“No puedes culpar a Lilsy, Mike. Ella salvó a Nick, ¡y yo soy testigo de ello!”. Lisa parecía conocer a este hombre, e intercedió a favor de Lily porque no esperaba que Helen se comportara de esa forma.

“Lisa…”. Él volteó su cabeza hacia ella y le habló de forma bien educada. “¿Es tu amiga?”.

“¡Sí, es mi amiga! Lilsy salvó a Nick y no le hizo daño. ¡Te lo puedo garantizar!”.

Helen, ahora de pie a un lado, refutó: “¿Acaso ella es una doctora, Lisa? ¿Cómo puedes garantizar que no le hizo daño a Nick? Quizá Nick estaba bien al principio, pero sus acciones empeoraron las cosas. Incluso metió su mano sucia en la boca de mi hijo...”.

Cuando Mike escuchó esto, una luz brilló detrás de sus gafas. “¿Qué le hiciste?”.

“Ella puso su mano en la boca de Nick y le desabrochó la camisa. No fui yo... ¡No fui yo, Mike! Cómo podría hacerle daño a mi propio hijo...”. Helen se esforzó por explicarse.

“¡¿Si estabas en contra en ese momento, entonces por qué no lo dijiste?! Era obvio que Lilsy intenta