—Dile que la quiero, aunque no siempre soy el mejor hermano. Ayer quería hablar con Emmeran, lo vi muy triste.—Tiene problemas, pero estaría bien que hablaras con él. Arlen, otra cosa. Quedé con Alex que él pasaría por Ethan y por mí, así que ya no es necesario que vengas por nosotros. —Era mentira, porque ni siquiera se lo había comentado a Alex.—¿Por qué, Ciara? ¿Te molestaste por lo de Victoria?—No Arlen, necesito volver a la realidad donde tú eres su papá y yo su mamá. Pero sobre todo porque no quiero que me uses, ya no más.—No te uso, Ciara —casi lo gritó.—¿Y el beso? Realmente lo siento, pero necesito poner distancia entre tú y yo. Además, Ethan regresa a la escuela y no quiero distracciones.—No soy una distracción, soy su papá y lo siento, pero no es negociable, al menos no lo de Ethan. —Mira, no quiero que tengamos problemas, pero… Arlen arrugó la cara y me dijo:—No habrá problemas, yo seguiré viniendo por ustedes.—Listo papito —dijo Ethan interrumpiéndonos. Llevaba l
Narra Ciara:Me despertó Ethan sonriendo y eso ya me hacía el día. Busqué mi celular y recordé que ahora ya no tenía celular.—Mamita ¿hoy no vamos a ir a la escuela? —me preguntó Ethan.—Sí, ¿por qué no iríamos? —Porque no sonó tu teléfono y ya es casi hora de que pase papito por nosotros. Y si, era la hora de enfrentar a su papito.— ¡Corre corazón! ¡Báñate! Te dejo tu ropa y te vistes solito mientras me baño y me arreglo, corre… anda.Puse su ropa sobre la cama y corrí al baño, me cayó jabón en un ojo al lavarme la cara, pero lo logré. Estaba bañada en menos de diez minutos y ya estaba vistiéndome. Había pasado gran parte de la noche en vela, pensando en qué debería hacer y había tomado una resolución. Toda mi vida había amado a Arlen, pero tendría que aceptar que él estaba confundido de pronto con lo de Ethan, él amaba a su novia y yo debía seguir con mi vida.Tenía que tomar las riendas de mi vida en mis manos, ya no iba a dejar que todo mundo tomara decisiones por mí. Escuché la
Me dio rabia ver que estaba utilizando a Ethan de esa manera y sin más moví mi pie y le di un pisotón. Demasiado infantil mi conducta, tal vez, pero me sentí tan bi importó. — ¡Ay! —gritó Arlen.— ¿Qué te pasa papito? —Nada, me pegué con algo —dijo entre dientes. Emmeran seguía ausente y Alina se había refugiado en su recámara. Arlen se fijó en su hermano y su cara se llenó de preocupación, se acercó al sofá y se sentó junto a él. —Emmeran ¿Qué tienes? ¿Por qué estás así? —Yo… yo no puedo darle bebés a Miriam, soy estéril. Mi corazón se hizo pequeño al escucharlo hablar. Pero les di su espacio, llevé a Ethan a su recámara y lo metí a bañar. Mientras se bañaba pensé en como la vida era extraña. Ellos añoraban un bebé y no podían ten sencilla. Arlen y yo que nunca esperamos nada y tenemos un hermoso hijo y solo eso, pero yo quería más ¿Por qué la vida no puede ser más sencilla, sin tanta fregadera siempre? Pronto recordé que Arlen no me había regresado las llaves e iba a salir a r
— ¡Ar-Arlen! —intentaba decir. —Lo siento Emmeran me empujó y… ¡ay!— ¡Bolita! —gritó Emmeran. Y le puso encima a Alina y luego a Ethan. Sin escuchar mis quejas de que me estaban aplastando. La cara de Arlen estaba prácticamente en mi cara y sus labios demasiado cerca de los míos. ¡Diablos! No podía pensar en otras cosas. De pronto sentí menos pes maldecir a Arlen.—En serio Ciara, lo siento —dijo antes de intentar ponerse de pie. De pronto lo entendí, Arlen no estaba intentando pararse, estaba intentando protegerme de Emmeran que se había aventado encima de nosotros luego de quitar a Arlen entre umms… y ays por fin Emmeran se levantó, pero no antes de que los brazos de Arlen cedieran y me aplastara por completo. Nos quedamos quietos unos segundos antes de que Emmeran ayudara a Arlen a levantarse.—Mamita ¿Estás bien? —preguntó Ethan preocupado al ver que no me movía.—Sí, solo un poquito aplastada pero creo que estoy bien —dije parándome y sintiendo mi cuerpo muy maltratado. De pront
