... recuerdo que quería casarme contigo, aunque todo era, inusual, digamos— dice ella mientras salimos a comer en una cena. Cada vez estamos más tiempo juntos y yo no me imagino tenerla lejos. Me propongo convencerla de que vivamos juntos de nuevo, sin contar que así me sentiré más seguro. Algo en ella ahora… me hace querer cuidarla más que nunca.—Mi amor... quería comentarte algo... obviamente es tu decisión, pero será importante que la tomaras en cuenta— digo y ella me mira atenta. —Owens ha traído pruebas de que hay alguien vigilándonos, varios hombres que parecen sospechosos han estado fuera del edificio en dónde estás y... yo temo que sean esos hombres a los que Ernest les debe dinero. Ellos podrán haber perdido sus bienes, pero este tipo de personas… estos mafiosos… van a hacer todo lo posible para sacarles el mayor provech