La cena, maravillosa. La compañía, espectacular. La vista, magnífica. La noche, mágica. Me había divertido como nunca antes, jamás me imaginé que una primera cita podría ser tan especial. Entre risas y risas las horas habían pasado volando y no me había dado cuenta. No estoy muy segura en qué momento me dormí, lo único de lo que sí estoy muy consciente es de la fragancia tan masculina que llegaba a mis fosas nasales e invadía todo mi sistema respiratorio. Cuando intenté moverme me di cuenta que estaba rodeada de unos brazos que me sostenían fuertemente. Fue en ese momento que abrí grande los ojos asustada porque no sabía donde me encontraba, cuando me despabile me di cuenta que nos encontrábamos en el coche supongo que rumbo a la casa y que me encontraba rodeada por los brazos de Alessio quien también dormía con la cabeza recostada sobre el asiento. Traté de zafarme pero era imposible porque me sostenía con fuerza. Podía escuchar muy bien el latido de su corazón, nos encontrábamos
No había querido sonar como un presumido, porque lo que estaba diciendo era simplemente la verdad. Planeaba besarla hasta que ambos no podamos respirar más, hasta que nuestros pulmones griten por más aire. No tenía la más mínima idea de lo mucho que había fantaseado con tenerla tan cerca como en estos momentos, sentirla de la misma manera en que la siento ahora.Hace solo unos segundos había percibido como temblaba con mi tacto sobre su piel e incluso con mis palabras. Esta mujer se había convertido en una auténtica tentación para mí.— Entonces Alessio D’Angelo, sé mi Dios griego.Aquellas palabras acabaron con lo último de mí, no podía parar la tenía que besar, la necesidad me invadía y era muy fuerte, abrasadora sin lugar a dudas.Tomé su rostro con ambas manos y la besé con ímpetu, con ganas y con todo el deseo de mi alma. El beso era desesperado, embriagador y posesivo, mis manos pasaron de sus mejillas a recorrer segundo a segundo cada parte de su bello rostro para luego descend
El plan era algo por completo una locura, no tenía idea de cómo saldríamos de aquí pero de algo si estaba seguro, sacaría a mi prometida de aquí como sea. — Alessio ¿Qué harás? No me dejes sola. — Escucha bonita, debes quedarte aquí y estar atenta mientras nos abro un margen de tiempo para poder escapar. Por nada del mundo salgas sola, por nada del mundo te vayas con otra persona si no soy yo, Filippo o en todo caso tu hermano que está de camino. Ella solo asintió y tratando de respirar tranquila tomó mi rostro con sus dos manos que se encontraban heladas, y acercó sus labios con los míos en un beso algo tembloroso pero que me hacía jurar que volvería por ella. — Cuídate. Había recordado que en todos los vehículos contábamos con armamento pesado, mucho más teniendo en cuenta lo sucedido en Rusia, aquella vez nos habíamos salvado gracias a eso y desde entonces veníamos cargados. El plan era simple, los malditos han gastado gran cantidad de municiones al dispararnos a pesar de sab
El maldito esperó a que terminara de hablar para terminar la comunicación, en ese momento Yuri y su gente había llegado. Le indiqué que hacía falta un último barrido por lo que nos desplegamos y fuimos en busca de los que habían logrado escapar y de paso rescatar alguna cosa que nos pudiera indicar quién diablos estaba detrás de todo. — Quiero que me digan si reconocen a algunos de los hombres que aún mantienen sus rostros. Necesitamos ubicarlos, recojan todo lo que parezca importante para poder tratar de dar con quien sea que esté detrás de esto. Necesitamos más información. — Diablos Alessio, has logrado una maldita masacre en cuestión de minutos. Pero has sacado a mi hermana de aquí. — No estaba muy seguro si funcionaría, creí que estaban mejor preparados pero no es así. Aunque me temo que a partir de ahora habrá que redoblar la seguridad cuando salgamos y mismo en la casa, estoy muy seguro que ya saben que cuento con armamento pesado en el auto. — Gracias a eso pudieron salir
