SabrinaMe encontraba sumergida en un profundo sueño cuando escucho un sonido estridente. Abro los ojos de golpe y puedo darme cuenta de que ya ha anochecido.Me levanto de la cama para ir en busca del ruidoso aparato, rebusco entre mi bolso encontrando mi celular con cientos de mensajes.El grupo Los Puñeteros tiene alrededor de 2000 mensajes y paso a creer que mis amigos no tienen oficio ni beneficio. Abro el chat y en realidad no me siento con ganas de leer todo y por eso busco entre mis stickers uno que dice “¿De qué me perdí?” e inmediatamente llega un audio de Verónica diciendo que pasan por mí a las 8:00 de la noche y que me vista sexy y provocadora. Respondo con una manita y dejo mi celular a un lado para darme una ducha y preparar algo de comer antes de ir a la gran noche.Después de comer busco entre mi armario una serie de vestidos, no sé por cuál decidirme y tomo una foto para ponerlo a votación con el grupo.Solamente espero que no vayan a querer que use el más atrevido.
RodrigoAsombrado, sorprendido; confundido; feliz, esas son unas de las sensaciones que siento en este momento al estar justo frente a la hermosa doctora. Ni en mis sueños llegué a imaginar que podría encontrarme con esta mujer en este lugar y que mucho menos sea amiga de mi prima.—¿Acaso ya se conocían? —pregunta Katya con incredulidad.—Sí, lo conocí en la clínica del doctor Brockmann hace unos días. —responde mi hermosa Sisy Pink recobrando la compostura.—Vaya, qué casualidad de la vida ¿No? —responde Katya con los brazos como jarra.Me acerco a ella para abrazarla, pero justo en ese momento me doy cuenta de que no viene sola y tiene un acompañante. El hombre se me hace un tanto familiar, pero no recuerdo donde lo he visto.Tiendo la mano para saludar a la doctora y con la mirada le hago señas para saber quien es el caballero a su lado.—Señor Evans le presento a…No termina de hablar porque es interrumpida por el hombre en cuestión.—Soy Mauricio su “NOVIO” —se presenta cordialm
KatyaPor culpa de mi querido primo, ahora nos encontramos en un tremendo problema, justo ahora vamos de camino a la comisaría como si fuéramos unos vulgares delincuentes. En realidad no tengo claro cuál fue el motivo de la riña, pero de lo que sí estoy segura es que fue por mi nueva amiga Sabrina.No sé qué rollo se traen esos dos, desde un principio pensaba que eran solo tonterías mías, pero todo fue dando forma con el pasar de la noche. No sé si el hombre que la acompaña sea su novio o pareja, pero se encargó de darle una lección a mi primo que no creo pueda olvidar.Eso es algo que no tiene real importancia en este momento, pues ya tendrán tiempo de arreglar sus diferencias. Lo que en verdad me angustia es el cómo van a reaccionar nuestros padres y sobre todo mi abuelo.Mi primo no se da cuenta de que todo lo que está haciendo últimamente son puras estupideces, con ello le está dando la razón a mi hermano que no hace más que llenarle al abuelo la cabeza de cucarachas con respecto
Finalmente, llegamos a casa, por todo el camino no hizo más que regañarnos por ser unos imprudentes e irresponsables.Como era de esperar, mi primo Rodrigo habló con él y se echó la culpa de todo lo sucedido, cosa que es cierta, si él no hubiera besado de esa manera a Sabrina nada de esto nos hubiera perjudicado.Para ingresar a casa lo hicimos por la parte trasera de esta para que nadie se diera cuenta de la hora que llegamos. Si nos llegaran a descubrir ardería Troya.Papá prometió no decir nada al respecto y eso hizo que sintiera un gran alivio, la verdad es que estar frente al ojo de don Fernando es como si estuvieras a punto de ir a la guillotina. Una vez dentro de mi habitación me deshago de toda la ropa, aún siento el olor repugnante de la celda en mis fosas nasales.Entro al baño para darme una relajante ducha y finalmente irme a descansar. Mañana me espera un día un tanto pesado y serán poco lo que podré dormir, claro si logro apartar de mis pensamientos a Marcos, el amigo de
