DalilaNo había vuelta atrás, por más que quisiera. Tenía el estómago revuelto del estrés y del miedo. Pero hace unos días había hablado con Celeste y había revisado la información, y cada vez que entendía algo me daba cuenta… de que mi ex estaba involucrado en las cosas más horribles. Me costó creerlo al inicio, pero… Ernest no era nada de lo que yo alguna vez pensé. El hombre que me cuidó y me ayudó… a veces era extraño, pero atento conmigo.Le habían hecho un daño tremendo, a muchísima gente, comenzando por Celeste, los demás trabajadores, habían destruido empresas y dejando a la gente en la quiebra, había constancia de abusos y otros horrores. Y yo simplemente no podía darme la vuelta y seguir como si nada. Así que tenía que hacer esto… así fuera lo último que hiciera en la vida.— Yo he tomado la decisión— le contestaba a Lucas y lo escuchaba maldecirla y agitar sus manos en el aire, era como si él de repente se diera cuenta de que todo esto era mucho más de lo que habíamos i
Lucas — ¡Ese maldito imbécil me las va a pagar!— Desde que ella había ido caminando al muelle sin despedirse de mí, me había quedado viendo el punto en donde ella desapareció como un tonto. Y desde el primer momento todo había empezado mal, Ernest la lastimaba, la tocaba sin que ella quisiera, la trataba como si fuese una cosa. Y peor aún, él estaba convencido de que ella no valía nada y que era de él. —¡Es un desgraciado imbécil y lo voy a moler a golpes!— gritaba yo mientras Carter me intentaba controlar. — Ella lo está manejando muy bien... ¡ Contrólate Lucas!— me decía sujetándome. Tenía razón, por supuesto que sí, mi ataque de molestia no estaba ayudando a nadie, pero creo que ustedes entenderían que me era muy difícil controlarlo. Me sentía culpable, yo le decía que él era un bastardo, pero entonces... ¿Yo qué era? El rubio estúpido había dicho cosas terribles, pero también había hablado de una vida casi de ensueño con ella. Y me daba cuenta de que ella tenía sueños
DalilaHabía pasado momentos en lo que ni siquiera podía dormir. Toda la situación con Ernest y la posibilidad de volver a verlo me superaban, quizás yo me la estaba dando de valiente y en realidad simplemente yo no estaba hecha para esto. Nadie me hablaba de qué era lo que venía o si había una solución para evitar esa próxima reunión, ya que podía suceder lo mismo y yo ya no sabía qué hacer. Como si fuera poco, Lucas me daba señales totalmente mixtas. A veces pareciera que él quiere algo más, me había dicho que se había arrepentido de lo que me había dicho. Pero luego se distanciaba y yo ya no sabía qué pensar, si él me quería, si esto era solamente una mentira, celos... y ya ni sé qué podría hacer. Inclusive había momentos en la noche en que creía que él estaba ahí, atento a mí, como si supiera que tenía pesadillas, que después ni recordaba, pero algo me hacía sentir segura. Pero nunca supe si eran ideas mías o de verdad.Por supuesto que lo había estado evitando simplemente para
DalilaDe todas las cosas que habían pasado... esta sin duda era la más extraña e impensable. Pero parecía tener lógica con todo y que yo dudaba de él. Lo que él me decía sobre nuestra boda y lo que yo recordaba... había sido un momento feliz. ¿Por qué él y yo habíamos decidido esto? ¿Por qué habíamos decidido tomar un matrimonio que por todas las razones parecía contradictorio? Pero él me decía que me quería y yo me quedaba con eso. Me sentía…más que feliz… podría saltar de felicidad. Si esto era verdad, había una esperanza para nosotros. — Sé que es lo que menos que pensabas escuchar... y mucho de lo que me has dicho tienes razón. Y no de solo ahora... hemos tenido también antes muchos problemas y tormentos. Algunos por mi culpa, otros por tu familia, nuestro pasado… y todo lo que nos rodea. Y yo no quiero que me le digas nada ahora, porque sé que lo que has conocido de mí no ha sido lo mejor— dice y exhala.— En mi vida han pasado tantas cosas que me han hecho ser desconfiado, e
