Sabiendo que no puedo huir de mi jefe y que tengo mi escudo al estar Taddeo presente, me siento en la mesa donde los dos hombres no se han sentado, esperando que yo llegue y lo haga primero.— No necesitan esperarme, para sentarse. — digo, recordando que desde que regresé del hospital por un sangrado, los dos han estado más atentos a mi salud y siempre comemos juntos. Bueno, la única comida que no compartimos es el desayuno, porque el señor se levanta temprano y Taddeo es tan cómodo durmiendo conmigo que me es imposible levantarme temprano como lo hacía en el pasado cuando trabajaba como su secretaria.Pero, en el almuerzo o cena, siempre está mi jefe. Trabajamos un poco antes de la comida y cenamos hablando del día a día de cada uno de nosotros. Hoy no es distinto, comienza a Taddeo hablando de lo molesto que son los comentarios en la red y la información que ha conseguido sobre nuevos descubrimientos.Yo hablo de los videojuegos y lo que he hablado con Taddeo el día de hoy, porque
Retrocedo de inmediato, porque sé que es mucha responsabilidad cuando no hay un amor que te haga arriesgar tanto. Por lo que, trago duro e intento mantenerme calmada ante el rechazo que voy a darle.— Señor…— No quiero que te sientas presionada, Shantelle. Pero, sería bueno que miraras a tu alrededor y todo lo que has hecho.— Señor, necesito que entiendas.— No, Shantelle. Eres tú quien debe entenderlo y dejes de temer. Shantelle, ya actúas como la madre de Taddeo, estas pendiente de él, lo acompañas, eres su aliada ante cualquier cosa que necesitas y siempre piensas en su bienestar.— Bueno, las niñeras…— No, las niñeras solo se limitan a cumplir con su trabajo y marcharse. Aunque hay niñeras agradables que quieren a los niños, la conexión no es igual, porque desde antes de que lo trataras como tu propio hijo,
Al no tener como defenderme para no verme tan avergonzada y tímida, me dispongo a colocarme el cinturón de seguridad con manos temblorosas y mirar al frente para no enfrentar a mi jefe, por lo menos, no visualmente.— ¿Entonces?— No es nada, Taddeo. — responde mi jefe a la pregunta de Taddeo, para después encender el auto.Taddeo no hace más preguntas, por lo que, suspiro aliviada, para después, implorar porque algo incomodo o vergonzoso no suceda el día de hoy.‘La visita a la empresa con Taddeo aquella vez, no fue muy agradable. Espero que esta no sea así.’ me digo mentalmente.el auto avanza y justo cuando la gran puerta se abre. Varios autos nos esperan y escoltan hasta la empresa. Aunque no hay un solo periodista, nadie se acerca a nosotros a excepción de los autos que nos protegen, por lo que, me siento un poco más cómoda.— Los period
Mi niña interna enamorada, grita de la emoción porque con su ‘cariño’ me ha proclamado como suya delante del personal de la empresa, cosa que podría disipar un poco los rumores negativos de mí, pero, mi yo de adulta, se siente avergonzada, por el latir frenético de mi corazón y el rubor desborda de mi rostro.— Mami, padre te llama. — dice Taddeo al notar que me he quedado petrificada en mi puesto, intentando regular mi respiración.— Sí, cariño. Ya voy. Tomaré la agenda, lápiz e iré enseguida, ve con él primero. — digo y Taddeo asiente marchándose de inmediato.Suspiro profundo y busco la agenda, recordándome mentalmente que no debo perturbarme por solo una pequeña palabra… y un beso en un solo día.Así que, respiro profundo y con mis herramientas de trabajo en mano entro a la oficina dond
En estos momentos deseaba tanto que la tierra se abriera y me tragara de inmediato, pero, lógicamente eso no era posible. Así que, debo enfrentar todo lo que sucede en estos momentos o terminaría con miles de estudios innecesarios ‘solo por prevención’.— Me caí porque me asusté. — digo avergonzada.— ¿Con que? — pregunta mi jefe y yo dudo.La vergüenza me invade y yo me escondo en el pecho de mi jefe, porque no soy capaz de decir ello sabiendo que me mira, por lo que, respiro profundo y hablo, comprendiendo que no hay manera de que yo salga de este problema sin confesarme.‘Básicamente me han agarrado con las manos en la masa.’ Me digo mentalmente.— Porque fui una pervertida con usted.— Pero, Shantelle, sigo vestido. — dice mi jefe y yo golpeo su pecho.— No sea tan… cruel— Es que no entiendo com
Llegamos a su casa y mi jefe deja a Tadeo en la habitación original de Taddeo. Para después, caminar hacia el balcón del pasillo del segundo piso donde espero a mi jefe para darle la información que por pervertida omití.— Si deseas, puedes dormir aquí. — dice mi jefe acercándose a mí.— No, me he quedado aquí para darle la información de su agenda de los siguientes tres días. Como no sé si tendrá en la mente todo lo que hay aquí, programe alarmas en la tableta para que se prepare antes de cada reunión.>> Pero, si gusta, puedo colocar las mismas alarmas de recordatorio en su teléfono para que tenga toda su información al alcance... — digo y le informo de todas las reuniones y puntos clave de su itinerario.— Me pregunto si cuando seas mi esposa, también organizarás mi ropa cada mañana para
Al día siguienteDespierto con un pequeño saltando en la cama donde me encuentro, sin necesidad de abrir mis ojos, sé quién es y es por ello, que cubro mi cabeza para que no me despierte la luz que ya comienza a filtrarse en mis ojos que abro levemente.— Levántate, mami.— Dame solo unos segundos más para dormir.— Vamos de vacaciones. — dice Taddeo y eso no me causa la emoción que pensé tendría.Ayer solo trabajé durante la tarde y parte de la noche, pero, me siento demasiado agotada para siquiera salir de la cama. Sin embargo, no puedo quedarme, Taddeo no me lo permitiría. Ya que, con esos saltos en la cama, aunque estuviera muriendo, me levantaría.— ¡Mami! ¡Por favor!— Dame unos minutos entonces, deja que me despierte completamente.— Mami, date prisa. Debemos marcharnos pronto. — dice Taddeo y y
Taddeo es quien recibe el recipiente y lo abre, mientras yo me jalo el cabello en mi mente deseando que eso calme mi malestar, pero, no es así. Es demasiada la tensión para simplemente fingir calma ahora.— Señor, estas reuniones son muy importantes.— Se pueden delegar funciones. — dice mi jefe y yo muerdo mi labio con preocupación.— No creo que…— Nunca había ido de vacaciones con Taddeo, así que…— Hay problemas en la empresa.— Solo será un fin de semana. Además, hable con mi padre y él me reemplazará estos días. Por lo que, no hay problemas. — dice mi jefe y yo quiero desaparecer.‘El problema comenzó en mi descuido total y olvido de donde me encuentro. Me confíe y por ser tan confiada es que estoy en esto.’ Me digo mentalmente.— Yo…— Vá