Narra Arlen:Victoria es cada vez más despreciable, casa vez más insoportable, es como si se empeñara en ser una peor persona cada vez. Nuevamente hemos discutido, está más allá que solo furiosa por qué mi madre le ha regalado a Ciara y Ethan ese bonito departamento en una de las zonas de super lujo en la ciudad. Cómo era de esperarse, ella no quiere que de ninguna manera Ciara o mi hijo se me acerquen, sus celos son cada vez más insoportables y me enloquece no de buena manera eso.Justo ahora la miro salir del departamento, con aquella cara de infinito desagrado e insatisfacción que casi siempre lleva.— Victoria, tenemos que hablar, no puedes seguir con esos arrebatos —Ella solo me mira con ese característico desprecio.— Escúchame bien Arlen, tu prometida soy yo, yo soy la única que se va a convertir en tu esposa, yo soy la única que tú familia debe llenar de regalos costosos, no esa zorra pobretona que parió a tu hijo —Aquellas palabras me provocaron unas tremendas ganas de abof
Narra Ciara:— ¿Te avisaron de la guardería? —preguntó Jane.—No, me habló su papá, lo está cuidando en la oficina. No sabía cómo llamarle la atención.—En casa yo también soy la ogra de la casa, mi marido es más facilote. ¿Vas a traer el jueves a tu hijo? —me preguntó Kathe.—Sí, creo que voy a darle un respiro al papá. ¿Saben si por aquí pasa algún autobús que me acerque a alguna estación del metro? No noté que alguien se paraba detrás mío, era Alex.—Con que comiendo sándwiches de queso y no invitan, mira que son malas. Caminó a la barra y pidió algo.—Alex, ¿por qué no llevas a Ciara a su casa? Hoy no tiene quien la lleve —dijo Sophie con malicia.—Claro, será un placer. ¿No van a venir por ti?—No, van a llevarlo a cortarse el pelo porque él ya comenzó con el corte.—Eso es clásico —dijo sonriendo— Yo una vez lo intenté a los nuevo o diez, no recuerdo. Quería hacerme un corte a la mohicana y no me dejaba mi mamá, por lo Me costó una semana sin mi juego de video y un corte a rapa
Narra Ciara: El reloj despertador hizo su función y yo la mía. Me duché, me vestí y desperté a Ethan en este extraño lugar que ahora era mi casa, todavía no me acostumbraba a espacio. Hoy Emmeran iba a pasar por mí y Alina llevaría a Ethan al trabajo de Arlen. Debo decir que lo extrañé, me hizo falta su olor y ver sus hermosos ojos, pero también emocionaba por ver otro tono de verde no tan claro. En el camino a la escuela, Emmeran fue preguntándome por mis compañeros y cuando me preguntó por mi jefe me puse toda roja, lo que le dio pie a querer conoce. —Entonces niña, ¿vas a presentarme a tu galán o voy a tener que preguntar por él? —Emmeran, es mi jefe, no mi galán y además no tengo por qué presentártelo. —Bueno, entonces no me dejas de otra más que ir y buscarlo —me dijo. — Solo tengo curiosidad. Miriam me dijo que estás entusiasmada con él. —Emmeran no, por favor, prometo presentártelo más adelante, pero ahora no. Vi que ya habíamos llegado a nuestro destino, así que me desped
Había pensado en Arlen como novio de Victoria, pero simplemente no podía decirlo, así que decidí quitárselo. Lo repetí tres veces y luego llevé a Ethan a presentarle a sus amigos. Mala elección dejar a estos niños solos la recámara de Ethan, era zona de guerra. — ¿Qué pasó aquí? —pregunté asombrada. No era posible que dos niños pudieran hacer tanto; tiraron el colchón y los juguetes estaban en todos lados, pero de pro agua. Corrí al baño y ahí estaban los dos tsunamis vaciando todo el jabón y jugando felices todos mojados. Arlen, Alina y Ethan estaban atrás de mí y todos tenían cara de asombro y diversión. Mi teléfono sonó y contesté muy molesta. —Bueno. —Hola Ciara, soy Alex. Perdón, es que se complicó más de lo que creía. ¿Me puedes dar la dirección para poder ir por ellos? —Sí, claro —procedí a darle la dirección y ya casi para colgar. — Alex, ¿puedes traer ropa para tus hijos? Creo que se mojaron un poco. —Dime que no te hicieron mucho tiradero —dijo realmente mortificado. I
Narra Ciara:—Bueno, creo que fue un día muy agradable, hacía demasiado que no jugaba —me dijo Arlen. Verlo sudado y con todo esa cosa que le dio el jugar lo hacía verse tan sexy y tan, tan hermoso. No pude contenerme y lo abracé, pero inmediatamente me di cuenta de haberlo hecho, así que me inventé algo rápido.—Mil gracias, Ethan se divirtió mucho —. Lo bueno es que no veía mi cara.—No tienes que darlas. ¿No te molesta que esté sudado?¿Molestarme? la verdad no me molestaba en lo absoluto.—No, ¿por qué me molestaría? Él me miró y entrecerró sus ojos.—Eres muy especial. Yo no quiero cocinar, vamos por unas hamburguesas, ¿te parece?—Sí, me encantaría —.Vi que Ethan venía con Cameron hablando de naves y coches y demás cosas de niños.—Nos vemos Cameron —le dijo Arlen. El niño alzó la cara en señal de despedida. Luego me vio y dijo:— ¿Puedo darte un abrazo de despedida?—Claro, los que quieras.Ethan frunció el ceño y agarró fuerte la mano de su papá.—Ya vámonos papito —le dijo.
