—Hola, hermosa —me saludó.—Hola, mis dos guapos.—Creo que Ethan ya le dijo a medio Nueva York que estás embarazada, en la oficina recibí muchas felicitaciones.—Y yo en la escuela.—A mí también me felicitaron y John, mi mejor amigo del kinder, me dijo que ahora seremos hermanos mayores. Eso es genial. ¿Sabes que los hermanos mayores pueden mandar a los pequeños?La tarde pasó muy bien, no tuve náuseas y pude cocinar perfectamente. Papá llamó a las siete de la noche y nos felicitó, pero también nos regañó. Yo creo que estaba más emocionado que enojado. Anthon pasó a saludarnos junto con Leah, nos dieron una canasta con cosas de bebé. Alina llegó del trabajo con varias bolsas con cosas de bebé, todo en colores unisex.—Lo siento, vi la tienda, vi estas monadas y tuve que comprarlas. Total, con cinco bebés en camino puedo darme el lujo de comprar muchas cosas y como tendremos variados será divertido. —Sonrío maliciosamente. — Emmeran quiere hablar con ustedes, de no sé qué, me llamó y
Narra Ciara:Entre clase y clase sentía unas ganas tremendas de dormir, pero sabía que si lo hacía dormiría al menos unas dos horas y no podía. Cuando Arlen llegó por mí a la escuela algo molesto. Ethan iba quedándose dormido en su silla. Tal vez ya estuviera arrepintiéndose de vivir con nosotros.—Ciara, no te enojes — Me miró y me besó la mano. — Amor, la casa es un puto caos. Anthon me mandó a traer unas cosas a su departamento y pasé por el nuestro… prepárate para lo peor.—¿Cómo de peor? —Podía imaginar mi hermoso departamento como campo de guerra. —Mucho, pero mucho peor de lo que te puedas imaginar. Lo miré y me asusté.—¿Estás molesto conmigo?—¿Contigo? No, ¿por qué estaría molesto? No, con Emmeran y con Miriam, con Alina, pero contigo no. Le sonreí y me sentí más tranquila. De pronto viró en una calle, ya no íbamos para la casa.—¿A dónde vamos, papá? —le preguntó Ethan ganándome.—Vamos a buscarnos un sitio para comer, ellos que se hagan su propia comida, pero nosotros vamo
Estábamos en el consultorio de la obstetra, esperando a que nos dijeran el sexo del bebé.—Pues no, este bebito es penoso y cierra sus piernitas fuertemente — nos dijo y luego señaló con la flecha en la pantalla. Yo no pude evitar una sonrisa y Arlen se quedó mirando fijamente la pantalla.—No se preocupen, para este tiempo el sexo del bebé no siempre puede verse correctamente. Las medidas y todo está perfecto para un bebé de quince semanas. ¿Me acompañan? —señaló hacia su escritorio que estaba en la esquina opuesta de la consulta. Me dio un papel para limpiarme el gel y luego de acomodarme la ropa caminamos hacia su escritorio.—¿Alguna molestia, Ciara? —En ese momento una enfermera entró y le pasó la tarjeta con mis mediciones.—Ninguna, quitando las espantosas náuseas… todo está bien. Y tengo sueño, mucho sueño —Tenía que decirle del piquete, pero sabía que Arlen se alteraría.—Bueno necesito que tomes estas vitaminas —señaló la receta. — y que te hagas estos análisis. Los análisis
Narra Ciara:No había ido ir a visitar a Miriam, pero sí me había ido a hacer los análisis y ahora solo esperaba. Aunque con las vitaminas ya no tenía tanto sueño, o eso sentía yo. Era jueves, Arlen había llegado temprano, y me sorprendió trayendo la cena, cosa que agradecí, estaba quedándome dormida en lo que él calentaba todo, le dije que iría a recostarme quince minutos. Y sí, dormí quince… pero quince horas. Al otro día llegué tarde al trabajo, bueno no había escuchado nada de ruido, ni el despertador, ni nada. Arlen me dejó una nota que decía que habían intentado despertarme, pero no lo habían logrado. Que me dejaron el desayuno en la mesa y que avisaron a Alex que no iría a trabajar. Aun así, fui a trabajar no sé cómo, no quería perder mi trabajo, había perdido tres horas de clase y eso me molestaba. Alex ya no se ponía esa loción que alteraba mis sentidos.—Ciara, debiste quedarte a descansar —me amonestó.—No puedo, me siento mal quedándome en casa, solo es este bebé bribón qu
