"No has comido, ¿verdad?".

Christian hizo una pausa y luego asintió. Él sonrió de manera descarada mientras se acercaba a ellos y se sentaba al lado de Luna. "¿Cuándo te vas?", él preguntó mientras comía.

Luna hizo una pausa. Christian ya era la tercera persona que le hacía esa pregunta hoy. Ella frunció el ceño y lo miró. "¿No te dije que todavía tengo que ocuparme de algunas cosas? Sólo me iré cuando las haya resuelto".

Christian parecía sobresaltado, pero luego él sonrió. "Quiero decir, puedes irte ahora. Bonnie y yo podemos ayudarte con lo que tengas que hacer. ¿Qué es tan importante que no puedes encomendárnoslo e insistes en irte de aquí para hacerlo tú misma?".

Luna frunció el ceño y le dirigió una mirada cautelosa. "¿Viniste hasta aquí tan temprano para decirme eso?".

Ella ya le había dicho a él que ella se iría después de una semana, después de haber arreglado todo lo que tenía que hacer en Ciudad Banyan.

¿Por qué él se apresuró a llegar a su casa tan temprano, sin siq