Qín en su corazón estaba triste, por no poder estar en la boda de su prima a quien quería como a una hermana, desde niñas han sido cómplices: Qín le prometió que ella diseñaría el vestido para su boda y junto a su prima dibujaron el vestido que deseaba para ese día y el de Qín. Pero solo va a poder cumplir una sola de esas promesas porque ella no irá y solo puede darle a Mei, el vestido que un día le prometió. Por eso hace un mes envió un lindo vestido de novia, tradicional chino, bordado a mano. Sin embargo, guardó sus emociones y se concentró en ayudar a Victoria.— ¿Se puede devolver? preguntó Qín.— Creo que sí ¿por qué? ¿Está mal? lo sabía, ahora viéndolo bien es un poco simple. Pero no tengo tiempo de salir a buscar otro, el vuelo es mañana por la tarde.— No, no está mal, de hecho, es un lindo vestido, pero necesitas algo mejor e imponente y yo sé dónde encontrarlo.— ¿Dónde? mañana podemos ir a comprarlo a primera hora. Victoria estaba ansiosa porque no quería quedar mal o má
Aeropuerto local.Sentados cómodamente en la sala Vip, Adrián y Victoria esperan el llamado para abordar el vuelo. El corazón de Victoria se acelera por momentos y su estómago se encoge por la ansiedad que le produce estar tanto tiempo en el aire, pero en el fondo ese es el menor de los inconvenientes, porque sabe que una vez el avión se eleve en los aires comienza el capítulo dos de esta novela.Cómo le gustaría que las cosas fueran diferentes y que el viaje a China solo fuera por trabajo y que la absurda propuesta de Adrián jamás hubiera existido, pero no, por ahora está amarrada al capricho de un hombre que cree que el dinero lo resuelve todo.Victoria hizo una mueca parecida a una sonrisa, cuando a su mente llegó una de las frases preferidas de Liliam, su compañera en la universidad; “el dinero no compra la felicidad, pero ayuda un montón, porque no es lo mismo pasar las penas paseando en París, que encerrada en tu cuarto”. Liliam como siempre fiel a su filosofía.— Señor Altamira
Llegaron a Shanghái y un auto privado los llevó a Xuzhou, donde finalmente pudieron descansar en la suite de un elegante hotel.Victoria pensó en protestar cuando se dio cuenta que su habitación en realidad era uno de los dos dormitorios de la gran suite en que se hospedaron, pero estaba cansada y tampoco tenía caso, si ahora su rol también era el de “novia de Adrián”, lo que debe es agradecer que no comparten la misma cama. El día siguiente fue un desastre para Victoria, el jet-lang estaba haciendo tiras con ella. No salió de la cama y Adrián estuvo cuidando de ella todo el tiempo.Primer día de trabajo en Xuzhou y por suerte ya los síntomas asociados al jet-lang pasaron y Victoria completamente recuperada se alista para iniciar el día. Hoy irán directamente a ver el muelle de carga, por eso eligió vestirse de pantalón y unos zapatos cómodos para caminar. Al salir a la sala Adrián estaba sentado leyendo un periódico local y tomando café.— Buenos días, ¿estás mejor? Preguntó Adrián a
Los ojos asombrados de Victoria cayeron sobre Adrián — Me pides permiso después de haber entrado, no te parece un poco tarde.La respuesta de Adrián fue comerle la boca nuevamente antes de levantarse del sofá y cargarla de un solo envión.— Si es así, entonces este no es el lugar donde quiero estar contigo.Las protestas que pensó saldrían de su boca, no se hicieron presentes, todo fue frenado cuando Adrián puso su mirada en ella, hipnotizándola de nuevo.Adrián caminó con ella en brazos hasta el dormitorio y la dejó caer en la cama, luego presionó su cuerpo contra el delgado cuerpo de la mujer que no le ha quitado los ojos de encima. Le quito la ropa con las manos ansiosas por ver qué se esconde debajo de cada prenda. Quedó completamente desnuda, la mirada de Adrián se tornó intensa y el azul de sus pupilas se oscureció, consciente de su desnudez, Victoria buscó cubrirse con sus brazos, pero no pudo.— No lo hagas, déjame mirarte— le pidió Adrián de rodillas sobre ella. — eres linda,
