— Por favor Samantha, la semana pasada me prometiste que irías conmigo.- dice Becca sentándose a mi lado en mi cama doble.
— Sé que lo prometí, pero ahora ya no quiero ir.—Trato de explicarle, lo cual sería muy difícil, porque una vez que quiere algo, nunca renuncia a lo que quiere.— Así que dime por qué ya no quieres ir. Si me das una explicación válida, plausible y convincente, dejaré de quejarme y dejaré de ir.—ella dice. Realmente no tengo una explicación, una verdadera razón. Simplemente no quiero ir, Nunca me fue bien en este tipo de fiestas, porque siempre termino bebiendo demasiado y haciendo alguna estupidez de la que al final me arrepiento y que hace que mi papá se asuste para siempre.— No me siento bien, eso es todo.—Miento y recibo su mirada dubitativa.— No sé por qué todavía no me convence.—dice irónicamente mi amigo.— De verdad no te vas a rendir, ¿verdad, Becca?—digo y dejo escapar un breve suspiro.— ¡Nunca!—se ríe haciéndome poner los ojos en blanco.— Está bien.—finalmente digo y ella salta.— ¿Qué? ¿En serio?—pregunta emocionada.— ¡Sí Rebecca, voy a ir a esa m*****a fiesta! ¿Estás satisfecho ahora?—Le digo mientras me levanto de la cama hacia el baño.— Helloo querida, estoy más que satisfecha.—dice saltando encima de mi cama con aspecto de niña.— Ya basta y ahora discúlpame para poder arreglarme.—digo antes de cerrar la puerta del baño, justo detrás de mí.— ¿Y quién dijo que te quiero ver desnuda? Si juegas a Samantha y por cierto, me voy a la habitación de tu hermano caliente para arreglarme allí.—ella grita.— Ahórrame esas cosas, ¿de acuerdo? ¡No quiero oír hablar de eso! —grito de vuelta al oírla reír mientras azotaba la puerta de mi dormitorio.Conocí a Becca cuando yo tenía ocho años y ella diez, después de eso nunca nos separamos. Es una gran chica, tiene una gran personalidad y siempre está conmigo en momentos que más necesito y creo que soy de la misma manera con ella, Becca actualmente se encuentra con mi querido y único hermano, Sean. Tienen una química innegable y sé que aunque en realidad no están saliendo, ambos se gustan mucho y deseo que un día de estos se reúnan para siempre. Después de terminar de ducharme, me envuelvo en una toalla y voy a mi armario, y honestamente no sé qué ponerme, Soy terrible eligiendo ropa y definitivamente debería haberle pedido a mi amiga que escogiera algo para mí.Finalmente, termino eligiendo un vestido rojo ajustado, que me queda unos centímetros por encima de la rodilla, pero nada vulgar. Su escote no es tan grande y me deja el tamaño justo para mis pechos, los tirantes quedan un poco caídos al hombro y me siento cómoda con el. Llevo Scarpin del mismo color y decido dejarme el pelo rubio suelto, rizo las puntas y lo suelto, dejando que me golpeen la cintura, decido aplicarme un ligero maquillaje y antes de irme agarro mi iphone y mi cartera.Segundos después, ya estoy llamando a la puerta de la habitación de Sean llamando a Rebecca, quien dice que está lista y nada, lo que me impacientó aún más.— Becca, voy a contar hasta tres, y si no sales de ahí, ¡te juro que no voy a ir contigo!- digo en voz alta y escucho a Sean gruñir.— ¡Ya voy chica!—grita haciéndome rodar los ojos.— 1, lo digo en serio! 2, come Sean más tarde...—antes de llegar a las tres se abre la puerta. Sean está sin camisa mostrando sus tatuajes y no creo que papá sueñe siquiera con su existencia.— Deja que papá vea esos tatuajes de Sean —digo.- ¡Habla en serio! ¿Incluso tu hermanita?—dice sonriendo de lado.— Solo digo cariño, pero basta de charla y por favor, Rebecca, vámonos... —lloriqueo a mi amiga que tiene sus brazos alrededor de la cintura de Sean.— Por supuesto y por cierto, eres un bombón en Samantha. ¡Seguro que hoy te deshaces!—dice riendo.— ¡Ni siquiera vas a salir así, Sam!—dice mi hermano bromeando cuando se da cuenta de mi atuendo.— Tú no me gobiernas y Becca no estoy atascado. Yo no salgo porque no quiero, un pretendiente es lo que no me falta. Así de simple.—digo yo.— ¿Y quiénes son esos halcones detrás de ti? ¿El padre sabe de esto?—interroga Sean.— Si es niño, ya he crecido.—digo convencida.— Creció pero, no sabe nada de lo que pasa por la cabeza de un hombre.—dice.— Me alegro de no saberlo, después de todo, solo debes tener m****a en la cabeza. ¿Y sabes qué? Fui, te espero abajo Becca.