Narra Ciara:Estaba muy asustada, había sangre en mi ropa interior y aquello no me había pasado con Ethan. ¿Estaba abortando? Traté de controlarme.—Arlen —le grité.Esperé, para mi fueron horas, pero bien pudieron ser dos segundos. — Arlen —grité más fuerte. Casi enseguida entró Arlen en pantalón de pijama y todo adormilado.—Tengo sangre, estoy sangrando. —Arlen tardó dos segundos en comprender, pero al hacerlo tomó el control. Me levantó y me dejó en la cama.—No te muevas, voy a llamar a Emmeran, a la doctora, a papá. Ellos sabrán qué hacer —Me miró antes de tomar el celular y marcar. Emmeran le dijo que llamara a la doctora mientras él mandaba una ambulancia, y que no me moviera más que lo mínimo. Carlisle y Antonella salían en el primer avión. esperaría en el hospital. De pronto recordamos a Ethan, así que Arlen localizó a Alex y Sophie y de paso a Anthon, Sophie iría a estar con él, mientras tanto Anthon lo vigilaría en el departamento. Los de la ambulancia llegaron, me pusie
Narra Ciara:Era ya la tarde, Arlen había ido a casa después de convencerlo y estaba sola, aburrida, entendí a Miriam, yo tenía unas horas en reposo y sentía que me moría de hambre, no tenía nada que leer, ni siquiera tenía mi celular conmigo para poder leer algo o revisar el Facebook. La puerta se abrió, era la doctora, con su séquito de estudiantes, creo que eran diferentes a los anteriores, me daba algo de pena que todos me miraran, pero suponía que era algo normal.—Bueno, Señora Chadburn, vamos a revisarla — Y empezó el show. Revisar las máquinas, el corazón de mi nena, que era lo que más ilusión me hacía. Y todo lo demás que revisar. Cuando terminaron, la doctora me miró y sonrió. —Ciara, todo está excelente. Parece que no hay más señales de peligro, sin embargo, sigo dejándote el mismo tratamiento y recomendaciones, solo por los estudios, la puerta de nuevo se abrió, y era Arlen con Ethan y Emmeran. — Doctor Chadburn, no debe haber niños en este piso.Regaño la doctora con seri
Narra Ciara: —Oye, dame a mi nieto —le reclamó papá. —Es mi nieto también y tú lo subiste al auto —respondió Carlisle. —Pero fue mío primero — Dios santo, parecían niños pequeños. —Exacto, lo tuviste para ti solo por años —contestó Carlisle. —Pero tú vas a tener más que yo —replicó papá, pero Carlisle fue más rápido y entró con Ethan en el ascensor. Papá fue rumiando cosas contra Carlisle todo el camino, al entrar a la casa encontré que no estaba tan tirada como esperaba. Algo que me alegró porque no podía recoger. —Ciara. —Miré, era mi madre, ¡dios santo! Parecía que mi madre cada día se hacía más joven. —Mami —le dije, pero Arlen me llevaba bastante rápido hacia la recámara. Cuando me dejó en la cama vi la razón, estaba rojo como tomate y respiraba con dificultad. Al ver que lo miraba. —Lo siento, nena, estoy en mala condición física. Mamá entró y vi que le dio una mirada fea a Arlen. —Amor, me da mucho gusto que ya estés bien. —Miró a Arlen, ella quería que se saliera, pe
Narra Leah: (Toda mi vida ha sido un completo desastre. Mi madre siempre llorando, mi padre siempre ebrio son mis primeros recuerdos, y a veces quisiera que ahí se hubieran quedado. Cuando tenía diez años vi a mi padre engañando a mi madre con su mejor amiga. Y como si esto fuera poco, descubrí que mis padres solo se habían casado porque había quedado embarazada de mí. Mi padre había emborrachado a mi madre para que se acostara con él y cuando su padre supo que no solo la había emborrachado la forzo casarse. ¿Quién casa al violador con la victima? Vaya mierda de vida Mi abuela, la madre de mi padre, era quien me había dicho todo. El alcohol y mi abuela eran la mejor combinación si querías saber algo. Ese día a mis trece años m primera borrachera. Claro que nadie se dio cuenta porque se suponía que estaba cuidando a mi abuela. Pero como si la vida no estuviera satisfecha con todo lo que me había dado, entre al instituto. Y tuve que trasladarme de la reserva al instituto de Nueva York