Narra Ciara:Aquella charla a corazón abierto era dolorosa, pero necesaria. Esta charla fue la que debimos de tener al comienzo de toda nuestra pequeña e inconsistente historia, ambos cometimos errores, ambos pudimos haber hecho las cosas diferentes, pero nuestra inmadurez y estupidez nos llevó a este punto sin retorno en el que estamos ahora.—Quiero que me entiendas, Arlen. Me sentía dolida, y sé que eso no me justifica, pero necesité mucho tiempo para sanar mi corazón. Cada vez pasaba más tiempo, Emmeran presionándome para contarte la verdad, y yo tenía miedo, miedo de que me rechazaras y rechazaras a Ethan. Al mismo tiempo tenía miedo de mí, de lo que, por ti, de no habértelo dicho a tiempo; entré en un círculo vicioso. Ahora puedo verlo. Lo siento, no sabes cuánto. Tal vez no tanto por ti o por mí, lo siento por Ton negué.—Lo entiendo, Ciara. Este tiempo tras las rejas, me ha hecho reflexionar, analizarme. Fui un hijo de puta contigo, te usé, y lo hice conscientemente —Alzó su
Narra Ciara:A corazón abierto, frente a frente, lo que debimos haber hecho desde aquella noche…nuestra frágil historia…no somos perfectos, el no lo es y yo no lo soy, nos equivocamos y pagamos el precio de nuestra estupidez, pero hoy, a corazón abierto, enfrentamos lo que debimos enfrentar siempre.—Arlen…eres lo suficientemente bueno para mí, para los tres.Arlen no me respondió nada, pero me besó. Su beso sabía a promesas, a amor. Fue un beso lento, lleno de sentimiento; no encuentro otra palabra para describirlo.—Ciara…gracias por estar aquí, por esperarme, aunque no lo merecía…Quería llorar, quería en verdad llorar a mares. — Gracias a ti por venir a buscarme — le respondí.—Solo Anthon me preguntó que, si quería irme directo a Nueva York, pero cuando papá me dijo que Ethan había viajado con Miriam y Emmeran, y que tú estabas sola, quise verte a ti primero.Sonreí y volvimos a besarnos. Sus labios sabían tan bien, podía vivir solo de besarlos.—Yo también.—¿Tú también qué?—Ta
Narra Ciara: Tomé el paquetito y saqué el condón. ¿Cómo diablos se ponía? ¿Había un derecho y un revés? Arlen al ver mi duda, tomó mi mano y me guío hacia su pene. Sin preguntarme me enseñó a ponerlo, mejor dicho, lo pusimos entre los dos. Sentir su miembro y como se iba cubriendo fue tan sensual, tan sexy. Estábamos hincados uno frente al otro. Nos miramos y comenzamos a besarnos. Arlen fue recostándome lentamente, su mano bajó hasta mi centro, estaba húmeda por él. —Abre más las piernas, pequeña. —Obedecí y pude sentirlo en mi entrada resbalando, entrando poco a poco en mí, lo hacía despacio atormentándome, así que, de solo un movimiento de caderas, hice que entrara en mí por completo. —Ciara —jadeó y comenzamos a movernos. Nuestra danza era básica, pero era nuestra, así como yo era de Arlen y él era mío. Arlen me besaba y me decía te amo con cada embestida, me sentía tan plena, tan amada. Lo vi hacer un esfuerzo para aguantar, pero sabía que mi cuerpo tampoco aguantaría mucho
Saludé a Ethan y le dije que le llevaba una gran sorpresa. No le dijimos sobre el regreso de Arlen porque sabíamos que se pondría ansioso y un poco odioso queriendo ver a su papito. Antes de salir tomé un gran puñado de la caja de condones y los metí en mi bolsa de mano. Llegamos al aeropuerto, y a pesar de ser un viaje privado nos revisaron nuestras pertenencias. Lo peor fue cuando me pidieron vaciar mi bolso y de el cayeron los montones de condones que llevaba. La cara de Arlen y de Anthon era para tomarles una foto y quemarla. Estaban disfrutando a lo grande mi humillación pública. Ya en el avión, me senté lejos de ellos, pero al oír sus risas me paré y le dije a Arlen.—Todos esos condones eran para estar contigo, ahora los tiraré y no haré nada contigo. —Luego señalé a Antón. — Y tú, olvídate que te presenté a alguien decente Ambos estallaron en risas y yo muy indignada me fui a sentar lejos de ellos. Unos minutos después Arlen se sentó a mi lado.—No te enfades, pequeña —pidió,
