Un par de días después Sasha estaba sentado en la encimera de su cocina viendo como su padre preparaba tortitas junto con su hermana melliza Ava y Kilian uno de sus hermanos mayores.Scott Hoffman había llegado a Nueva York con su hija pequeña para visitar a sus hijos. Sasha que vivía en la ciudad y Kilian que estaba allí haciendo la residencia en un hospital de Manhattan.Ava y Kilian cantaban mientras que bailaban con su padre, que intentaba hacer tortitas con pepitas de chocolate para el desayuno y Sasha los miraba riéndose de las coreografías que hacían sus hermanos, entonces Scott sacó un par de cervezas de la nevera y le entregó una a su hijo.–¿No crees que es un poco pronto para tomar cervezas viejo? – Preguntó Sasha agarrando la cerveza y Scott se encogió de hombros.–No existe una hora adecuada para tomar una cerveza con mi hijo y saber cómo está. – Respondió con una sonrisa viendo a los otros dos que estaban distraídos con las tortitas. – ¿Cómo se llama? – Preguntó y Sasha
Hablar era fácil, pero para Sol ver a Sasha día tras día se había convertido en una tortura para su determinación. Ya habían pasado unas semanas desde que Sol se había fracturado la mano y Armando ya le estaba exigiendo que regresará al trabajo porque no podía prescindir de ella, tanto que hasta le había subido un poco más la deuda que tenía con tal de volver a tenerla de vuelta en el club.Sol estaba en el parque con Estrella y Sasha, que se había ofrecido para acompañarlas. Los veían a la niña jugando con algunos juguetes que Sol había llevado para ella. Ya que difícilmente Estrella jugaba con otros niños que no fuesen los nietos de Rosa y Sasha no tardó en darse cuenta de eso.Sasha podía ver como los padres de los otros niños los miraban con curiosidad y cuchicheaban entre ellos, entonces se sintió mal por Sol porque sabía que lo hacían por ella.–Te puedes ir si quieres, sé que es incómodo que te estén mirando así. – Murmuró Sol apenada y Sasha miró con mala cara a las mujeres qu
Sol estaba sentada en el tocador del camerino mirando con frustración el conjunto de lencería blanco que debería vestir aquella noche, para bailar en el club mientras que Claudia le ayudaba a peinarse.–¿De verdad no vas a aceptar la ayuda que te está ofreciendo el Tarzán? – Preguntó Claudia con curiosidad mirándola en el espejo, refiriéndose a Sasha y Sol negó con la cabeza.–No puedo hacerlo Clau. Es más, me niego a aceptar su dinero. – Contestó con seguridad y Claudia giró los ojos pensando que su amiga era una mujer muy terca.–Es tu oportunidad de abandonar este lugar para siempre nena, no deberías desaprovecharla.–Me estaría vendiendo Clau y no soportaría la idea de sentirme así con él. – Respondió Sol con tristeza y Claudia la miró con curiosidad.–¡Esto significa que quieres volver a verlo, el Tarzán te gusta! – Afirmó Claudia y Sol levantó la vista ofendida para mirarla. – No me mires con esa cara nena, te gusta y no pasa nada. Es un hombre hermoso y tú solo has estado con e
–¿Crees que debí haber esperado un poco más? – Preguntó Sol con ansiedad mientras que Rosa sonreía con picardía. – A lo mejor me deje llevar demasiado rápido con Sasha.–Ay mi Solecito, sería más correcto decir que has tardado mucho. – Contestó Rosa riéndose y Sol la miró con incomprensión. – Mi vida ese hombre lleva un mes entrando y saliendo de esta casa desde que tuviste el accidente con la mano, ¿y solo hace unos días que te diste unos besitos con él? Ah no mi niña, yo en tu lugar ya estaría cargando los quintillizos de ese dios griego acosador que te ha caído del cielo. – Bromeó y las dos comenzaron a reírse, después Rosa la miró con curiosidad. –¿Le has contado toda la verdad sobre el padre de Estrella? –Preguntó con preocupación y Sol bajó la mirada.–No lo hice Rosa, solo le he explicado porque debo tanto dinero a Armando, pero no le conté los detalles de mi historia con Samuel.–Deberías hacerlo Solecito, sobre todo si lo que te ha contado Armando sobre ex es cierto. Sasha de
