— ¡Ar-Arlen! —intentaba decir. —Lo siento Emmeran me empujó y… ¡ay!— ¡Bolita! —gritó Emmeran. Y le puso encima a Alina y luego a Ethan. Sin escuchar mis quejas de que me estaban aplastando. La cara de Arlen estaba prácticamente en mi cara y sus labios demasiado cerca de los míos. ¡Diablos! No podía pensar en otras cosas. De pronto sentí menos pes maldecir a Arlen.—En serio Ciara, lo siento —dijo antes de intentar ponerse de pie. De pronto lo entendí, Arlen no estaba intentando pararse, estaba intentando protegerme de Emmeran que se había aventado encima de nosotros luego de quitar a Arlen entre umms… y ays por fin Emmeran se levantó, pero no antes de que los brazos de Arlen cedieran y me aplastara por completo. Nos quedamos quietos unos segundos antes de que Emmeran ayudara a Arlen a levantarse.—Mamita ¿Estás bien? —preguntó Ethan preocupado al ver que no me movía.—Sí, solo un poquito aplastada pero creo que estoy bien —dije parándome y sintiendo mi cuerpo muy maltratado. De pront
Desde la perspectiva de Ethan: Mañana es el último día de mi mamita como mesera. Yo quería darle un regalo, pero como no tenemos mucho dinero no podía comprarle nada. Mi mamita dice que maestra ya no estaremos tan apretados. A mí me gusta estar apretado, me gusta donde vivimos. El departamento es chiquito, pero me gusta más que donde vivíamos antes; en ése había ratas grandototas. Mejor le hice un regalo a mi mamita yo mismo; era un dibujo. Dibujé a mi mamita, a mi papito, a mí y a un perro; todos estábamos agarrados de la mano. Cuando se lo di a mi mamita, lloró, pero me dijo que eran lágrimas de felicidad. Le dije quiénes estábamos en el dibujo y por qué los había puesto ahí. Volvieron a lágrimas.—No te pongas triste, mamita. Yo sé que se nos perdió mi papito, pero un día vamos a encontrarlo.—No me gustaba ver llorando a mi mamita.—Ya es hora de dormir —me dijo y me dio tos. — Anda, voy a darte tu jarabe y tú vas a dormir como un angelote.—Mamita, ¿me puedes contar cómo conocis
Desde la perspectiva de Ethan:—No hay problema con eso, me encantaría hacerlo yo —dijo papá, y yo grité ¡Sí!, por dentro. Mamá nos miró y luego dijo:—No sé. Tienes que ver que no se deje jabón y se talle bien. Enseguida le llevo su ropa al baño, ha estado resfriado y anoche todavía estaba algo constipado. Papá no sabía nada de bañarme. Primero el agua estaba bien caliente, luego estaba fría y quería bañarme con el jabón de mamá. —Ven Ethan, voy a ponerte jabón.—Ese jabón es de mi mamita, no puedo oler a niña.—Pero huele muy rico —me dijo oliéndolo.—Pues claro —le dije—, claro que huele rico. Huele a mamá y ella siempre huele rico —alcé los hombros y rodeé los ojos.—Sí, huele a tu mamá — Y sonrió mucho.Seguimos jugando con la espuma y el agua hasta que mamá entró con la ropa. Papá me secó lo más que pudo, pero me dejó mojados los pies y la cabeza. Le dije bien la cabeza o mamá se enojaría. Cuando ya estaba cambiado, le pedí a mi papito que me leyera mi libro favorito.—Papito, ¿
Me fui a mi cuarto y soñé con papá, mamá, pero más con papá, y con que me compraban mi perrito. También quería un hermanito, pero no una niña llorona, quería que jugara conmigo. Soñé que me llevaba al parque y jugábamos. Todavía estaba soñando con mi familia cuando escuché que tocaban la puerta. Esperé que mamá abriera, pero no lo hacía y yo quería seguir soñando con mi papito tocando y mamita no abría, me desperté y caminé hacia la puerta. Vi que mamá estaba hablando con alguien por teléfono y pregunté:—¿Quién? —Como siempre me decía mamá.—Soy tu tía Alina y tu abuelita. —Se escuchó otro gritito.— ¡Qué bonito se siente decir tu tía! —La tía Alina era muy gritona. Abrí la puerta.—Mamá está en su cuarto hablando por el teléfono. Caminamos hacia mamá y yo todavía tenía Sueño, no mucho, pero seguía con un poco. Mamá estaba hablando con la tía Bonita y con el tío Oso. Cuando mamá di del tío Oso, la abuela y la tía hicieron ruiditos y mamá volteó.—Entonces Emmeran sí sabía del peque.
