Tras dormir bien por todas las atenciones que ambos se dieron, la mañana pinta más tranquila que otras veces. Charlize está dormida en el pecho de Matías, rodeada por su fuerte brazo, mientras él la observa dormir.—Sigues siendo una niña —susurra feliz de tenerla así, solo para él, con su brazo rodeando su pecho, aferrada a él de todas las maneras posibles.Y eso le encanta, porque sabe que él es importante para ella, que precisamente es aquello que Charlize necesita para su vida… así como ella para él.Fija la mirada al techo, con esa sonrisa boba, pensando cuántos días han dejado de hacer el amor desde que lo hicieron la primera vez. Lo cierto es que muy pocas, esa chiquilla era insaciable, pero él no se quedaba atrás.Sentirla cálida, húmeda, desesperada porque él la recorra y la haga gritar de placer, le da una satisfacción que no sintió jamás con ninguna mujer.Por eso, la enorme ventaja, la única en realidad, que tuvo el haber sido tan put0 en su vida, es poder comparar a cada
Charlize lee con atención los pasos de las pruebas, siente los nervios a flor de piel, como si fuera ella quien quiere saber si está embarazada.—¿En serio no has tenido que hacerte una prueba nunca? —le pregunta Victoria, más por pasar los nervios que por otra cosa.—No. Matías es mi primer hombre, aunque la primera vez no usamos protección, yo no corría riesgo de quedar embarazada y además tomé la píldora del día después, así cerramos cualquier posibilidad.—Pero si quedaras embarazada ahora, ¿crees que él esté feliz? —y ante esa pregunta Charlize la mira interrogante.—¿Ethan te dijo algo?—Solo lloró… —se mira las manos y sonríe con tristeza—. Y después me dijo que se moría de ganas por tener un hijo conmigo, pero que era obvio que eso no puede pasar ahora. Aunque si así fuera ahora, estaría conmigo en todo momento.«No dudo que pueda ser un buen padre en el futuro, pero yo no quiero tener hijos ahora… tengo mucho que hacer.—Mira, a su edad un hijo sería muy complicado, pero te e
El juego pasó si mayores inconvenientes, además del hecho que el equipo de Matías ganó al de Gerard por siete goles a dos.Las mujeres les ofrecen algo de beber, Charlize le entrega un vaso de limonada a Matías, quien se lo bebe de una vez.—¿Quieres ducharte? Sé que siempre traes una muda de ropa en el auto, así que podrías ir a mi habitación.—No te preocupes, princesa…—Puedo ayudarte a quitarte la playera, sargento.—Ok, voy por el bolso…—Aquí lo tengo —le dice ella señalando al lado de la silla y Matías se ríe.Toma el bolso con una mano, con la otra la cintura de su mujer y caminan a la casa. Nadie los interrumpe en su camino, se encierran en la habitación de Charlize y luego se quitan la ropa desesperados, como si hace mucho no hicieran lo que piensan hacer.Matías la toma por la cintura, la levanta y ella lo rodea con sus piernas. Sin esperar a llegar, Matías se entierra en ella y así, con los movimientos de Charlize, camina al baño para «quitarse el sudor».En lo que se vist
Tras ese paso por el hospital y el susto que se llevaron aquel día, la semana se pasó volando y todo se veía mejor en cuanto a la investigación. Pronto tendrán noticias de los pasos a seguir y la caída de aquella organización parecía inminente.La pareja se despide ese día para irse a trabajar.—Llámame si sientes cualquier cosa, por favor —le dice Matías, ya que el día anterior la princesa no estuvo bien.—Tranquilo, hoy ya me siento mejor. En realidad no siento nada, así que puedes relajar esa vena protectora un poco —le da un suave beso y camina hasta su auto.Pero ni Matías se queda tranquilo ni ella se siente mejor.Aquella mañana, Charlize se ha despertado nuevamente con náuseas y faltó muy poco para que saliera corriendo con el desayuno, pero respiro profundo y se terminó todo, dejando contento a su Mati.Al llegar a la oficina no se siente mejor, así que camina con toda prisa, corre al baño y echa afuera todo el magnífico desayuno. Baja la tapa del váter, deja ir el agua y se
