Jordan Brenner

Increíblemente, la fiesta no estuvo tan mal y logré divertirme con los compañeros que tenía Becca en la universidad. Fue una celebración para los estudiantes de último año que se graduaron el próximo mes y desde que mi amiga ingresó a la universidad antes que yo, ya se ha adaptado muy bien. Y sobre tomar un curso, planeo que para el año siguiente, tomaré fotografía y eso es lo que más me gusta.

Cierro los ojos y me dejo llevar por el ritmo contagioso de la música, muevo mi cuerpo al compás y trato de quitarme de encima mis pequeños problemas, hoy quiero divertirme o mejor desahogarme. Me alegro de haber decidido acompañar a mi amigo, no me gustaría quedarme en el aburrimiento que es mi casa cuando Sean vive dentro de la habitación los fines de semana y mi papá no está.

— Samantha, ¿bebemos algo? —pregunta Becca y yo asiento.

Vamos al bar y pedimos Whisky. No sé cuántas copas he tomado, solo sé que me siento más ligera y riendo junto a Rebecca, mucho más.

Estábamos bebiendo un poco más, cuando ella se inclina hacia mí sonriendo y dice que alguien me está mirando.

— ¡Estás loca Becca!—digo sorbiendo el líquido de mi vaso.

— Hablo en serio, sigue mirándote y créeme, es el chico más sexy de la universidad, en realidad él y ese amigo suyo.—dice sonriendo y yo sigo su mirada. Muevo mi cara hacia un lado y mi mirada se posa en un chico con cabello rubio y un lindo cuerpo, su mirada se encuentra con la mia y sonrie levantando su copa con un trago mas oscuro que el mio hacia nosotros y yo para no avergonzarlo, Yo hago lo mismo y le envío una sonrisa. ¿Que me esta pasando?

— ¡Él está dentro de ti, Samantha, Brenner está dentro de ti! —dice rápidamente, toda emocionada, y yo pongo los ojos en blanco.

— No viajes bien? Ves cosas donde no las hay y…— Ella no interrumpe.

— Creo que mejor me voy de aquí, hasta luego amigo...—dice y se va tarareando.

—¡Loco!—digo bajo.

— ¿Quién está loco?—dice una voz ronca detrás de mí haciéndome tomar un pequeño susto y cuando me doy la vuelta, Justo detrás de mí estaba el tipo que Becca dijo que me estaba mirando.

— Hm, hola.—Digo un poco alto debido al volumen del sonido.

— ¡Hola, soy Jordan, Jordan Brenner! —dice y me tiende la mano para estrecharla y lo hago.

— Satisfacción, Samantha.—digo y consigo una risa agradable de él.

— ¿Sin placer? Smart Sammy.—dice y termino riéndome del apellido que le acabo de poner.

— Como dicen, placer solo en la cama. Pero no estoy de acuerdo— hablo y me acerco a su oído y susurro— el placer se puede tener en cualquier lugar que desee. Del suelo al cielo.—digo finalmente y miro sus ojos color miel que ahora son más oscuros de lo normal.

— Me estabas volviendo loco, ¿sabes? Verte bailar así me hizo pensar en cosas sucias.—dice a mi lado, colocando una de sus manos en mi cintura y moviendo la otra por mi brazo hasta mi cara. Siento su respiración junto a la mía y el ritmo cardíaco se detiene lentamente, cualquier movimiento o actitud ahí, ya estaría aún más rendido. Rápidamente bajo la mirada a sus labios rosados ​​semiabiertos, y los quiero junto a los míos al mismo tiempo y confieso, no cualquiera tiene esos labios. Y ahí suena Hunted de Beyoncé, nos besamos. El sabor del vodka y el whisky se mezclan y calientan mi cuerpo que arde aún más con su toque, muevo mis manos a su cuello y lo acerco a mí, hoy quiero sentirlo por todos lados, Sé que me arrepentiré más tarde y, aunque estoy parcialmente borracho, no culparé a la bebida porque realmente lo quiero.

— ¿Coche o baño? —dice Jordan en cuanto rompemos el beso.