Victoria se dispuso a trabajar, por nada del mundo iba a permitir que él se salga con la suya. Estos son los momentos en que quisiera mandarlo al diablo, por valerse de su posición para ser un poco tirano a veces.Victoria se concentró totalmente en su tarea, leyó varias veces la información dada por Adrián, pero también buscó en internet todo lo que pudo, algunas cosas eran limitadas, en China no es fácil acceder a cierta clase de información, pero se comunicó con Mariana y ella le envió datos que le fueron de gran utilidad. Llegó la hora de comer y ella se disculpó con todos, si se iba a comer no podría terminar a tiempo el informe.Pasado un rato a la oficina llegó un contenedor y una nota “come algo, no quiero que me acusen de maltrato laboral y que sea la última vez”Victoria abrió el contenedor con cuidado encontrándose con varios dumplings que aún estaban bastante calientes.El reloj marcaba las tres cuando Victoria le dio clic al botón de enviar y el correo con el informe adju
Al día siguiente el trabajo fue arduo, a las diez de la mañana ella estaba presentando los resultados del informe de ayer ante la mesa de directivos, le hicieron muchas preguntas a las que ella supo dar la respuesta correcta. Adrián fue un poco más severo, parecía el enemigo y no su jefe, pero ella le calla la boca con cada respuesta llena de argumentos sólidos y contundente. Después que ella terminó las discusiones se centraron en lo conveniente que sería tener al grupo Wang Hu como aliado.Victoria perdió el hilo de la conversación por un instante, pues todavía no logra encontrar en su memoria el haberse quitado la ropa anoche. Verse esta mañana sin pijama cuando se levantó la alarmó porque no recuerda haberse quitado el vestido que vio colocado sin cuidado alguno encima de la silla, ella no le haría semejante atropello a una linda prenda como esa. Sus ojos llegaron hasta donde Adrián, que tenía la vocería en ese momento “No des más vueltas ni te hagas la tonta, ya sabes quién te de
El recorrido aproximadamente de una hora desde Xuzhou a Shanghái en auto ofrece los más bellos paisajes. Victoria admira a través de la ventana el río Xuzhou y las embarcaciones que lo cruzan, Adrián nuevamente hace gala de su conocimiento del lugar, no hubo espacio para hablar de otra cosa, él pensaba en ese raro comportamiento de ella, tratando de fingir que no pasó nada, que la noche anterior él no tomó su cuerpo las veces que quiso y como quiso, lo desconcierta, era como tener a dos personas diferentes. En este momento era Victoria, su asistente, la chica inteligente, tímida, que se sonroja con facilidad y extremadamente curiosa que le gustaba saber de todo. Pero anoche, era la mujer sin inhibiciones que lo lleva al límite del deseo. Como creer que esa carita casi inocente, es la misma que te mira con lujuria, que, de esa boca, de donde salen interesantes ideas financieras, también salgan las palabras más lascivas y excitantes, cada jadeo de ella es un aliciente para él.Victoria
— ¡Qué delicia! escucharse a sí misma tan escuetas y lujuriosas palabras resonando en sus oídos, le produjo repentinamente deseos de desaparecer. Cómo podía ella soltar esas palabras de deleite y emoción. La actitud de Victoria exhortó a Adrián a seguir y se aventuró a chupar con fiereza el cuerpo sensible y caliente que lucha cada minuto por recuperar el aliento, pero aquel castigo del infierno aún no termina, porque Adrián arremete con más ímpetu tocando el hinchado botón que reclama a gritos atención. Empezaba a escalar la cúspide de su propia excitación cuando una orden sonó en su oído.— ¡Separa más las piernas! El sonido de la voz de Adrián tenía cierto tenue de aire erótico y Victoria obedientemente abrió sus piernas.Adrián lentamente se empujó en su húmedo interior que buscó instintivamente relajarse para recibir complacientemente al intruso. Él entró más profundo siempre con cuidado pero firme, cuando estuvo seguro que todo estaba bien, comenzó a moverse hambrientamente en