Matías abre poco a poco los ojos, se lleva un brazo a estos mientras gruesas lágrimas caen por su rostro. Respira profundo, se levanta poco a poco y no sabe si gritar como loco o llamar a su mujer para decirle que le irá muy mal cuando la tenga en frente.—Voy a ser papá… y esta chiquilla no me avisó, no me esperó…Vuelve a mirar las pruebas, sale a la habitación y ve que su teléfono tiene buena carga como para encenderlo y llamar.Al hacerlo, le llegan los mensajes que avisan de un número que lo estuvo llamando y que tiene un mensaje en el buzón de voz.Se va por el buzón y se queda paralizado cuando oye a Morgan diciéndole que estarán en Brooklyn, cazando a los secuestradores.—¡Mi3rda!Se cambia de ropa lo más rápido que puede, saca su arma personal, se la esconde en la ropa y corre para salir de allí. De más está decir que sale hecho un alma en pena del edificio, marcándole a la única persona que se le ocurre llamar en ese momento.—¿Matías? Esto es raro…—Keylen, necesito tu ayud
Gerard y Luz están acostados, felices, tranquilos. Él acaricia y besa el vientre de su mujer, disfruta tanto el tenerla así, creando vida dentro de ella, le parece mágico. Por eso gruñe cuando suena su teléfono, ve que es Dan, le contesta de mala gana, pero se le pasa cuando este le habla.—¿Estás cerca de Luz?—Sí…—Sal de ahí, vete a otro lado.—¿Qué pasa…?—Solo hazlo.Gerard le da un beso a su mujer, a quien no le pasa desapercibido que algo está pasando, pero tiene tanta pereza, que solo abraza la almohada y cierra los ojos. Tiene una sensación extraña desde hace un par de horas y no se siente bien.En cuanto Gerard se esconde en la habitación vacía de Charlize, le dice a Dan y este comienza a hablar.—Se llevaron a Charlize.—¡¿Qué?!—Tu hija se las dio de agente encubierta y el FBI la perdió de vista, se la llevaron del mismo bar de Crissie Baxter…—¡¿Y dónde carajos estaba su marido?! —Gerard sale de allí y corre a su despacho—. ¡Dame el nombre del agente a cargo, v
Para cuando todo se moviliza, James recibe la información de que están sacando a la gente de los edificios para subirlas a los camiones.—Necesito que uses el reconocimiento facial… ¡Ya sé que de noche es más difícil, pero hazlo! —regaña a quien sea que tenga al otro lado del teléfono—. Mira, si tengo que llamar a Angelina para que lo haga, se va a molestar mucho, sabes que esa mujer no tolera que no aprendan a usar sus juguetes…Mientras James espera a que le digan dónde podría estar la princesa, Matías se viste con un traje táctico, cortesía de Keylen.—Este juguete de trescientos mil dólares es cortesía de Elizabeth… blindado completo, tienes bolsillos en los bolsillos, podrías meter una corta pluma en un edificio federal y ningún artefacto lo detectaría… pero sobre todo, hace que el trasero de mi esposo se vea de lujo.—Y eso es lo que más importa, ¿verdad?—Un traje táctico no tiene que ocultar la potencia física de un hombre —se ríe y luego le entrega un estuche con armas—. Lo t
Cuando Charlize entra al bar aquella tarde, pudo reconocer enseguida a los hombres que estaban detrás de todo, al ver al que se llevó a Ava empuña las manos, pero respira profundo y se va a un lugar en donde la puedan ver.No pasan más de cinco minutos hasta que uno de los hombres llega hasta su mesa y se sienta a su lado.—Hola, preciosa… creo que tú y yo nos hemos visto antes.—Sí, fue cuando tenía novio y tuve que rechazar tu ofrecimiento.—Eso quiere decir que hoy no hay impedimento para que te invite algo —el tipo le muestra sus dientes blancos, Charlize le sonríe, pero por dentro siente asco.—Ninguno.Él mismo va por los tragos, mientras que por el oído le dicen que no beba nada, porque le puso algo a la bebida, así que cuando él llega, Charlize se excusa de que debe ir al baño.No contaba con que dentro del baño estaría uno de ellos, sin que pueda hacer nada, le coloca un paño en la nariz y cae desmayada en los brazos del tipo.Cuando recupera la consciencia, se encuentra rode