–¿Sigue sin contestar tus llamadas? –Preguntó Angela acercándose a Sol en la cafetería, viendo como su compañera no quitaba el ojo de su teléfono móvil.–Todavía no sé nada de él Angie y la incertidumbre me tiene muy angustiada. –Contestó Sol llevando su mano a la frente porque cada vez le dolía más la cabeza de tanta preocupación. –Y más después de que me dijiste que él había llamado el fin de semana preguntando por mí.–Bueno, ya sabes como son los hombres, se enojan por nada. –Respondió Angela colocando la mano sobre su hombro.–Sé cómo es Sasha y eso es lo que más me preocupa. –Habló Sol con nerviosismo pensando en carácter tan fuerte que tenía Sasha.–No te angusties tanto Sol. –Angela intentó reconfortarla. – Hoy es la presentación de padres como me habías dicho, ¿no? –Preguntó y Sol asintió mordiéndose el labio inferior con ansiedad. –Sasha está loco por Estrella, él quiere mucho a tu niña e independiente de si está o no enojado contigo estoy segura de que se presentará en el c
Horas más tarde Sol estaba como loca en su casa dando vueltas de un lado a otro mientras que Rosa intentaba tranquilizarla.–¡Tienes que calmarte cariño, Sasha estará bien! –Habló Rosa intentando calmarla, pero la chica estaba visiblemente angustiada.–¡¡No Rosa, Sasha no sería capaz de ilusionar a Estrella para después dejarla sola en un día tan importante, aunque esté enojado conmigo, yo sé que jamás lo haría!! –Contestó llevándose las manos a la cabeza. –¡¡Dios mío, ¿y si ese hombre que me ha amenazado le hizo algo a Sasha para vengarse de mí por haberle golpeado?–No pienses eso cariño, estoy segura de que él estará bien…La alarma del teléfono de Rosa empezó a sonar llamando la atención de las dos y Rosa se acercó a Sol llevando una mano a su rostro con cariño.–Tengo que irme a la casa de mi hija como te había comentado, pero estaré de vuelta en una semana Solecito. –Habló Rosa con un tono suave y Sol asintió intentando respirar con más calma, después Rosa limpió sus lágrimas mi
Tres días después Sasha estaba sentado delante de su ventanal envuelto en una manta pequeña para tapar su desnudez mientras que Frank intentaba sacar a las mujeres que habían pasado la noche con él del departamento.–¿Como pudiste hacer algo así Sasha? –Lo reprochó Frank después de que Sasha le contara todo lo que había pasado en casa de Sol. –Y delante de la niña hermano.–Lo sé Frank y no tienes idea de lo mucho que me arrepiento, pero perdí la cabeza. –ContestóSasha llevándose una mano a la cabeza por el dolor que sentía provocado por la resaca. – Intenté controlarme, de verdad quería hacerlo por Estrella, pero imaginar a Sol con otro hombre, engañándome me estaba volviendo loco.–Lo siento mucho por lo que has tenido que ver hermano, pero eso no justifica que lo que has hecho. –Respondió Frank y Sasha bajó la cabeza avergonzado. – Ahora no sé como esperas quedarte con la niña después de lo que hiciste, seguramente Estrella ni querrá verte después de lo que hiciste con su madre y
–Me da mucha pena tener que molestarte así Clau, pero Rosa no está en la ciudad y como saben que ella cuidaba a Estrella, su casa seguramente será uno de los primeros lugares donde la policía irá a buscarme. –Habló Sol apenada sujetando la taza con café que Claudia había servido para ella.–No me molestan Solecito, ya sabes que para mí siempre es un placer poder ayudarte a ti y a la princesita. –Respondió Claudia sentándose a su lado en la mesa. –Pero ya sabes como es mi marido y por eso no puedo teneros aquí mucho tiempo.–Lo sé Clau y ya haces mucho con recibirnos esta noche en tu casa. –Respondió Sol viendo como Estrella jugaba con el perrito de Claudia. –Mañana será otro día y encontraré una solución, tengo que encontrar una salida. –Murmuró y su amiga recordó algo importante.Claudia se levantó y caminó hasta la alacena de donde sacó una agenda que se caía a trozos muy antigua, buscó un pequeño papel que estaba dentro y después lo entregó a Sol.–¿Recuerdas aquella vez que te hab