—Digo un poco irritado con toda esa charla. Sean tiene las mismas obsesiones que nuestro padre, la obsesión de querer protegerme de todo y ya deben saber que algún día tendré que hacerme daño, saber sobrevivir frente a todo. Los amo por eso, ellos y Becca son todo lo que he tenido desde que mamá murió, cada vez que necesito mi hermano y mi mejor amigo están ahí para mí sin importar lo que pase.— No debería ser grosero con él.— dice Becca defendiéndolo, en cuanto baja las escaleras.— Yo se. Simplemente no me gusta toda esta protección, a veces sofoca demasiado.—Confieso molesto.— Entiendo, pero cuando llegues, habla con él. Sean te quiere mucho, al igual que yo.—dice y luego le doy un abrazo.— Lo sé, lo siento.—digo en voz baja.— Muy bien, ahora vámonos que se nos hace tarde.—dice.— Tu culpa, por cierto.— le digo.— Deja de aburrirte y vámonos.- dice y me arrastra por la puerta hacia su auto negro, como ella lo llama: "Moose" y entenderá por qué.Increíblemente, la fiesta no estuvo tan mal y logré divertirme con los compañeros que tenía Becca en la universidad. Fue una celebración para los estudiantes de último año que se graduaron el próximo mes y desde que mi amiga ingresó a la universidad antes que yo, ya se ha adaptado muy bien. Y sobre tomar un curso, planeo que para el año siguiente, tomaré fotografía y eso es lo que más me gusta.Cierro los ojos y me dejo llevar por el ritmo contagioso de la música, muevo mi cuerpo al compás y trato de quitarme de encima mis pequeños problemas, hoy quiero divertirme o mejor desahogarme. Me alegro de haber decidido acompañar a mi amigo, no me gustaría quedarme en el aburrimiento que es mi casa cuando Sean vive dentro de la habitación los fines de semana y mi papá no está.— Samantha, ¿bebemos algo? —pregunta Becca y yo asiento. Vamos al bar y pedimos Whisky. No sé cuántas copas he tomado, solo sé que me siento más ligera y riendo junto a Rebecca, mucho más.Estábamos bebiendo un poco má
Me despierto con el molesto ruido de mi celular y me quejo suavemente mientras me levanto y me invade un dolor de cabeza insoportable. Una vez más el tono de llamada se apodera de la habitación, lo busco encima de la mesita de noche y arrastro el icono de llamada sin mirar quién llama.— ¿Hola?— susurro.— ¡Perra! ¿Dónde estás?— grita Becca al otro lado de la línea.— Habla bajo maldición, mi cabeza está a tiempo de explotar.— digo tirando la manta sobre mi cabeza.— Ni hablar amigo, solo estoy mejor porque tomé Advil.— ella dice.— Ni siquiera sé si podré levantarme hoy. ¡Estoy muerto!— Hablo y ella se ríe provocando un zumbido en mi oído.— Está bien, pero ¿qué pasa con el gato de Jordan? ¿Qué pasó después de que te dejé allí?— Becca, curiosa como siempre, cierra y recuerda la agitada madrugada que tuvimos en ese auto. Respiro hondo y ella grita.— Te quedaste con él, ¿no?— dice emocionada.— Bueno... ¡¿un poco de todo lo que sabes?!— confieso mordiéndome los labios.— ¡AY DIOS MÍO!
— ¡Vamos al médico ahora Samantha!— grita Sean.— Te dije que estoy bien, solo fue un mareo ¿vale?!— digo.— ¡Bien! ¿Mareos y nauseas durante todo el mes?— pregunto.— Es solo un virus, pasará pronto.— Me acuesto en mi cama y tiro de la manta.— No hay excusas Sam, te doy 4 minutos para levantarte y bajar.— tira la manta y sale dando un portazo.— ESTARE ESPERANDO, ¡POR QUÉ NO ME VOY!— grité y volví a jalar la cobija, cerré los ojos y traté de dormir un poco más.¿Podría dormir? ¡Claro que no! Y todo esto es por el gay, alias, mi hermano. No dormía, pero recién me levanté a las 2:00 p.m. y decidí darme una ducha antes de bajar. Me detuve frente al espejo cuando solo estaba en ropa interior y miré mi propio reflejo allí y me veía tan caliente como el infierno. Mis senos eran un poco más grandes que antes, mis caderas estaban ligeramente "estiradas", mi vientre más protuberante... sí, había engordado un poco, pero estaba satisfecho, porque siempre he sido delgado. Uno flaco y caliente,
Samantha Pov'sEn ese momento todavía estoy un poco en estado de shock, sentado en el suelo de mi habitación con la cara sobre las rodillas, derramando lágrimas de ira. ¿Cómo pude ser tan tonto?¿Cómo podría tener sexo sin condón??Mi papá me va a matar, Sean también me va a matar y no sé qué hacer. Estuve esperando a que llegara Becca, durante exactamente 21 minutos y aún no tengo nada de ella. Necesito alguien con quien desahogarme, desearía que mi mamá estuviera aquí, ella sabría qué hacer, calmaría todo, pero no la tengo aquí. No puedo decirle a Louise a pesar de que es una gran persona, por ahora solo mi amigo puede ayudarme, por ahora solo necesito a Rebecca aquí conmigo.No planeé este embarazo, no ahora porque tenía tantos planes para el próximo año, como la universidad por ejemplo y aqui viene esto para mi. Mi vida no ha terminado o destruido por esto, solo será pospuesta mientras tenga este hijo, Solo quiero que mi papá entienda eso.— ¿Amigo?— tararea alguien afuera, mientr