Sabrina Luego de lo ocurrido en el club no he podido ver a la cara al doctor Mancini, cada vez que lo veo a la distancia simplemente apresuro el paso para que no me vea, pero sé que todo esto es algo infantil. Tengo que llenarme de valor para enfrentar la situación y es por eso que me dirijo a su consultorio. Necesito saber para qué día será la operación de mi padre y así poder estar más desocupada ese día. No voy a negar que todo esto me tiene con los nervios de punta, sé que tengo que sacar valentía y hacer acopio de toda la tolerancia para pasar esto. Con el favor de Dios sé que todo va a salir bien, el doctor es una eminencia en su campo. Respiró profundo antes de tocar la puerta, pero no alcanzo a hacerlo porque se abre de inmediato, dejándome ver al doctor, quien todavía se le nota el roto en el labio y un leve moretón en su ojo derecho. —Lo siento si lo interrumpí. —digo avergonzada—. Si quiere puedo regresar luego. —No hay necesidad de que te vayas. —dibuja una pequeña so
Mauricio¿Sentí celos?, claro que sí, tanto que estuve a punto de romperle la cara al idiota de Luigi. Se cree que con esa cara de idiota tiene a todas las mujeres a sus pies. Lo que él no sabe es que sé sobre su gran secreto y por ello lo tengo que alejar de mi princesa.Otra cosa que tengo entre ceja y ceja es al idiota de Evans, no es conforme con ser un mujeriego de primera, sino que también quiere joderle la vida a ella y eso no lo voy a permitir.Aún recuerdo el enfrentamiento que tuvimos en el club. Al darme cuenta de que la estaba obligándo a hacer algo que ella no quería, hizo que la sangre me hirviera y me abalancé contra él.Sabía perfectamente cuáles eran las consecuencias de alterar el orden público, pero eso me vale tres hectáreas de zapatos por no decir otra palabra.Haciendo a un lado esos malos encuentros subo al interior de mi auto para dirigirme a mi departamento. Por todo el camino no dejo de recordar ese beso eufórico que nos dimos en el consultorio.No voy a nega
El sonido de la alarma me pone en alerta, anoche la programé para que sonara más temprano que de costumbre.Necesito darme una ducha e ir a la clínica para tener todo listo antes de la cirugía. Entro al baño para darme una ducha con agua fría y cuando salgo me pongo mi uniforme y agarro mis pertenencias.Estando en el pasillo a la espera del ascensor puedo escuchar que se abre una puerta a mi espalda, solo ruego a los cielos que no sea Tifanny nuevamente, no quiero empezar el día con el pie izquierdo.Al notar a la persona que se para a mi lado y salida suelto un gran suspiro aliviado de que no sea ella.—¡Buenos días Dr. Mancini! —saluda Alfred otro vecino de piso—. Hoy va más temprano que de costumbre.—¡Buenos días señor Alfred! —palmeo su espalda—. Sí, hoy tengo una cirugía muy importante.—Entonces le deseo la mayor suerte. —posa su mano en mi hombro—, aunque esas palabras están de más, usted es un excelente doctor.Las puertas del ascensor se abren y entramos en el interior dond
Las horas pasan y yo sigo aquí sentada en el mismo lugar, bueno no puedo negar que de vez en cuando me he levantado para estirar las piernas.En el proceso de espera mis amigos han venido a darme un pequeño vistazo de vez en cuando y me han traído café, galletas y frutas.Todo me lo he comido a causa de la ansiedad que me generan los nervios.Por otro lado, está el tema del beso que simplemente Sonia no pudo dejar pasar. No dejó de recalcar lo bien hombre que es el doctor Mancini y lo tan enamorado que está de mí.Por un momento llegué a imaginar que me encontraba en el altar al punto de casarme con él. La sola idea de imaginarlo me hace gracia, finalmente terminé por decirle a ella que me llama un poco la atención, pero no tanto como para terminar casada con él y formar una bella y hermosa familia.«—El tiempo lo sana todo y verás que tu destino está escrito.» Esas fueron palabras textuales de Sonia ¿Acaso se cree vidente? Sonrió ante la locura de que pueda llegar a tener razón.Salg