Pasé las dos semanas siguientes tratando de alejarme de Arlen lo más que pude, solo le permitía llevarme a la escuela, porque Ethan me lo había pedido. En el transcurso del camino me hacia la dormida y en cuanto llegábamos me bajaba prácticamente corriendo, sin darle tiempo a nada. La mañana después de que se quedó con nosotros él volvió a su casa.¿Qué esperaba? ¿Que él se quedara a vivir conmigo? Y lo peor era que esto me estaba desga todo era mi culpa, ¡¿qué esperaba que al despertarse me dijera lo mismo otra vez?! El problema era yo, porque él jamás me había prometido algo, ni siquiera me miraba y a yo si lo hacía a gusto estando consciente. Buscaba cualquier pretexto para no estar en casa cuando sabía que iba a estar Arlen. Hasta ese día… me había dejado tres mensajes en el buzón, diez mensajes de texto y varios más con Alina, Emmeran y hasta Alex. Necesitaba hablar conmigo y era urgente.Estaba sentado en la sala, pero me sentía nerviosa; caminé a la cocina, después a la sala, a
—Me dijo que era adelantado, pero que era por una buena razón. Mi papá estaba triste. Miré el reloj era hora de dormir a Ethan, después iría a pedirle disculpas a Alina.—A dormir, que, si no mañana nos va a costar levantarnos para ir a la escuela, anda. ¿El sábado tienes entrenamiento o partido de soccer?—Entrenamiento y después papá tiene partido. ¿Podemos ir a verlo? Anda di que sí, nadie le echa porras a papá. A Alex le echan porras Cam, Bitt y Sophie, pero a no me escucho. Tú gritas fuertote cuando te enojas. Puso sus ojos de gato de Shrek y me convenció. —Está bien, iremos a ver jugar a tu papá. Me sentí culpable, Alina tenía razón, si él me llamara iría sin que nadie me lo impidiera. Después de dejar a Ethan casi dormido salí y me dirigí al cuarto de Alina; toqué una, dos, tres veces, pero Alina no respondía.—Alina, sé que estás ahí, escucho ruidos. Odiaba cuando Alina se ponía así, fui a la cocina e hice chocolate con leche, tomé unas galletas y el duplicado de las llaves; t
Me levanté con la sensación de que algo había perdido, pero no sabía qué era. Llamé a Miriam y me dijo que Ethan seguía dormido, pero que me invitaba a desayunar, platicar conmigo. Acepté encantada, quería salir de la burbuja de amor de Alina y Jason, y concentrarme en la nueva Ciara.Una Ciara más dispuesta a encontrar el amor, que dejaría que soñaba de amores cursis y buscaría el amor verdadero. Decidí dejarle un mensaje a Alina en la nevera, prefería no entrar en su habitación. Luego salí a casa de Miriam. El día estaba muy frío y quería llegar al metro lo más Escuché que alguien me llamaba, busqué con la mirada y vi a Arlen en una camioneta algo vieja en comparación con el auto que siempre solía traer. Me hizo señas de que lo esperara. Poco después apareció y se estacionó junto a mí.— ¿A dónde vas? —A desayunar a casa de Miriam y Emmeran, y a traer a Ethan.—Yo iba a invitarlos a desayunar. Venía por ti para ir a buscar a Ethan e ir a desayunar juntos.Sus ojeras estaban más marc
—Si está en mis manos, claro.—Necesitocomprar condones puedescomprarlos pormí —dije tan rápido que seguro no me entendio.Supe de inmediato que estaba muy roja y sentía mucho calor.— ¿Qué? —gritó Arlen.—Shh… Ethan está dormido. Mira, mientras tenía los dolores del parto una enfermera me dijo que si hubiera usado anticonceptivos no tendría esos dolores. Arlen me miró con los ojos entrecerrados.—Sí, Ciara, yo te los compro —me dijo, pero no pude identificar el tono de su voz; no estaba segura si estaba enojado, triste o divertido. Se detuvo en una farmacia y bajó, a los diez minutos regresó con unas bolsas. Miró atrás y al ver que Ethan seguía dormido habló:—Toma, te compré una caja de treinta, así no tendrás que pasar pena en algún tiempo.— ¿Treinta? ¡Santa madre! ¿Esto cuándo me lo voy a acabar?—Pues eso depende de qué tan activa seas, te puede durar unos días o un mes. Intenté imaginármelo, pero simplemente solo podía ver a Arlen. En verdad, Ciara eres un completo desastre, to