Al llegar me sorprendí bastante ya que en realidad no se trataba de un restaurante con luces y carteles luminosos, al contrario nos encontrábamos frente a una enorme mansión donde un portón negro de hierro se abría paso para que podamos recorrer el corto sendero de entrada. El lugar era hermoso, contaba con un bello jardín delantero muy bien conservado y con luces tenues que iluminaban pequeños sectores del mismo. La mansión era de color blanca con detalles en negro, como las ventanas y las puertas que por cierto eran enormes. Quien sea que viva dentro tenía un lugar muy amplio donde perderse y nunca aburrirse, o quizás sí. — ¿Aquí vive tu amigo? ¿Qué tipo de amigos tienes? — pregunté sonriendo pero en sí bastante curiosa de conocer esa respuesta. Me generaba bastante curiosidad conocer al amigo de Alessio, además no comprendía porqué nos había traído aquí cuando según él tendríamos algo romántico y había dicho que vistiera algo hermoso. Había creído que me llevaría para cenar a un
Me sorprendió bastante conocer la temática de este lugar, jamás había vivido una experiencia como esta. Realmente era algo nuevo, bastante sorprendente para el comensal y bastante ingenioso de parte del Chef, ahora tenía la duda de si Arturo tenía alguna discapacidad o simplemente había sido algo que se le ocurrió. Ya lo preguntaría más tarde, ahora solo esperaré y disfrutaré de esta nueva aventura. Luego de las debidas presentaciones nos preguntaron que queríamos de beber, por supuesto ambos dijimos que queríamos deleitarnos con un buen vino la diferencia fue que yo preferí un vino blanco y dulce, Alessio sin embargo prefirió un tinto. A pesar de no ver nada lo estaba disfrutando bastante ya que habían puesto una canción de fondo bastante linda y tranquila, la conversación con Alessio era amena y muy fresca. — Les queremos anunciar que en breve vendrá el primer plato, el mismo chef Arturo les servirá y se presentará ante la señorita Elena. — ¡Wow! Gracias. — Vaya, al parecer le g
La noche había sido más que maravillosa, jamás había disfrutado tanto una velada como esta. La compañía de Alessio era más que reconfortante y me encantaba su forma de ser, se había esmerado tanto en que me divirtiera y descubriera nuevas experiencias que realmente lo apreciaba. Conocer a uno de sus socios y amigos como Arturo fue algo bastante revelador, descubrí algo más que el heredero de la mafia italiana. Conocí a un buen amigo y un buen socio. Arturo lo apreciaba bastante y me había contado muchos grandes recuerdos que mantenía con él. Lo sorprendente de todo fue saber que sabía de quién se trataba realmente. Conocía su identidad, y aprovechó el momento de verlo para poder darle sus condolencias y felicitarlo por su nuevo puesto en la familia. Además, me había asegurado una y otra vez qué mejor hombre que él no encontraría para que fuera mi prometido. — ¿En qué piensas hermosa? — la voz de Alessio me devolvió a la realidad. Había estado bastante concentrada mirando por la ve
Al día siguiente Alessio ordenó a sus hombres para que prepararan las cosas para que nos volvamos a la casa. Por supuesto la decisión tan repentina sorprendió a Filippo pero ninguno de los dos quisimos decirle porqué del cambio de planes ya que queríamos darles una sorpresa a todos con lo relacionado a la boda. Alessio esa misma mañana mientras organizaban nuestras cosas me ordenó básicamente que comenzara a buscar vestidos y todo lo necesario para una novia ya que quería que tuviera todo lo que quisiera y que no me falta absolutamente nada. Me había dejado claro una y otra vez que me daría todos los gustos y por supuesto aquello me alegró como nunca y me había puesto en campaña buscando todo lo que quería. De todas formas necesitaba ayuda, necesitaba a más mujeres que me ayudaran a ver las cosas y organizar parte de la fiesta. Aunque sería familiar y muy íntima tampoco es que sería algo así sin tanto trabajo, toda reunión lleva una preparación. Ya en el avión de regreso a la casa
