Melanie lucía desconcertada porque Frank le soltó la mano y se dio la vuelta para apartarse. Cogió una caja de cigarrillos de la mesita, sacó uno y se colocó junto a la ventana mientras miraba al exterior.

Melanie estaba confundida. Frank la llamó y le mostró una escena tan impactante, pero no la obligó a hacer lo mismo que él. Entonces, ¿qué quería hacer? Dio dos pasos hacia delante y miró su silueta. Parecía recordar las imágenes de su depravación en ese momento, lo que la hizo estremecerse.

Melanie no se atrevió a decir ni una palabra, así que solo se quedó allí de pie. La ropa le colgaba del cuerpo, y durante un rato no supo qué hacer. Después de fumarse medio cigarrillo, Frank se volteó para mirarla. La miró de arriba abajo con una expresión crítica. Luego habló mientras Melanie permanecía en silencio, sin saber si debía estar contenta o triste.

Frank había perdido interés por su cuerpo. ¿Significaba eso que por fin podría escapar de su tortura y conseguir un respiro y la liber