Narra Ciara:La noticia del cuádruple embarazo de Miriam nos tomó a todos por sorpresa, pero yo imaginaba que tanto ella como Emmeran, no cabían en felicidad, el sueño de toda vida de Miriam había sido ser madre, recuerdo que me lo dijo alguna vez.—¿Por qué mamita? —preguntó Ethan.—¿Por qué qué corazón?—¿Por qué si son puras niñas el tío Oso va a ser pobre?—Porque él va a andar cuidando a sus nenas de todos los niños.—Si son puras niñas y todas son tan bonitas como la tía es bueno. Pero si son como el tío Oso se van a ver chistosas. Por eso nos reímos —afirmó, el pobre se reía entendía.Después de muchas risas nos quedamos dormidos. Sentí a Arlen acostarse con nosotros, pero estaba cansada y no abrí los ojos, solo me acomodé contra su cuerpo y volví a perderme en el mundo de los Sueños. Una sensación de demasiado calor me despertó. Intenté moverme, pero me sentí atrapada. Abrí los ojos y de un lado tenía a Arlen y su abrazo posesivo y por el o prácticamente, encima de mí a Ethan.
El regreso a casa fue sin contratiempos, en el aeropuerto estaba Emmeran esperándonos y Alfonse había ido por el resto. O como decía él, por Arlen y acompañantes. Al llegar a casa Ethan iba ya dormido, Arlen lo dejó en su cama y yo me quedé dormida en la sala. A la mañana siguiente me desperté en la cama abrazada a Arlen, cual koala. Imaginé la escena, siempre que veía imágenes de chica y chico abrazados en la cama tan sexy, tan linda, pero yo estaba segura que tenía un poco de baba en el cachete y el pelo como si nunca hubiera conocido un peine. Me levanté con cuidado y al poner un pie en el piso sentí un ligero mareo. Pero no era posible, no podía estar embarazada. Además, según lo que Miriam me había dicho, los mareos no aparecían tan rápido y en mi embarazo con Ethan jamás sentí ningún mareo. Yo creo que fue porque me levanté demasiado rápido... espero.El resto de las vacaciones pasó en un abrir y cerrar de ojos. Miriam poniéndose cada vez más grande, creo que de un día a otro la
Narra Ciara:El día comenzó demasiado temprano, llegamos a la clínica a las seis de la mañana. Alina estaba algo ansiosa y se despertó desde las cuatro. La enfermera me pidió estirar el brazo, miré a Alina a la que ya le sacaban la muestra de sangre. Me di valor y estiré mi bracito. Sentí el pinchazo y solté un auch. La enfermera me miró de mala manera. Yo creo que todas las enfermeras me odian. Cuando por fin terminó, que para mí fue una eternidad, nos dijeron que ese día en la tarde estarían los resultados.—¿Tu prueba fue de embarazo? —me preguntó Alina llena de curiosidad.—No, es solo un examen general —le dije sintiendo mis mejillas enrojecer.—¿Puedes estar embarazada también? ¡Qué emoción! —me dijo tomándome del brazo y dando uno brinquitos.—No me jales el brazo, que tal que se me sale la sangre por el agujerito. — La sensación que quedaba después de que sacaran la aguja era espantosa y me duraba mucho.—¿Te imaginas? Las tres embarazadas —Luego se puso un poco triste. — Al m
Narra Ciara:Escuché el despertador y me incorporé, y por primera vez comprobé lo que eran las náuseas matutinas, tuve que salir corriendo al baño y llegué a penas a tiempo. Escuché los pasos de Arlen. Lo miré y él me pasó una toallita húmeda.—¿Estás bien ahora? —Negué con la cabeza y volví a… a… a sacar todo de dentro de mí.Dios me sentía tan débil, me cepillé los dientes y volví a acostarme.—Ciara, voy a llamar a Alex para avisarle que estás enferma.—No, solo dame unos minutos y prometo levantarme. Ve a despertar a Ethan y no le digas nada, quiero que se lo digamos juntos. Él asintió y salió de la recamara.—Voy a ducharme. Ethan, ya se está poniendo la ropa, yo hago el desayuno.—No me hables de comida —le gruñí y mi estómago también.—Siempre he leído que pan tostado o galletas saladas, y ya sea té de jengibre o un refresco ayudan. Después de decir eso volvió a salir de la recámara y regresó con un refresco.—Dale pequeños tragos, mientras tomo una ducha, si no te sientes bien