–Yo me llamo Alejandra Robledo. –Contestó Sol con un tono bajo estrechando la mano de Alice que sonreía con amabilidad mirándola, pero después dirigió su atención a la niña que estaba escondida detrás de Sol.–¿y quién es esta pequeña? –Preguntó Alice mirando a Estrella con curiosidad.Alice se inclinó a la altura de los ojos curiosos de Estrella y le sonrió mientras que la niña la miraba con recelo. Alice se dio cuenta de que la niña se estaba comiendo las uñas y no tardó en saber porque lo hacía.–¿Tienes hambre verdad? –Preguntó con una sonrisa y Estrella asintió con timidez. –¿Qué te parece si nos vamos a comer una hamburguesa bien grande con mucho, pero muchísimo queso? ¿A mí me encantan y a ti? –Habló mirándola con ternura y Estrella sacó la manita de la boca.–También me gustan mucho. –Respondió Estrella y Sol miró a su hija con tristeza, porque era muy duro para ella ver a su hija con hambre y no poder darle de comer.–Pues conozco un lugar que hacen unas hamburguesas sabrosís
Sasha estaba en Central Park sentado en un banco con su libro de bocetos, observando a un hombre que tocaba un violín al lado de una fuente. Él intentaba dibujar a alguien y eligió aquel hombre que parecía estar tan solitario al igual que él. Tenía la necesidad de hacerlo para demostrarse a sí mismo que Sol no era tan especial, ya que él solo había dibujado dos personas en su vida, Sol y Estrella, porque siempre le había costado reflejar en sus cuadros lo que para él era lo más importante de una persona, el alma.Dibujar a Sol le había resultado fácil y podía hacerlo durante horas porque no solamente podía ver su alma, sino también se había enamorado perdidamente de ella, pero Sasha estaba dispuesto a olvidarla, dejar atrás sus recuerdos, sus mentiras y su traición.Sasha estaba tan perdido en sus pensamientos que tardó en darse cuenta de que su teléfono móvil estaba sonando y cuando vio quien era contestó de inmediato.–¡¡Harris!! –Contestó al teléfono con ansiedad esperando una buen
Sol estaba sentada observando a su hija jugar con otro niño que también estaba y vivía en el centro de ayuda al que Alice las había llevado. Habían pasado apenas tres días desde que habían llegado, pero ya se sentía más tranquilas porque estaban a salvo.Alice le había avisado a Sol que le presentaría a sus hijos que también colaboraban en el centro, después de acomodarlas en uno de los pequeños departamentos que había en uno de los edificios de las instalaciones de United Brothers. Era mucho más pequeño que la casita en la que vivían en Nueva York, pero era cómodo y acogedor. Un lugar perfecto para volver a empezar.Sol se fijó en los dibujos que decoraban las paredes del centro y hasta los techos, y le parecían muy hermosos, pero también les resultaban ser muy familiares, aunque no sabía exactamente porque.–¿Eres la chica nueva? –Preguntó un hombre con la voz grave detrás de ella y Sol se giró rápidamente para ver quien era.La chica se encontró con el hermoso rostro de un hombre m
–¡¡Sasha!! –Exclamó Sol despertando después de soñar con el hombre de que se había enamorado, lo que ya era una rutina para ella, y echó sus cabellos hacia atrás pasando con frustración porque cada sueño que tenía era una tortura para su corazón. Después se giró para ver a su hija que seguía durmiendo plácidamente a su lado y agradeció mentalmente el hecho de que su niña tuviera el sueño tan pesado. –¿Ahora como hago para olvidarte Alexander? –Murmuró para sí misma mirando por la ventana observando la luna llena.Para Sol lo más duro de pensar en Sasha era recordar los momentos felices y en cómo todo cambió de un momento a otro. Ella sí podía entender que la desconfianza entre ellos había destruido todo y tal vez por eso no podía dejar de amarlo, pero recordar todo lo que había sucedido, las cosas que le había dicho y lo mucho que había sufrido su hija era todo lo que bastaba para enterrar aquel amor y olvidarse por completo de él, de la misma manera que Sasha también deseaba hacerlo