Ese era un día especial, así que Lily llamó a Alexander temprano para saludarlo. Al principio, pensó que él no estaría de acuerdo, pero inesperadamente, aceptó rápidamente y sin protestar. Ella incluso se preguntó si había escuchado mal. Sin embargo, ya que no tenía mucho tiempo, decidió concentrarse en el experimento.

Después de esa noche, cuando el producto fuera un éxito, se tomaría unos días de descanso. También podría pasar algo de tiempo con Alexander. Al pensar en ello, volvió a concentrarse en repetir los pasos de la prueba, con cuidado de no saltarse ninguno.

Después de lavarse la cara con agua fría, Oliva se sintió más despierta. Apenas había dado unos cuantos pasos afuera del lavabo cuando vio la espalda de un hombre. Era alto y se dirigía hacia el laboratorio con dos grandes bolsas en las manos.

“¡Quieto allí!”, gritó Olivia inmediatamente. Luego corrió tras él y le cerró el paso. “¿Quién eres y por qué estás aquí?”. Oliva mantuvo la cabeza alta mientras evaluaba al hom