Narra Ciara:

La noche anterior había sido mágica para mí, Arlen me había entregado el anillo y antes de dormir había dicho que en esa cama estaba su mundo, su vida. Me sentía tan feliz. Miraba a Ethan y a Arlen dormir, eran tan parecidos ¿Como sería Robin? ¿Sería parecida a mí? Yo preferiría que se pareciera más a Arlen, él era hermoso, y si era parecida a él, sería sin duda la niña más hermosa. Vi la hora, me había despertado más temprano y ese día acababa mi tortura, volvería al trabajo, a mi rutina. Como era sábado íbamos a ir a ver a los bebés de Emmeran y Miriam. Los conocía solo por Skype o por foto, tenía más de trescientas fotos cortesía de Emmeran y Miriam, los orgullosos papás. Todavía seguían en la incubadora, pero gracias a Emmeran nos dejarían estar con dos de los pequeños que ya estaban estables y podíamos visitarlos, pero la más pequeña todavía estaba en terapia intermedia o algo así.

Mire mi mano, mi anillo brillaba y se veía bello. Me iba a casar con el hombre que sie