Desde la perspectiva de Ethan: Mañana es el último día de mi mamita como mesera. Yo quería darle un regalo, pero como no tenemos mucho dinero no podía comprarle nada. Mi mamita dice que maestra ya no estaremos tan apretados. A mí me gusta estar apretado, me gusta donde vivimos. El departamento es chiquito, pero me gusta más que donde vivíamos antes; en ése había ratas grandototas. Mejor le hice un regalo a mi mamita yo mismo; era un dibujo. Dibujé a mi mamita, a mi papito, a mí y a un perro; todos estábamos agarrados de la mano. Cuando se lo di a mi mamita, lloró, pero me dijo que eran lágrimas de felicidad. Le dije quiénes estábamos en el dibujo y por qué los había puesto ahí. Volvieron a lágrimas.—No te pongas triste, mamita. Yo sé que se nos perdió mi papito, pero un día vamos a encontrarlo.—No me gustaba ver llorando a mi mamita.—Ya es hora de dormir —me dijo y me dio tos. — Anda, voy a darte tu jarabe y tú vas a dormir como un angelote.—Mamita, ¿me puedes contar cómo conocis
Desde la perspectiva de Ethan:—No hay problema con eso, me encantaría hacerlo yo —dijo papá, y yo grité ¡Sí!, por dentro. Mamá nos miró y luego dijo:—No sé. Tienes que ver que no se deje jabón y se talle bien. Enseguida le llevo su ropa al baño, ha estado resfriado y anoche todavía estaba algo constipado. Papá no sabía nada de bañarme. Primero el agua estaba bien caliente, luego estaba fría y quería bañarme con el jabón de mamá. —Ven Ethan, voy a ponerte jabón.—Ese jabón es de mi mamita, no puedo oler a niña.—Pero huele muy rico —me dijo oliéndolo.—Pues claro —le dije—, claro que huele rico. Huele a mamá y ella siempre huele rico —alcé los hombros y rodeé los ojos.—Sí, huele a tu mamá — Y sonrió mucho.Seguimos jugando con la espuma y el agua hasta que mamá entró con la ropa. Papá me secó lo más que pudo, pero me dejó mojados los pies y la cabeza. Le dije bien la cabeza o mamá se enojaría. Cuando ya estaba cambiado, le pedí a mi papito que me leyera mi libro favorito.—Papito, ¿
Me fui a mi cuarto y soñé con papá, mamá, pero más con papá, y con que me compraban mi perrito. También quería un hermanito, pero no una niña llorona, quería que jugara conmigo. Soñé que me llevaba al parque y jugábamos. Todavía estaba soñando con mi familia cuando escuché que tocaban la puerta. Esperé que mamá abriera, pero no lo hacía y yo quería seguir soñando con mi papito tocando y mamita no abría, me desperté y caminé hacia la puerta. Vi que mamá estaba hablando con alguien por teléfono y pregunté:—¿Quién? —Como siempre me decía mamá.—Soy tu tía Alina y tu abuelita. —Se escuchó otro gritito.— ¡Qué bonito se siente decir tu tía! —La tía Alina era muy gritona. Abrí la puerta.—Mamá está en su cuarto hablando por el teléfono. Caminamos hacia mamá y yo todavía tenía Sueño, no mucho, pero seguía con un poco. Mamá estaba hablando con la tía Bonita y con el tío Oso. Cuando mamá di del tío Oso, la abuela y la tía hicieron ruiditos y mamá volteó.—Entonces Emmeran sí sabía del peque.
Pasé las dos semanas siguientes tratando de alejarme de Arlen lo más que pude, solo le permitía llevarme a la escuela, porque Ethan me lo había pedido. En el transcurso del camino me hacia la dormida y en cuanto llegábamos me bajaba prácticamente corriendo, sin darle tiempo a nada. La mañana después de que se quedó con nosotros él volvió a su casa.¿Qué esperaba? ¿Que él se quedara a vivir conmigo? Y lo peor era que esto me estaba desga todo era mi culpa, ¡¿qué esperaba que al despertarse me dijera lo mismo otra vez?! El problema era yo, porque él jamás me había prometido algo, ni siquiera me miraba y a yo si lo hacía a gusto estando consciente. Buscaba cualquier pretexto para no estar en casa cuando sabía que iba a estar Arlen. Hasta ese día… me había dejado tres mensajes en el buzón, diez mensajes de texto y varios más con Alina, Emmeran y hasta Alex. Necesitaba hablar conmigo y era urgente.Estaba sentado en la sala, pero me sentía nerviosa; caminé a la cocina, después a la sala, a