— Coche.—digo todavía jadeando y ya estoy sacado. Agarro mi bolso y lo sigo.

Caminamos por el garaje y solo se escucha el sonido agudo de mis tacones resonando allí, y me detengo justo cuando suena una alarma. Jordan me abre la puerta y me subo y en menos de cinco segundos ya está en el asiento del conductor mirándome y a estas alturas del campeonato me da vergüenza.

— Eres hermoso Sammy, muy hermoso.—dice en voz baja y sella nuestros labios con calma. Dejo mis pertenencias a un lado y me subo a su regazo, con una pierna a cada lado dejándome llevar por el momento sintiendo su caricia en cada parte de mi cuerpo, adormeciéndome por completo. Mi vestido está levantado y sus manos aterrizan en mis muslos desnudos y apretándolos, desabrocha algunos botones de su ropa y paso mis dedos por su pecho, Abro los ojos y veo una cruz en medio de su pecho y deposito un beso allí y vuelvo a su boca dejando escapar un pequeño gemido cuando siento tu miembro duro tocar el mio aun vestido.

— ¡Necesito sentirte ahora! No puedo soportarlo más y me duele —dice Jordan con sus labios todavía rozando los míos. Muevo un poco mis caderas y él deja escapar un gemido ronco junto a mi oreja excitándome aún más, Le desabrocho el pantalón y él levanta las caderas, facilitando quitarme la prenda junto con sus calzoncillos negros, Muerdo mis labios tan pronto como siento su beso en mi vientre, apoyándome contra el volante y respirando hondo cuando me arranca las bragas de encaje y me besa allí. Cierro los ojos y me recuesto cuando siento su lengua sobre mí, sus manos apretando mi cintura y su lengua torturándome. Gimo suavemente al sentir que me chupa con fuerza y ​​casi grito cuando siento que se acerca mi orgasmo y me muevo en su boca.

— Eres dulce Samantha, ¿quieres probarlo?—dice mirándome y yo digo que sí.

Jordan besa mis labios con lujuria y todavía puedo saborearme en sus labios y no está nada mal. Sus manos me acercan más y siento que mi cuerpo se hunde en el beso y tengo que tragarme el gemido que se forma en mi garganta cuando lo siento dentro de mí, Espero un poco para acostumbrarme a su tamaño y luego muevo mis caderas lentamente. Coloco mis manos en su hombro, aumento los movimientos circulares, descanso mi cabeza en su cuello y dejo escapar mis gemidos.

- ¡Qué caliente estás Sammy!-dice moviendo sus caderas también y apretando mi cintura.

- ¡Oh Dios mio! Grito cuando tira de mi cintura hacia abajo y se entierra profundamente dentro de mí.

La adrenalina se apodera de mi cuerpo mientras muevo las manos para sujetar el banco durante las rápidas embestidas que proceden de él, Muevo mi cuerpo durante cada gemido ronco de él y me deshago como él. Mantengo mi rostro en tu cuello, así como tus manos en mi cintura, dentro del recinto sólo se escucha nuestra respiración agitada y también los latidos de nuestro corazón. M*****a sea. ¿Qué me pasó? Parecía una perra en celo, no es que me arrepienta, porque esa fue la mejor follada en auto que he tenido. El problema es que tengo que llegar a casa antes de las siete y son como las seis y media.

— ¡Mierda! Me tengo que ir.—digo levantándome de su regazo y arreglándome la ropa.

— ¿Ya? Todavía es temprano y…— Lo interrumpí.

— No, no es Jordan, temprano. ¿Puedes llevarme a casa? —pregunto.

— Claro.— respondeme.

Digo la dirección y acelera hacia allí, pero antes de que me baje del auto, tira de mí y me da un beso en los labios.

— ¿Cuándo nos volveremos a ver?—pregunta.

— No lo sé, pero ahora me tengo que ir.—digo y salgo de ese auto que huele a sexo lo más rápido posible. Corro hacia la gran puerta y le pido a uno de los guardias de seguridad que la abra y entro a la casa lo más rápido posible. Ahora necesito una ducha y un buen descanso después de esta noche bastante emocionante e inquieta.

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