Gracias a las cámaras de seguridad Gabriel pudo constatar que el chofer tenía razón. Alguien había intentado matar a Connie y aunque en algún momento lo dudó, todo parecía indicar que la principal sospechosa del atentado era Laura.

—¿Lo ve oficial? — repitió el video para que el policía pudiera apreciar nuevamente cómo Connie salía del elevador y de la nada, el auto se abalanzaba sobre ella sin detenerse un solo momento a ver qué era lo que había ocurrido; por supuesto los vidrios oscurecidos del auto y el hecho de que no llevara placa hacían casi imposible de identificar el auto y al conductor.

—¿Algún sospechoso? — preguntó el detective — ¿su prometida tiene algún enemigo? ¿pudiera tratarse de una mujer despechada?

No dudó en decirle al oficial que Connie estaba en una disputa legal por la custodia de los niños con Laura Huesca y le contó todo lo que había hecho para vengarse de él cuando lo difamó solo por haber terminado su relación y también como su hermano y su primo desfalcaron