Samantha pov'sFui a la casa de Becca, ella me necesitaba en ese momento.Ella siempre estuvo ahí para mí y ahora me toca a mí estar ahí para ella, Sean puede ser un gilipollas cuando quiere serlo. Sé que estaba exaltado cuando se enteró el maldito embarazo, pero no tenia derecho a hacerle eso, A Rebecca le gusta mucho. Solo imaginando que esto paso por mi culpa, si hubiera dado lo escucho y le dije antes, no se hubieran peleado, si tan solo no estuviera tan asustado, imaginando a Sean queriendo matarme, si... ¡maldita sea! Ahora no tiene sentido si, lo hecho, hecho está, pero tengo que encontrar una manera de arreglarlo. No puedo dejar a estos dos separados, se aman y no podría soportar ver a mi hermano para siempre de mal humor y mi amiga con los ojos rojos de tanto llorar.— ¿Sam? —llama ella.— Hola.— Miro a la que tiene su cabeza en mi regazo.— Creo que es mejor que te vayas a casa.— dice Becca.— ¿De casualidad me estás echando?— Bromeo y ella suelta una risa débil.— No. Por s
Samantha Pov's— Tienes diez minutos para arreglarte y bajar.—dice Sean tan pronto como entra en mi habitación.— no estoy de humor.— digo.— El problema es tuyo. Papá y yo te estamos esperando en la sala.— Dice.— ¿Para qué, puedo saberlo?— cuestiono y él sonríe de lado.— Vamos a hacerle una visita al padre de tu hijo.— y al mismo tiempo dice, salto de la cama.— ¿Qué?— susurro.— Eso es todo, ahora cálmate y solo tienes ocho minutos.— dice y se va dando un portazo y termino gritando.Vale, vamos a su casa y le decimos: Hola Jordan, ¿te acuerdas de mí? Si, cuando ese día tuvimos sexo en tu auto, se me olvidó usar protección y ahora aquí estoy, embarazada! Apenas dormí pensando en eso, cómo decirlo por él, más aún después de que ayer lo vi acompañado en esa discoteca. Tal vez es solo una conexión, no querida conciencia, demostraron ser muy intimo y te lo juro no quiero spoilear este supuesto su relación, a causa de un embarazo no planificado.Después de hacer mi higiene matutina supe
Samantha Pov's Una semana y media antes— No sirve de nada huir de mí Samantha, te guste o no, te casarás con ese chico.— decía mi padre mientras me seguía por el largo pasillo de la casa.— ¡Ya te he dicho que no me voy a casar con él, ni con nadie! Puedo muy bien criar a mi hijo sola, no necesito a nadie.- Grité.— Eso es lo que vamos a ver, de hecho, ahora mismo voy a la casa de Jeremy a organizar este sindicato. Así que te guste o no, tú, él... los dos se casarán.— dijo serio, pero con una pequeña sonrisa escondida en la esquina.— No puedes obligarme a hacer esto, no siento nada por él... Maldito papi, no lo amo!— Grité y dejé caer algunas lágrimas. Papá se acercó a mí y me acarició la cara.— Cariño, tenías que pensar en eso cuando tuviste sexo con ese chico. Te amo hija mía, pero creo que es lo correcto ahora mismo, este niño va a necesitar un padre presente en su vida y...— Lo interrumpí.— Estamos en pleno siglo XXI, esto del matrimonio cuando una chica "pierde" la inocencia
Esto no fue lo que planeé para mí, nada de esto lo fue.El momento en que el pastor me preguntó si aceptaba a Jordan como mi esposo, Me congelé en los primeros segundos y cuando miré a Becca que era mi madrina, mostró una sonrisa, esa sonrisa cuando me quieres transmitir fuerza. Cerré los ojos y respiré hondo, luego miré otra vez al Pastor.— Sí.— Dije y lo escuché tomar una respiración profunda.— ¿Jordan Mark Brenner, acepta a Samantha Elena Pierce como su legítima esposa, para amarla y respetarla, en la enfermedad y en la salud, en la alegría y en el dolor, hasta que la muerte los separe?— dijo el pastor.— Lo que sea...— susurró, pero escuché.— ¿Qué mi joven? ¿Puede repetir?— dice el señor del traje.— Acepto.— Brenner dijo y pude ver la satisfacción de nuestros padres.— Así que ahora los declaro marido y mujer. Puedes besar a la novia.— te juro que por unos segundos mi corazon dejo de latir.No quería besarlo.No ahora o mejor dicho, nunca más.Me paré frente a él y miré sus oj