Seguimos el día como si nada hubiera pasado, pero en mi cabeza las imágenes de sexo con Arlen se mezclaban con Sophie y Alex, y lo peor, de Alex y yo. ¿Cómo volver a estar con Arlen? ¿Sería muy diferente con Alex? Por Dios, esto estaba siendo algo difícil. Intenté concentrarme en mi trabajo, cosa que me costó demasiado, pero lo logré; terminé mi plan mensual y estaba lista para comenzar las clases el lunes. Un mensaje de Arlen recordándome que Ethan y él irían por Victoria al aeropuerto me hizo enfriarme automáticamente. Los Tsunamis llegaron cuando estábamos a punto de irnos. —Hola Bitt Bitt y súper capitán Cameron —los saludó Sophie, y las imágenes volvieron a mi cabeza. Sacudí la cabeza intentando sacar esas imágenes de ella. —Hola Britt, hola Cam. Los dos me dieron un abrazo y me dijeron que si podían ir a mi casa a cenar pizza. Alex, que iba saliendo, solo negó con la cabeza. —Está bien, no hay problema. Hoy comeré sola porque Ethan está con su papá, así que no hay problema. —
Me dejé vencer por el mundo de los Sueños, total yo era tan feliz en él. No había Victorias ni Sophies que me avergonzaran. —Mamita, mamita, mamita —eso fue lo que me despertó. —Ethan, ¿qué hora es? —miré el reloj y vi que eran las seis de la mañana. — Ethan, es muy temprano. —Sí, pero a mí ya se me quitó el Sueño. Anda, préstame el video juego y te dejo dormir otro rato. A punto estuve de decirle que sí, pero no. Miré a Ethan. —Anda, vamos a bañarnos y cambiarnos. El que acabe primero decide qué desayunamos. —Mejor me quedo acurrucado contigo y nos dormimos un ratito. Estábamos acurrucados y bien dormidos cuando el teléfono sonó. Busqué a tientas el teléfono y contesté. Mi voz salió ronca. —Hola Ciara, creo que te desperté —. Era Alex, eso me emocionó. —Hola. Sí, la verdad es que sí. —No te preocupes, así nos pasa a todos los padres con hijos. Bueno, no me entretengo más, hablo para preguntarte si quieres venir con nosotros al fútbol. —Sí, claro. ¿En cuánto tiempo pasarías p
Intenté olvidar lo que había pasado, pero entre más lo intentaba más complicado lo tenía. Si cerraba los ojos podía sentir sus labios encima de los míos. Llamé a Emmeran y era para decirme que necesitaba hablar conmigo de algo muy serio, me dijo que Miriam y él traerían algo para la fiesta. Me concentré en la fiesta guardando lo que los tsunamis pudieran romper o que pudiera hacerles daño. Arlen había mandado un mensaje a Alina diciéndole que hiciera botanas, además del postre y bebidas. Alex también me había llamado. Sophie había invitado a Jane y traerían comida y bebidas. Pero nada me quitaba de la cabeza a Arlen y sus besos. Ni barrer, ni limpiar, ni la música, en especial la música. Ethan había puesto su música favorita, así que me tocaba escuchar un poco de todo; The Strokes, The Beatles, Aerosmith, Queen y u country con pop, que al menos me sacaba una sonrisa cada vez que cambiaba de ritmo. La canción que sonaba me ponía a pensar, era All you need is love, de The Beatles. Sí, y