Lucas — Podríamos colocar un portón de seguridad y una red eléctrica— me dice Owens. — Lo que crean que sea necesario y recomienden, especialmente lo que diga la detective Roberts. No escatimen en gastos, no quiero otra sorpresa como la del invernadero de nuevo. Owens.... ¿ La detective te dijo algo? ¿Encontró algo en esa nota o en la piedra?— —Lo están investigando en su laboratorio, pero cree que es poco probable que dejen algún rastro. Así que solo tenemos teorías de quién pudo haber hecho esto— De todos modos no importaba, yo sé quién lo había enviado. No había ni siquiera que pensarlo mucho. Tenía una copia de la nota en mi escritorio y la había leído tantas veces que prácticamente ya la tenía memorizada. Ya te reconocí. Sé quién eres y lo que buscas Pero no lo vas a lograr. Si crees que eres el más poderoso de New York, estás muy equivocado. No conoces ni la mitad de lo que yo puedo hacer. Te lo dejo como advertencia por única vez: Deja de perseguir a mi familia, ab
Dalila— ¿Sabes? Tenía mucho tiempo que no venía a un evento de la mano de una mujer... bueno, al menos con una, con quien realmente compartir cosas interesantes— me decía. — Estoy convencida de que hay muchas mujeres interesantes por ahí, solo tienes que... abrir tus posibilidades— le digo y en realidad quisiera averiguar cómo es la relación con su esposa, pero creo que quizás no estamos todavía en ese tipo de confianza. — ¿Te refieres a que no ande solamente con mujeres que están interesadas en mí, con las cuales... yo quiero solo acostarme?— me pregunta con una sonrisa mientras caminamos alrededor de los invitados que parecen todos muy sospechosos. — Creo que no lo pude haber dicho mejor— le contesto y él se ríe. — Debo decir en mi defensa que no todos podemos tener lo que tú y Lucas tienen— me dice cuando ve que me quedo callada y bajo la mirada, él agrega.— Por experiencia sé… que ninguna relación es fácil, pero créeme que es sencillo ver cuando vale la pena luchar— dice.
Lucas —La información que hemos obtenido es excelente, no lo puedo creer— decía Owens. ¿Pero a qué costo? No me pude tranquilizar hasta que la tuve en mis brazos temblando como una hoja. Al menos ahora se apoyaba en mí, no me evitaba. Todos le decían que había hecho un trabajo magnífico, sabíamos no solo del proyecto de Marsella, sino que definitivamente los Smith estaban metidos y lo habían encubierto. — ¡Esta es la última vez! Por más que ella lo desee, no volverá a ser espía ni nada por el estilo, no puedo permitir que ella se someta a esto, no importa el bien que traiga. Buscaremos otra forma ¡Nadie merece haber pasado por algo así! ¡La trataron como juguete!— decía yo muy firme y todos asentían. Habíamos logrado muchísimo, pero es mejor buscar otra manera, por sobre mi cadáver ella pasaría por algo así de nuevo. Yo la tenía abrigada con mi chaqueta, en un intento de protegerla luego de todo lo que había pasado. — Lo siento mucho, Dalila nunca debí dejarte...— le decía Car
Dalila— Realmente ha sido una experiencia espantosa, nunca me imaginé que te ibas a involucrar en algo así... pero alguien tenía que hacerlo, esta gente tiene que ser detenida a toda costa— decía mi amiga Celeste mientras escuchaba los acontecimientos de los últimos días. — Solo quiero que sepas que has sido parte fundamental, la información que me diste me permitió ver muchas cosas. Yo pensaba que Ernest era otro tipo de persona, pero... me di cuenta de quién era finalmente— le digo y ella sonríe.— Y también quería pedirte un favor... no estás obligada, no quiero que hagas nada que no deseas o que te sea incómodo... pero creo que la información que tú tienes de dentro de grupo Ferrero podría ayudarnos…— le digo y ella toma mi mano. — Por supuesto y con mucho gusto— y yo siento que vamos avanzando. Finalmente, mi intuición había tenido razón y ella era realmente una gran persona. Celeste habla primero con Owens y luego también llega mi esposo que venía con cara preocupada. — Gra