—Tía yo…madre… — no sabía qué decir, no sabía por dónde empezar a pedirle perdón por haberla engañado.—No me mires con esa cara hija, sí hija mía — continuó diciendo la mujer — ese día en el hospital tú creíste que seguía dormida por la anestesia, pero pude escuchar todo lo que me dijiste. No te dije nada porque tenía la esperanza de que tú me confesaras toda la verdad y que me dijeras que fue lo que le pasó a mi sobrina.Connie comenzó a llorar, se dejó caer en la silla y comenzó a decirle cómo conoció a Constanza en el autobús, las pocas palabras que cruzaron y que le regaló un folleto para que fuera al albergue si necesitaba ayuda.La madre superiora comenzó a llorar al escuchar cómo había sucedido el accidente que le quitó la vida a su sobrina, la única familia que le quedaba.—Perdóneme madre, yo solo quería una oportunidad para comenzar de nuevo, tenía que dejar mi pasado atrás y se me hizo fácil usurpar la vida de una mujer que ya Dios había llamado a su lado. No lo hice con m
Los días siguientes todo parecía una locura, Gabriel quería casarse cuanto antes, pero Ximena lo convenció de que debía esperar a que ella pudiera caminar. —No pretendo ir a la boda de mis padres vestida de momia — decía haciendo gestos de bebé con el rostro y simulando que estaba a punto de llorar. —Entonces tendrás que darte prisa con la rehabilitación — dijo el médico que estaba preparado para quitarle el yeso y las férulas que le mantenían inmovilizado el cuerpo para que pudiera comenzar son los ejercicios de fisioterapia. —¿Me va a quitar las vendas doctor? ¿dejaré de parecer una momia por fin? —Así es, hoy te voy a quitar todas las vendas y a partir de mañana podrás comenzar con los ejercicios. Por cierto, señor Herrera la recepcionista le puede proporcionar los contactos de los mejores fisioterapeutas especializados en casos como el de Ximena, todos están certificados en las técnicas más innovadoras de rehabilitación pediátrica. —¿Escuchaste mami? — dijo Ximena por primera
Cuando llegaron a la habitación de Ximena, Michelle miró todo a su alrededor, se notaba que la posición económica de Gabriel era bastante alta, no cualquier persona podía darse el lujo de instalar en su casa un gimnasio pediátrico ortopédico con todo lo necesario para la fisioterapia que requería la niña, era como estar en una sala de hospital de alta tecnología, el paraíso para cualquier especialista. Necesitaba deshacerse de Connie y de los niños, si quería tener una oportunidad con Gabriel, debía intentar quedarse a solas con él, porque desde que llegó notó que solían hacer todo juntos. —Es mejor que no haya tantas personas en la habitación — dijo refiriéndose a Connie mientras colocaba una almohadilla sobre la cama de masajes. Gabriel tomó a Lolita y a Paquito de sus cabecitas para llevárselos con él hacia la puerta. —Vamos niños dejemos que Ximena haga sus ejercicios para que pronto pueda salir a jugar con ustedes. —No, no Gabriel, no es necesario que tu salgas, tú eres el pa
Ximena parecía no sentir ningún dolor al realizar los ejercicios, estaba tranquila y cooperaba sonriendo a cada indicación que Michelle le daba y Connie la tomaba de la mano para que no se sintiera nerviosa.Cuando finalmente terminaron la niña estaba tan cansada que se quedó dormida.—No puedo negar que haces muy bien tu trabajo — dijo Connie — pero no te atrevas a intentar interponerte entre Gabriel y yo porque no te lo voy a permitir. Viniste a trabajar dándole terapia a Ximena y será lo único que harás.—Querida, ese anillo en tu mano todavía no te da el título de “señora Herrera” así que no cantes victoria, muchos compromisos se han roto antes de la boda, incluso en el mismo día frente al altar.Michelle recogió sus cosas y comenzó a caminar hacia la puerta dejando a Connie con la palabra en la boca que estuvo a punto de contestarle su amenaza.—¿Cómo está Ximena? — preguntó Gabriel apenas las vio aparecer en el vestíbulo donde jugaba con Paquito y Lolita a construir un castillo
