Melanie miró el identificador de llamadas y vio el nombre de Nathaniel. Miró a Olivia con furia por última vez, le devolvió el tubo de ensayo y le advirtió: “Deberías pensar mejor lo que dices. ¡No hagas el ridículo con tu boca!”. Luego se dio la vuelta y se alejó.

“¡¿Dónde has estado?!”, preguntó Nathaniel con severidad a través del teléfono.

“Estaba en el laboratorio”. Melanie se molestó por su tono. “Solo estaba intentando ayudar. Ya que Lily no está dispuesta a ayudarnos, no puedo dejar que te enfrentes a esto por tu cuenta. MN Inc. es nuestra empresa, y no quiero que se desmorone así”.

“Nadie ha dicho que nuestra empresa se está desmoronando. Deja de ser tan negativa. Prepárate para irte. Voy a ir a recogerte”. Nathaniel sonaba como si tuviera prisa, y colgó el teléfono de inmediato.

Melanie se quedó mirando el teléfono durante un segundo antes de volver a caminar hacia el laboratorio. Se asomó al laboratorio, pero se detuvo tras pensarlo dos veces. Tal vez era una pérdida de