Narra Ciara:—¿Ciara, no quieres que me quede contigo? Por eso dijiste que…—No —respondí alzando la voz. — casi tuve que pelear con papá para que te quedaras acá. No quiero separarme de ti, nunca, nunca más. Bésame — le pedí, pero ya estaba yo prácticamente besándolo.Los pasos de Ethan corriendo por las escaleras hicieron que cortáramos el beso y nos separáramos—Dicen el abuelo y el tío Oso que dejen de besarse y… —Se quedó pensando. — Toquetiandose, y bajen rápido porque vamos a ir todos a celebrar. ¿Mamita, sabes que Anthon también vino a la boda del abuelo? Lo malo es que no trajo a Titán. Titán, papá, es el perro de Anthon, es nuestro amigo. Y cuando tenga perritos vamos a quedarnos con uno…bueno eso todavía no lo sé, pero yo si quiero. Vámonos — concluyó impaciente.Sin soltar nuestras manos bajamos las escaleras, y vi que toda la familia estaba ahí. Hasta la odiosita de Leah, quien estaba sentada junto a Anthon con cara como desagradable. Anthon me miró y luego a Leah, solo m
Me puse un sweater ligero, y busqué una sudadera para Ethan, el día estaba fresco y no quería que se enfermara. Bajé más en modo zombie que despierta, los encontré en la cocina. Arlen estaba apoyado en la barra y Ethan metiéndose una cucharada de cereal a la boca, mientras tanto, Ethan dijo algo que no escuché y ambos rieron, su risa era tan parecida. Me sentí culpable por no haber hablado antes, ¡cuántos momentos padre e hijo habrían tenido…! Arlen me miró y sonrió, grande y lindo como era.—Hola —me dijo.—Hola, mamita. Estamos comiendo cereal, porque papito no sabe hacer otra cosa, pero ya le dije que yo le voy a enseñar.—Sí, tenemos que enseñarle muchas cosas a tu papito, como que todas las mañanas tiene que besar a mami —expliqué mientras me acercaba y besaba a Arlen.—¿Por qué siempre se están besando? ¿No les dan cosa sus babas? —cuestionó Ethan muy serio.—¿Las babas? —preguntó Arlen.—Cuando yo besé a Britt solo sentí babas y me dio mucho asco, no me gustó. Los dos nos queda
Narra Ciara:—Recuerdo cuando te sentabas a escucharme tocar, ahora me doy cuenta que amaba tocar para ti, mientras tú no te parabas yo no dejaba de tocar. Ahora que lo v distancia… me gustaba hacerte feliz tocando para ti. Me besó en la mejilla cerca de la boca. Era un momento tan romántico.—O se besan bien, o vienen y me saludan —escuché a Emmeran gritarme en el oído.—Emmeran —le gruñó Arlen.—Hermanito, espero que se hayan reconciliaron bastante, porque hoy eres todo mío. Necesito a alguien que juegue conmigo. Ethan siempre gana y yo necesito a alguien.Pasaron las siguientes dos horas en la sala de juegos de los Chadburn, hasta que Alina se acercó a mí. —¿Ciara, quieres que te arregle para la boda de tu papá? La miré y negué con la cabeza.—No, gracias ya nos tenemos que ir. Ethan, Arlen, es hora de irnos.Emmeran le dijo algo al oído a Arlen y este se puso todo colorado, y le contestó algo que no puede escuchar. Regresamos prácticamente al mismo tiempo que papá, y al haber solo
—Quiero que pienses que acabamos de salir del baile de graduación, tu papá salió a pescar y tenemos la casa para nosotros solos. El ambiente era altamente sexual. Mientras me decía esas palabras estaba detrás de mí quitándome lentamente la chamarra y acariciaba mis brazos desnudos. Arlen tomó con una mano la botella de vino. —¿Puedes ayudarme con las copas? Necesito una mano libre para tomar tu mano. Tomé las copas y le extendí mi mano libre. Subimos las escaleras y quedé maravillada cuando abrí la puerta de mi recámara, había miles de luces en la pared, flores en la mesa de noche y un par de velas ar encendidas en el escritorio. —No pudimos hacer más sin que tu padre se enterara. Espero que te guste. —Me encanta —le dije volteando y besándolo efusivamente, demasiado efusiva, nuestros dientes chocaron y los dos nos quejamos. —Tranquila, Ciara, tenemos todo lo que resta de la noche, y si Ethan no despierta temprano, también tendremos la mañana. —Esperemos que despierte muy, pero