Debo averiguar qué es, porque solo entonces podré ponerlo en práctica. Cuando decidí convertirme en escritora de ficción, fue porque elegí escribir historias de fantasía llenas de cosas imposibles. No me gusta hablar de la realidad o de lo que cualquiera puede ver y comprender. Prefiero que mis lectores lean lo que publiqué y al final se confundan, preguntándose cuál es la posibilidad de que todo eso pudiera llegar a ser real. En otras palabras, quiero crear en la mente del lector una confusión tan grande que se dé la vuelta por completo para seguir leyendo lo que publiqué para comprender finalmente todo mi razonamiento.

Quizás por eso me vi impulsado a acostarme y dormir, a ser atormentado por esta pesadilla y llevado a un lugar lejano, a estar entre gente extraña que en mi concepto actual nunca había visto antes, solo para convertir sus vidas en literatura. Me sie