—Hola, hermosa —me saludó.—Hola, mis dos guapos.—Creo que Ethan ya le dijo a medio Nueva York que estás embarazada, en la oficina recibí muchas felicitaciones.—Y yo en la escuela.—A mí también me felicitaron y John, mi mejor amigo del kinder, me dijo que ahora seremos hermanos mayores. Eso es genial. ¿Sabes que los hermanos mayores pueden mandar a los pequeños?La tarde pasó muy bien, no tuve náuseas y pude cocinar perfectamente. Papá llamó a las siete de la noche y nos felicitó, pero también nos regañó. Yo creo que estaba más emocionado que enojado. Anthon pasó a saludarnos junto con Leah, nos dieron una canasta con cosas de bebé. Alina llegó del trabajo con varias bolsas con cosas de bebé, todo en colores unisex.—Lo siento, vi la tienda, vi estas monadas y tuve que comprarlas. Total, con cinco bebés en camino puedo darme el lujo de comprar muchas cosas y como tendremos variados será divertido. —Sonrío maliciosamente. — Emmeran quiere hablar con ustedes, de no sé qué, me llamó y
Narra Ciara:Entre clase y clase sentía unas ganas tremendas de dormir, pero sabía que si lo hacía dormiría al menos unas dos horas y no podía. Cuando Arlen llegó por mí a la escuela algo molesto. Ethan iba quedándose dormido en su silla. Tal vez ya estuviera arrepintiéndose de vivir con nosotros.—Ciara, no te enojes — Me miró y me besó la mano. — Amor, la casa es un puto caos. Anthon me mandó a traer unas cosas a su departamento y pasé por el nuestro… prepárate para lo peor.—¿Cómo de peor? —Podía imaginar mi hermoso departamento como campo de guerra. —Mucho, pero mucho peor de lo que te puedas imaginar. Lo miré y me asusté.—¿Estás molesto conmigo?—¿Contigo? No, ¿por qué estaría molesto? No, con Emmeran y con Miriam, con Alina, pero contigo no. Le sonreí y me sentí más tranquila. De pronto viró en una calle, ya no íbamos para la casa.—¿A dónde vamos, papá? —le preguntó Ethan ganándome.—Vamos a buscarnos un sitio para comer, ellos que se hagan su propia comida, pero nosotros vamo
Estábamos en el consultorio de la obstetra, esperando a que nos dijeran el sexo del bebé.—Pues no, este bebito es penoso y cierra sus piernitas fuertemente — nos dijo y luego señaló con la flecha en la pantalla. Yo no pude evitar una sonrisa y Arlen se quedó mirando fijamente la pantalla.—No se preocupen, para este tiempo el sexo del bebé no siempre puede verse correctamente. Las medidas y todo está perfecto para un bebé de quince semanas. ¿Me acompañan? —señaló hacia su escritorio que estaba en la esquina opuesta de la consulta. Me dio un papel para limpiarme el gel y luego de acomodarme la ropa caminamos hacia su escritorio.—¿Alguna molestia, Ciara? —En ese momento una enfermera entró y le pasó la tarjeta con mis mediciones.—Ninguna, quitando las espantosas náuseas… todo está bien. Y tengo sueño, mucho sueño —Tenía que decirle del piquete, pero sabía que Arlen se alteraría.—Bueno necesito que tomes estas vitaminas —señaló la receta. — y que te hagas estos análisis. Los análisis
Narra Ciara:No había ido ir a visitar a Miriam, pero sí me había ido a hacer los análisis y ahora solo esperaba. Aunque con las vitaminas ya no tenía tanto sueño, o eso sentía yo. Era jueves, Arlen había llegado temprano, y me sorprendió trayendo la cena, cosa que agradecí, estaba quedándome dormida en lo que él calentaba todo, le dije que iría a recostarme quince minutos. Y sí, dormí quince… pero quince horas. Al otro día llegué tarde al trabajo, bueno no había escuchado nada de ruido, ni el despertador, ni nada. Arlen me dejó una nota que decía que habían intentado despertarme, pero no lo habían logrado. Que me dejaron el desayuno en la mesa y que avisaron a Alex que no iría a trabajar. Aun así, fui a trabajar no sé cómo, no quería perder mi trabajo, había perdido tres horas de clase y eso me molestaba. Alex ya no se ponía esa loción que alteraba mis sentidos.—Ciara, debiste quedarte a descansar —me amonestó.—No puedo, me siento mal quedándome en casa, solo es este bebé bribón qu