—No te entiendo Laura ¿qué ganas con arruinarle así la vida a los demás? — Le dijo Michelle mientras se sentaba a la mesa y se pedía un café — ¿no te bastó con la desgracia que provocaste hace años? ¿Qué te ha hecho Gabriel para que te ensañes así con él?Laura se quedó mirando por la ventana, agitó la cabeza para evitar que los recuerdos se apoderaran de su mente, lo único que sabía era que el odio que sentía por Gabriel era más fuerte que ella y no, no era por haberla despreciado y por haber roto su compromiso con ella, su odio tenía un trasfondo mucho más antiguo.—Eso es algo que no es de tu incumbencia, no te hice venir para contarte mi vida, te hice venir para cobrarte el favor que me debes, hace años yo te salvé de ir a la cárcel por lo que hiciste, pero todavía conservo las pruebas y sabes que podría hundirte con ellas, así que harás lo que te dije y no hagas preguntas estúpidas.—Por favor Laura, eso fue hace muchos años, yo vendí todas mis propiedades y me fui del país para
Esa noche cuando Michelle llegó a casa de Gabriel con sus maletas suspiró antes de entrar. No le gustaba nada lo que estaba haciendo, ya una vez había intentado meterse en la vida de Gabriel tratando de alejarlo de la mujer que amaba y las cosas se habían salido de control, por fortuna en aquélla ocasión él no se enteró de lo que ella había hecho en su desesperación por alejarlo de Maciel, pero a ella le había costado años de terapia y vivir alejada de su país y de sus amigos durante muchos años; nadie sabía que había vendido sus bienes y se había ido a vivir a Estados Unidos precisamente para alejarse de Gabriel y tratar de olvidarlo, lo de estudiar en una universidad de prestigio había sido solo el pretexto perfecto para que nadie sospechara sus verdaderos motivos para irse.Ella no solía ser muy creyente, sus padres no le inculcaron la fe, sin embargo, en ese momento sintió que necesitaba aferrarse a algo, porque lo que estaba haciendo estaba muy mal, pero tenía mucho miedo de lo q
—Connie por favor — suplicó — pídele a Gabriel que me escuche, es muy importante que hablemos. —Mira Michelle, yo no sé qué fue lo que pasó entre ustedes y no quiero saber, eso ya es parte del pasado de Gabriel y si él no quiere hablar contigo yo no puedo hacer nada al respecto. En este momento tengo cosas verdaderamente importantes en qué pensar y es en proteger a esos niños a los cuales su madre me confió en un momento de desesperación. —Es que no entiendes, yo podría ayudarte con eso — insistió, pero la preocupación de Connie no la dejo escuchar lo que tenía que decir. —Por favor, si en verdad nos quieres ayudar, enfócate en que Ximena vuelva a caminar y vete de esta casa lo antes posible, sé profesional y no hagas que me arrepienta de haberle pedido a Gabriel que te dejara quedarte en esta casa. Connie se levantó de la mesa y se fue dejándola sola. —Haré lo que tenga que hacer — dijo Michelle en voz alta — “intenté hacer lo correcto, pero no me dejaron otra opción, si tengo qu
Connie sintió un profundo coraje, no quería convertirse en la mujer celosa y tóxica que hace drama por cada mujer que se le acerca a su marido, sabía que Gabriel la amaba, él se lo había demostrado cada instante desde el momento en que la aceptó a pesar de su pasado, pero definitivamente Michelle estaba tratando de metérsele por los ojos.Por más que trataba de concentrarse en Ximena y en su terapia, no dejaba de pensar en el asunto de los niños, esperaba que Gabriel pudiera resolver todo con sus abogados y que no permitiera que Laura se los quitara.Entre la angustia por perderlos y la incertidumbre de no saber qué era lo que había pasado entre Gabriel y Michelle la noche anterior para Connie el día se convirtió en una tortura. No lograba concentrarse y los niños se dieron cuenta de que no jugaba con el mismo entusiasmo de siempre.—¿Estás triste? — le preguntó Lolita que era tan avispada como Ximena y se daba cuenta de todo lo que pasaba a su alrededor — ¿Es por el abrazo que la señ