Toda la atmósfera del lugar era tan incómoda que casi la asfixiaba.

Luna dejó escapar un suspiro y miró a Joshua. "Admito que te malentendí, pero...". Ella levantó la cabeza para mirarlo. “No creo que sea del todo mi culpa. Después de todo, estos hombres estuvieron una vez bajo tus órdenes, ¿no es así?”.

Joshua asintió. "Sí, eso es cierto, pero no me refiero a eso, Luna”. Su mirada no se apartó de su rostro. “Eres la madre adoptiva de Neil y de Nellie. Me alegra que te preocupes tanto por ellos, pero debes recordar que, al final, nos pertenecen a Alice y a mí. Por lo tanto, no tienes derecho a decir que no merecemos ser padres”.

Joshua luego sonrió y continuó: “Por ejemplo, este malentendido. No fui yo quien envió a esos hombres a proteger a Aura, pero aunque lo hubiera hecho, ¿qué les da a ti y a Malcolm el derecho de atacarme en nombre de mis propios hijos?”.

Luna se paralizó ante eso. Sintió como si todas las articulaciones de su cuerpo se pusieran rígidas y su sangre se convirt