El viaje en el avión fue extremadamente largo para todos. Sol no tenía cabeza para pensar en nada que no fuera Meghan al igual que los demás. Hasta Estrella estaba preocupada por la matriarca de los Hoffman y su bebé, que era tan inquieto, en aquel momento no daba ni una sola patada dentro del vientre de su madre.En hospital Scott y su hermano pequeño, Jamie, daban vueltas de un lado a otro esperando a que su madre despertará mientras que los demás buscaban cualquier cosa en la sala de esperar para mantener la mente ocupada.Cuando Sol llegó acompañada de los hermanos Hoffman todos se giraron para verla y tanto Alice como Scott la recibieron con todo su cariño.–¿Cómo está Meghan? –Preguntó Sol preocupada.–Ella está bien, Meghan es una mujer muy fuerte. Los médicos nos han dicho que está fuera de peligro y ahora solo estamos esperando a que se despierte. –Contestó Alice para tranquilizarla y la chica no pudo evitar pasear la mirada por la sala de espera y Scott se dio cuenta de a qu
Durante los días que habían pasado desde el regreso de Sol a Griffin, Sasha había buscado cualquier excusa para intentar acercarse a ella, pero por Estrella estaba obligado a mantener una distancia.Sasha sabía que no le habían permitido a la chica acercarse a la Fundación para no estropear la sorpresa que tenían para ella, pero sabía que Sol pasaba la mayor parte del tiempo en uno de los almacenes de la Fundación que estaba lejos del centro y que utilizaban para guardar todas las donaciones de ropa y alimentos que iban llegando de todas las partes del país.Cuando llegó al lugar Sasha pudo escuchar desde la planta baja como Sol y Ava hablaban sobre algo y subió las escaleras despacio intentando escucharlas, sujetando un cuadro que para él era muy especial.–¿De verdad está tan cerca? –Preguntó Sol mirando por el ventanal y Ava asintió.–Prácticamente al otro lado de la calle. –Contestó Ava resoplando. –Hacía mucho que no venía a este almacén, porque con él que tenemos en la Fundación
Sasha no tardo en darse de que la fiera que había dentro de Sol estaba a punto de resurgir cuando la vio recoger la botella del suelo acercándose a Samantha, que seguía intentando secar la champaña que había tirado sobre él.–¡¡Sol la botella no!! –Exclamó Sasha esperando que pasará lo peor, pero se quedó boquiabierto cuando Sol agarró la mano de Samantha con amabilidad y le entregó la botella de champaña.–Querida, creo que el señor Hoffman ha dejado bastante claro que no necesita ayuda. Como puedes ver es un hombre adulto que puede secarse perfectamente solo. –Aseguró Sol con un tono tranquilo y girándose para ver a su hija que estaba en los brazos de Fabrizio mirándolos con curiosidad, al igual que otros invitados.Samantha la miró desconcertada. Sol hablaba con un tono tan suave que hasta le dio miedo, porque su voz sonaba pacifica, pero su mirada parecía la de una leona que estaba a punto de saltarle a la yugular.–Yo solo quiero ayudarlo, porque ha sido mi culpa. Yo no tenía la
Era una emboscada, una que Fabrizio jamás se hubiera esperado. Habían puesto dos camionetas cerrando la carretera mientras que otras dos los iban siguiendo detrás.Fabrizio sabía que su camioneta podía con una de las que tenían delante. Entonces aceleró sacando a una de ellas de la carretera para poder pasar y por el retrovisor pudo ver como una de las camionetas que perseguía a los hombres de Víktor los sacó de la carretera provocándoles un accidente. A partir de allí Fabrizio sabía que estaban solos.–¡¡MAMÁ!! –Gritó Estrella asustada y Sol se giró para verla con el corazón acelerado. –¡¡MAMÁ!!–¡¡Tranquila cariño!! –Contestó Sol con la voz temblorosa por los nervios, viendo como su hija empezaba a llorar. –¡¿Son los hombres de tu padre?! –Preguntó mirando a Fabrizio que conducía con una mano mientras que con la otra sujetaba la pistola.–No Sol, infelizmente esto no tiene nada que ver con mi padre. –Contestó con un tono frío porque Fabrizio no podía perder la calma, era el último q