Filippo se marchó dejándonos solos finalmente, me sentía mucho más tranquila ahora que tenía a Alessio a mi lado sabiendo que no tenía nada y que no le había sucedido nada grave. Había estado muerta del miedo, me había enfadado tanto con Filippo por haberlo dejado atrás con esas bestias mientras nosotros salíamos escapando. — No sabes cuánto miedo tenía por tí. No vuelvas a apartarme de tu lado de esa forma. — Tranquila estoy bien, era la única forma de asegurarme que estabas a salvo. Venían por los dos, pero quién más les importa soy yo, no iba ponerte en peligro, eso jamás. — ¿Yuri llegó a tiempo? — Llegó al último, logramos debilitarlos y avanzamos. Incluso hablé con un idiota que parecía estar a cargo por radio. — ¡Ay Dios! Él solo acariciaba mi espalda y se colocaba sobre su pecho mientras también se recostaba y así poder descansar de toda la locura que habíamos vivido. Podía escuchar que sus latidos estaban alterados, aún no se había calmado no podía siquiera imaginar tod
Cerca de las 9.30 un golpe en la puerta y luego un llamado suave nos despertó, Alessio se levantó y fue abrir la puerta, escuché que había susurrado con alguien y nuevamente cerró la puerta para venir a acostarse a mi lado. Como no se movía y tampoco me decía nada decidí darme la vuelta para preguntarle qué había ocurrido. — ¿Quién era? — Ana, vino a avisarme que tu hermano había llegado con noticias y que quería hablar con ambos. — ¿Ahora ya? — Le dije que le avisara que tardaríamos un poco en arreglarnos y demás. Solo me pregunto qué fue lo que averiguó, por eso le urge hablarnos. — También me produce curiosidad. Mi hermano es bastante reservado en esas cosas, si quiere hablar con nosotros es porque es algo muy importante. Mejor nos arreglamos rápido y vamos a buscarlo. Él simplemente asintió, se levantó de la cama y dándome un beso suave y no muy corto fue hasta la puerta y con una última mirada se marchó a su habitación a alistarse. Me quedé suspirando en su ausencia, ¿Cómo
Habíamos hablado durante mucho tiempo queriendo ver la solución a los problemas que parecían no tener fin. Más que nada porque a todos les preocupaban sus familias, el asunto estaba en que Alessio se encontraba particularmente en una encrucijada con respecto a mí ya que yo me encontraba entre viajar o no a Rusia y él no quería dejarme ir sola. Decidimos que me quedaría con él durante un mes o dos, dependiendo como vaya la situación. Aprovecharemos a organizar los detalles de la boda ya que él estaba muy seguro que si me iba su madre aprovecharía y tomaría las riendas de todo y perderíamos la libertad de elegir. A pesar de que ya habíamos dormido juntos, aunque no había ocurrido más que eso, nos manteníamos en habitaciones diferentes con la intención de no dar que hablar y mucho menos defraudar a su madre. Pero se había vuelto habitual quedarnos a conversar hasta tarde en alguna de las habitaciones con la intención de conocernos mejor. — ¿Qué estás pensando? — me pregunta Alessio mi
El viaje fue bastante divertido, Alessio había hecho que las dos horas pasaran muy rápido con sus chistes y sus historias. Había visto ya hasta el momento distintas facetas suyas, pero hoy conocí su lado más relajado, divertido y competitivo. Durante las dos horas decidimos jugar algunos juegos de mesa, al parecer ambos éramos personas muy competitivas y a su vez muy justas ya que estábamos muy al pendiente de que ninguno hiciera trampa y que si el otro ganaba lo hiciera en condiciones. Hacía tanto tiempo que no me divertía de esta forma, olvidarme de todos los problemas que nos estaban rodeando centrándome solo en nosotros y nuestra diversión fue maravilloso, pensar que esto solo se logró en dos horas no podía imaginarme lo que podría lograr apenas pisemos tierra. — ¿Qué tanto piensas? Te noto como perdida en tus pensamientos. — Solo estaba disfrutando de los momentos que estamos creando juntos. Creo que soy afortunada porque mi hermano pudo encontrarme un prometido peor que tú.