Para Sasha era casi imposible mantenerse alejado de Sol mientras que la veía bailar con aquellas alas de ángel en la barra de podio y su mirada de pantera en celo. Él clavaba sus dedos en el sillón mirándola con lujuria porque una vez más Sol estaba provocando en él una dolorosa erección que necesitaba con desesperación sentir aquella mujer.Lo que Sasha no podía imaginarse es que Sol sentía la misma excitación, el mismo desespero por unirse a él, ella también lo deseaba y quería sentirse suya.Sol se quitó lentamente las alas de ángel mientras que Sasha la observaba como un depredador que intentaba adivinarse el sabor de su presa. Entonces ella se apartó de la barra de podio sin dejar de moverse con habilidad, siguiendo el ritmo de la música sin dejar de mirarlo.En aquel momento Sasha la vio cerrar los ojos y bajar la cabeza insegura, como si estuviese dudando de su siguiente movimiento y era justamente lo que estaba haciendo.Sol jamás se había desnudado mientras que bailaba en la b
Cuando Sasha y Sol llegaron a su casa, Rosa y Héctor los estaban esperando en la entrada junto con la policía y lo primero que hizo Sol fue correr hacia ellos para preguntar por su hija.–¿Dónde está Estrella? –Preguntó Sol angustiada porque le preocupaba que su hija se hubiese enterado de lo sucedido y Rosa la agarró de las manos con suavidad para reconfortarla. ¿Mi hija sabe lo que ha pasado?–Está durmiendo en mi casa cariño. Todos hemos despertado cuando empezaron los robos, pero ella sigue durmiendo como un angelito, puedes estar tranquila no se ha enterado de nada. – Contestó Rosa y Sol miró alrededor viendo como había otras personas en la calle y por lo menos tres o cuatro coches de la policía. –Tu casa no ha sido la única en la que han entrado para robar. Ahora mismo el barrio entero esta hecho un caos. –Contestó y Sol se giró angustiada para ver su casa.Sol caminó hasta la entrada de su casa, pero antes de entrar Sasha la cogió de la mano para estar a su lado. Entonces él en
Una semana después Sasha se sentaba en el sillón de la terraza de la casa de sus padres en Griffin, para tomar un vaso con agua y descansar un poco de la paliza que Daniel les estaba metiendo a él y a su madre en la pista de tenis, cuando de repente sintió unos brazos rodeándolo y sonrió porque sabía perfectamente quién era.–¡Dime en este exacto momento que soy la cuñada más hermosa del planeta! – Pidió Dorinda intentando abrazarlo con su pancita de seis meses y Sasha se giró para verla.–La más hermosa y la mejor, porque estás a punto de darme el sobrinito más hermoso del mundo. –Contestó Sasha sonriendo mientras que dejaba un beso en la panza de su cuñada que se sentó a su lado. –Lo veo muy feliz. –Murmuró mirando a Daniel jugar con su madre. –Te diría que naciste para él, pero recordando que eres la mayor…–Él nació para mí. –Habló Dorinda completando lo que Sasha iba a decir. – Puedes estar seguro de que ya no tengo dudas y que yo también estoy muy feliz a su lado. Después de tan
Sasha caminó entre los periodistas abriendo paso para llegar a Sol que se sentía como un pez fuera del agua en aquel momento, sintiéndose observada por tantas personas. Entonces Sasha se detuvo delante y Sol se olvidó del resto del mundo viendo al hermoso hombre que la miraba maravillado.Sol llevaba puesto un vestido rojo bastante revelador que arrastraba en suelo con una abertura en la pierna que le llegaba casi hasta la cadera y un escote bien pronunciando extremadamente sexy. Sol llevaba muy poco maquillaje, pero se veía hermosa y elegante con una coleta alta y unos mechones sueltos que caían por su rostro.Sasha se acercó a ella mirándola detenidamente, completamente deslumbrado por su belleza y al sentirlo tan cerca Sol sintió que podía volver a respirar con normalidad, porque sin entender exactamente porqué, Sasha parecía haberse convertido en una especie de refugio para ella.–Una vez leí que los dioses a veces caminaban entre los humanos para vernos más de cerca, ahora estoy