Sasha estaba delante del coche donde iban los hombres de Víktor que estaban escoltando la camioneta de Fabrizio.Los dos hombres estaban muertos y cuando Sasha se acercó pudo notar que no habían fallecido por el accidente, ya que el coche estaba volcado, sino que por unos disparos que habían recibido en la frente.Estaba desesperado, tenía miedo por su familia y encontrar aquellos hombres asesinados suelo había servido para aumentar su angustia. Entonces escuchó un coche que se acercaba.Cuando Sasha se giró vio que era la camioneta de Fabrizio y sintió un alivio enorme al ver que su mujer iba en el asiento de copiloto y que parecía estar bien.Sol vio a Sasha de pie en medio de aquella carretera y pudo ver la desesperación en su rostro. Fabrizio paró la camioneta y ella se bajó inmediatamente para correr a sus brazos.–¡¡Sashaa!! –Exclamó la chica corriendo hacia a él y Sasha abrió los brazos para recibirla.–¡Amor! –Contestó envolviéndola en sus brazos llenándola de besos. –¿Estás b
Estrella estaba sentada sobre una mesa cuando Samuel se acercó a ella mirándola con curiosidad, buscando en ella algún parecido con él, pero no vio nada y le molestó mucho ver que la niña era una copia de su madre.–Te pareces más a tu madre que a mí. –Escupió y la niña lo miró con el ceño fruncido.–¡¡Porque ella es mi mamita y tú no eres nada mío!! –Gritó Estrella furiosa y Samuel golpeó la mesa haciendo que la niña se sobresaltase.–¡También eres igual de contestona y altanera que ella! –Vociferó Samuel y Estrella lo miró con desagrado. – Pero conmigo vas a aprender a comportarte, yo te voy a enseñar la disciplina que tu madre no te supo dar.–¡Yo regresaré con mi mamita porque no quiero estar con un feo como tú, feo y malo! –Gritó la niña y Samuel se quitó el parche para que Estrella viese lo que Sol le había hecho en la cara y la niña gritó asustada.Entonces Samuel la agarró por los brazos zarandeándola con fuerza, dejando marcas en sus pequeños bracitos.–¡¡¡Mírame mocosa, mira
–Suéltame Fabrizio ese miserable tiene a mi hija y ella me necesita. –Gruñó Sasha por lo bajo, pero Fabrizio le hizo recapacitar.–Lo sé, pero la estamos viendo y ahora sabemos que Estrellita está bien, eso es lo más importante. –Murmuró Fabrizio y Sasha sintió un aprieto en su corazón al escuchar como su niña lloraba. –Ahora dime a dónde la están llevando. –Pidió y Sasha asomó la cabeza un poco para ver hacia donde iban.–A la sala de controles de la fábrica, no hay nada allí y es un lugar oscuro porque casi todas las luces se han fundido. –Contestó Sasha deseando salir de allí para ir a por su niña.–Bien, esto es lo que vamos a hacer. –Empezó a explicar Fabrizio y Sasha se giró atentamente para escucharlo. –¿Sabes utilizar un cuchillo?–Cuchillo, pistolas, todo. Recuerda que me he criado al lado de Víktor Torosyan. –Afirmó y Fabrizio asintió, porque no esperaba que fuera lo contrario.–Solo hay siete hombres aquí, así que necesito que hagas todo lo que diga, porque esto debe ser rá
En cuestión de segundos Samuel Estrada terminó arrodillado en el suelo, con las manos atadas mientras que Víktor llamaba a la policía para entregarlo.–Hicimos una buena limpieza Barbie. –Murmuró Víktor acercándose a Scott que estaba abrazando a su hijo y a la pequeña que ya era la nieta mayor de los Hoffman, Estrella.–¿Te has llevado los cadáveres? –Preguntó Scott preocupado alejándose un poco de Estrella para que no escuchase lo que estaban diciendo.Scott estaba preocupado por Fabrizio que había hecho hasta lo imposible para salvar a Estrella y no podía arriesgarse de que le llegarán a acusar de algo.–Por supuesto, solo hemos dejado a los que estaban vivos. De los demás me encargaré de desaparecerlos. –Confirmó Víktor y después pasó la mano por la carita de Estrella que tenía la cabeza apoyada en el hombro de Sasha.La niña se había negado a separarse de su “padre de mentirita” y él tampoco estaba dispuesto a soltarla. Sasha solo iba a separarse de su niña para entregársela a su