A minutos antes de descender recibí la respuesta de Irina, directamente me había enviado un audio en mi celular ya que no lo podía creer. Se comprometía a volar apenas le diga dónde y cuándo llegaba el vuelo. Estaba muy contenta porque la necesitaba aquí cuanto antes, pero me tocaba esperar unas 8 horas para que llegara. — Amor, ya mi amiga me ha confirmado. Tú sólo dime cuándo y dónde ella deberá esperar y listo. — Me alegra princesa que tengas a tu lado a una amiga que esté para tí acompañándote en nuestro día. — Todo eso es gracias a tí. — Bueno le diré a Filippo que se encargue y pásale el contacto así puede estar al pendiente de ella en este tiempo, porque tú mi princesa estarás muy ocupada organizando todo lo que una novia necesita. Cuando llegamos a la casa todos estaban muy sorprendidos de vernos, ¿Cómo no? Luego de la escapada que nos dimos y volver así de improviso claramente no se lo esperaban. Mucho menos la súper noticia que les teníamos, las mamás de Alessio y Filip
— ¿Señorita Kozlova? — La voz de Filippo me sorprendió, había estado muy concentrada viendo algunas imágenes para la boda que no había escuchado cuando llegó. — Filippo, pasa pasa. — Le digo mientras me pongo en pie, me encontraba en el salón donde Alessio me había dicho que podía utilizar para bailar cuando lo necesitaba. Esta vez lo que me urgía era escaparme un poco de todas esas mujeres que me estaban ayudando con la boda. — Por favor no me digas señorita, tienes mucha confianza con Alessio porque son buenos amigos entonces también conmigo ¿Si? Solo dime Elena o Lena, como prefieras. — Está bien Elena. — Me responde sonriente ingresando a la habitación mirando todas las hojas que se encontraban en el suelo y las bebidas que Ana me había estado trayendo. — Quería avisarte que tu amiga está llegando, tu hermano hizo bien en contratar un vuelo privado para ella porque sino nuestro piloto recién estaría llegando a Rusia en estos momentos. — Así es, muchas gracias Filippo por encarg
La organización de la ceremonia estaba logrando que todos en la casa estuvieran como locos. Yo también estaba así, debíamos cuidar que nadie se acercara a la casa ni a ningún invitado para que nadie pudiera dañar nuestro gran día. Sé lo preocupada que Elena estaba con eso y no quisiera que tuviera esas cosas en mente cuando debería estar disfrutando de un gran día. Había estado en continuo contacto con Yuri para estar seguros que ninguna familia estuviera en peligro, nuestro fugaz escape logró que nuestros enemigos se volvieran locos buscándonos ya que ninguno se esperaba esa escapada. Gracias a eso logramos recaudar algunas informaciones importantes como también agregar a algunas personas más en nuestra lista de sospechosos. Elena no sabía, pero todos estábamos trabajando para poder lograr atrapar a estos individuos que nos quieren dañar, su propio hermano tuvo que volver a Rusia porque creía que su familia estaba en problemas. El matrimonio sería una gran ventana para que estas p
— Quiero saber una cosa, tu amiga ¿Me odia o algo por el estilo? — ¿Por qué preguntas eso? — Elena me mira con una sonrisa en su rostro divertida por mí. — Has visto como me mira, como si estuviera esperando que hiciera algo mal. ¡Vaya amiga que tienes! Elena suelta una gran carcajada y enreda sus brazos alrededor mío para luego comenzar a repartir suaves y pequeños besos por todo mi rostro hasta llegar a mi boca. — ¿Acaso me dirá el Don D’Angelo que se siente cohibido por una rusa que apenas conoce? Mmmm sus enemigos que podrían pensar de usted mi señor. — Elena… no juegues conmigo. Princesa dime una cosa, todo esto — digo señalando el jardín con la carpa y todos los arreglos florales que están siendo ingresados dentro junto con las sillas y las mesas — ¿De verdad te gusta? Quizás mi madre tenga razón y hubiéramos esperado un tiempo más para casarnos. Sabes que podrías tener una mejor organización, mejores cosas no sé, quizás alguna otra cosa que te hiciera feliz. — A ver señor