El beso era lento y suave, apenas un pequeño roce entre ambos. Muy de mi estilo inexperto, él no parecía notar que me temblaban las manos y piernas. Intensifico el beso de tal manera que me hizo estremecer, me sentía diferente. No quería resistirme a todo lo que su toque producía en mí, descendió sus manos por mi espalda mientras me presionaba más contra él. Sus manos continuaron bajando hasta mi trasero el cual también presiono con fuerza, haciendo que jadeara y un pequeño, pero muy audible gemido resonara en la habitación.
El beso seguía subiendo de tono, sus caricias por mi cuerpo me tenían totalmente perdida. Sus manos acariciaban mis pechos por encima de la blusa que llevaba, provocando una sensación en mí que no conocía. Que me parecía extraordinariamente placentera, por instinto rodee su cuello con mis brazos y mis manos jalaban su cabell
Subí el cierre de mi vestido con rapidez, me admiré en el espejo. Alta, delgada, piel pálida, ojos grandes y juntos, nariz respingada, labios carnosos, cuerpo delgado, piernas largas. Era bonita, no podía negarlo o al menos así me sentía. Sin embargo, no podía ver más que una mentirosa, estaba ganándome la confianza y el corazón de un hombre bueno. O eso es lo que veía en él, transparencia y mucha determinación. Bien era cierto que James Maxwell era un mafioso traficante. Pero había mucho más en él, no era un monstruo, fue una muy mala idea acostarme con él. Pero que podía hacer, me dejé llevar por mis emociones, por el deseo y lo caliente que me sentí. Podía engañar a Lady Vivian diciéndole que todo salió a la perfección, pero sabía muy bien que lo que hice esa noche no fue por la misión, f
Esa mañana luego de la incómoda escena con Elle, nos fuimos al hotel. Las oficinas eran muy elegantes y amplías, me asignaron la que solía ser del administrador anterior. Era espaciosa y perfecta para trabajar, en seguida me puse al corriente de todos los balances mensuales, egresos, ingresos y la verdad es que ahora entendía porque Lady Vivian le había puesto el ojo a James. Las sumas que manejaba eran incalculables o eso parecía, ¿Acaso este dinero proviene de los hoteles? Era imposible, claramente los usaba como mecanismo de lavar el dinero del tráfico y mafia. No había otra razón, después de todo si estaba en el sucio negocio. No podía decir que me sorprendía porque ya lo sabía, pero de cierta forma esperaba que no fuera cierto.Me encargue de todos los registros, revise absolutamente todo y envíe fotografías a Lady Vivian. Eran sus indicaciones, estaba s
Íbamos en el auto de James, en conjunto de tres hombres de seguridad. Estaba nerviosa y las manos me sudaban, su llamada fue muy extraña. Sentía que podía ser una especie de trampa, ¿Qué querían exactamente? ¿Por qué usarían de esa forma a Antuan? No comprendía, James apretó mi mano que reposaba en mi pierna. Le di una sonrisa sin ganas, me sentía impaciente y tenía el corazón latiéndome con fuerza. Las calles estaban desoladas por el frio del invierno, la niebla estaba baja lo que hacía dar un ambiente tenso y dramático. El auto se detuvo y mi pulso se aceleró. Habíamos llegado a la dirección que me dijo Antuan, lo vi a unos cuantos pasos lejos de donde me encontraba. Estaba amordazado y con sus extremidades amarradas, quise correr hasta él para ayudarlo. Pero el brazo de James me detuvo.—Sabía q
—¿De qué carajo hablas, Antuan? —pregunté confundida—, ¿Qué demonios es Romanov?—Romanov es una organización secreta, hacen el trabajo sucio del gobierno. Su función es desaparecer a los testigos de corrupción, en pocas palabras se encargan de matar a los testigos que tienen evidencia contra alcaldes, gobernadores o incluso del mismísimo presidente—contó y mi cabeza daba vueltas, ¿A esto se refería Lady Vivian cuando dijo que fue contratada? ¿Y que por eso mi misión era “especial”? —, Me asignaron la tarea de asegurarme personalmente, qué harías tu trabajo con James, por eso me acerque a ti como un amigo.—Estoy más que impactada. Pero para ser honesta, ya nada me sorprende. Es decir, trabajo con el diablo—respondí—, Y Antuan no te preocupes, no estoy molesta porque
Al llegar al hotel central donde se encuentran las oficinas administrativas, no note nada extraño en los exteriores. Desconfiaba de Lady Vivian, era capaz de enviar a cualquiera. Muy difícil saber cómo haría para “deshacerse” de Elle, a pesar de que era una verdadera molestia no podía permitir que ella muriera por entrometida. Subí en el ascensor y me fije en que había unos hombres entrando a las oficinas que nunca había visto. Rápidamente le hice una llave a uno de ellos tomándolo por el cuello y dejándolo en el suelo, mientras estaba por atacar al otro.—¡Bianca! ¿Qué carajo le haces a mis socios? —preguntó James a mis espaldas, abrí mucho los ojos y me quedé perpleja. ¡Estaba jodida!—Lo siento, yo…—intente defenderme, pero quizá la paranoia me jugó en contra—, Tengo q
Comencé a marearme y una sensación de nauseas invadió mi cuerpo, los recuerdos de esa noche vinieron a mente. Como ráfagas de dolor y amargura, una presión muy fuerte se posiciono en mi pecho. Deje a flopy donde lo había encontrado, luego lo recuperaría. Necesitaba aire, salir, no podía respirar. Corrí como si mi vida dependiera de ello y bajé por las escaleras trotando, ni siquiera pude esperar por el ascensor. Mis piernas parecían no querer detenerse hasta el cansancio, sin darme cuenta recorrí las calles hasta sentarme en una banca de un parque. El llanto que provino de lo más profundo de mí, me recordó como había dolido todo aquello tiempo atrás y a pesar que creía haber sanado. Seguía doliendo con la misma intensidad y esta vez un poco más, después de tantos años, finalmente tenía frente a mis narices a mi abusador.
Regresé a mi departamento, al llegar vi a Antuan sentado aun en el sofá viendo Netflix. Lo salude y fui a mi habitación, tomé una ducha y llore un poco más, fregué cada parte de mi cuerpo queriendo borrar esas huellas y marcas que siempre me han acompañado por tantos años y ahora nuevamente salen a relucir. Me sentía sucia, podía escuchar el sonido que producía el choque de sus labios con mi piel. Me estremecí del asco que producía en mi recordarlo, ¿Y si era James? ¡Me había acostado con él! Le había cedido mi segunda vez, ¡A mi propio abusivo! Suspire con tristeza, mientras salía de la ducha y tomaba mi bata de baño.—¿Bianca? —me llamó Antuan, desde la puerta de mi habitación. —, ¿Te encuentras bien?—Si, ¿Qué ocurre? —respondí, mie
Me di una última mirada en el espejo, me había cambiado nuevamente. Poniéndome un vestido ceñido al cuerpo de color rojo, zapatos de tacón aguja negros con la suela roja, rice mi cabello y aplique un poco de maquillaje. Pinte mis labios también de rojo y me coloque una capa espesa de rímel. ¿Mi plan? Seducir a mi jefe o en el peor de los casos a mi abusivo. Por último, me puse mi perfume favorito, estaba lista. Los nervios los sentía a flor de piel. ¿Cómo podría volver a mirarlo después de haber encontrado a flopy en su cajón? Suspiré con resignación y salí de mi habitación.—¿A dónde vas con esa arma mortal? —divirtió Antuan—, ¡Joder, estas preciosa tía!—A ver a James, necesito verificar si fue él—respondí—, Gracias, será una noche m