Las horas pasan y terminan de arreglarnos, por lo que, yo debo ir a la habitación donde está el vestido, solo para colocarme este y salir. Aunque me dijeron que el color blanco me quedaría hermoso, por un inconveniente, terminaron colocando en la habitación, un vestido rojo que parece una segunda piel que se ajusta perfectamente en mí.
— ¿No será un vestido muy revelador? — pregunto preocupada.— No es vulgar, si es a lo que se refiere. Además, es el mismo modelo que estaba en el vestido blanco, señora.— Sí, pero, en el color blanco se veía más puro y disimulado. En el color rojo… todos me verán.— Iban a hacerlo aunque solo llevara una bolsa como vestido, está acompañada de los señores Cappelletti, usted, será el centro de atención y eso no será culpa del vestido que use. — dice la mujerToda una noche me tomó escribir normas que en menos de un día se han roto completamente y parece que a mi jefe le importa poco romperlas, porque entre ellas estaba como tercera norma no mencionar que soy su prometida, novia o algo parecido.— Señor…— Cariño, no necesitas ser tan formal, aunque el código de etiqueta dice que tenemos vestimenta formal, no necesitas hablar así. — dice él tomando mi mano y besando esta con delicadeza.— Yo…— Dios, parece que hay mucha tensión sexual aquí, ¿no les parece, señores? — pregunta un chico bastante joven, que sonríe a todos.— Es normal entre una joven pareja. — dice mi jefe.— Corrección, es normal en una pareja que se ama. Porque yo no soy joven, pero, siento que comparto esa tensión sexual con mi esposa, ¿no es así, cariño? &
Sonriendo, recibo los alimentos de los dos hombres que están causando que una mujer esté a punto de hacer erupción. Pero, a ellos no les importa, después de todo, es justamente lo que ellos quieren.— También debes comer, Taddeo. — digo tomando un cubierto y llenándolo de la comida en su plato.Taddeo de inmediato, abre la boca esperando que le dé la comida y sonríe mientras mastica, viéndose adorable.— Rico — dice Taddeo y yo asiento.— Esta muy rico, es verdad. — digo.— A padre. — dice Taddeo y yo trago duro al saber a qué se refiere, por lo que, me giro para darle un poco de la comida al hombre que como su hijo, abre la boca.Intentando calmar mi nerviosismo, acerco el utensilio con comida a su boca y este imita a su hijo sonriéndome.— No sé si es la comida que esta rica o quien me l
Mi corazón late frenéticamente y yo sé que es lo que quiero, lo que me preocupa es que después de tenerlo, desee más. Porque ahora, con él tan cerca y mi cuerpo tan caliente, soy consciente que es obvio lo que deseo.— Señor Cappelletti…— Deseas que te folle, pero, ¿aun me llamas señora Cappelletti? Si que eres sorprendente, Shantelle. — dice mi jefe y yo me levanto de inmediato de la cama, al saber que Taddeo está detrás de mí.— Saldré a respirar un poco de aire fresco. — digo bajándome de la cama y huyendo de un barco con una ruta demasiado peligrosa.Sintiendo que hace mucha calor, me voy hasta el balcón donde observo toda la propiedad de los mayores de los Cappelletti.— Debería ser un crimen que una mujer tan hermosa este aquí sola. — dice alguien detrás de mí y yo me giro
El beso se profundiza cada vez más y yo debo alejarme porque siento que ya mis pulmones van a perder la batalla por la falta de aire. Sin embargo, el deseo no se apaga siquiera un poco y es eso lo que me ruboriza.— Ya estas borracha, ¿no es así? — pregunta mi jefe y yo no sé si ser sincera e indignarme o fingir estarlo y aprovecharme.‘Son decisiones que a cualquiera le quitaría el sueño’ me digo mentalmente.— ¿Qué te hace pensar que estoy borracha? — pregunto curiosa— Tu rostro esta rojo, si no estas borracha, estas avergonzada.— ¿Por qué estaría avergonzada? — pregunto sonriente.— Por besarme. — dice mi jefe como si nada.— Kendrick, tus labios han estado en partes de mi cuerpo que solo yo puedo tocar todos los días, ¿Qué te hace pensar que me avergonzaré porque beses
Sabiendo que no hay alguien que me gane en el baile, sonrió triunfante saboreando la victoria. Por ello, miró a los ojos a mi contrincante y comienzo a moverme suavemente al compás de la música.— ¿Estas listo? — pregunto analizando sus movimientos.— Yo soy bueno bailando. Así que, no tendrás un oponente fácil, sin embargo, debo reconocer que eres una mujer que sabe lo que hace, por lo que, ganarte no va a ser fácil. — dice mi jefe y yo sonrío.— Si pensó que podía perder, lamento decirle que confía mucho en usted. — digo sonriente, mientras comienzo a girarme y mover mis piernas con más pasión como lo exige la canción que tocan.Un sonido y yo estoy con mi pierna izquierda estirada hacia atrás y con el rostro de mi jefe cerca de mis labios.— ¿Creíste que iba a sorprenderme tan
No soy una mujer que sale mucho y menos a conversar con chicos atractivos, ya que, siempre me la pasaba trabajando o jugando videojuegos, pero, sé que con esa frase, puede desatarse el infierno mismo.Un infierno que no sé si he provocado o si ya estaba ahí esperándome para ser bien sea su prisionera o quien domine un fuego indominable. Así que, no logro comprender si debo acercarme o huir.Por lo que, bebo del vino, mientras soy observada por mi jefe y hombre con el que he sido muy descarada. Algo que no parece importarle. Aunque sé que a mí si va a importarme mañana y mucho.— Parece que hay algo más que te impide ser serio conmigo, ¿no es así? — pregunto curiosa y él me extiende su mano, para tomar de mi botella.Deseando que no la rompa, se la entrego y él toma un sorbo, que me hace ver como su garganta hace movimientos cuando traga algo. Por lo que, trago d
Me giro para no mirar a mi jefe, sus palabras eran profundas, algo que solo lo diría alguien que ha sido herido de gravedad, por lo que, lo mejor es que no pregunte más al respecto, sobre todo, porque no somos así de íntimos.‘Fuimos íntimos al tocarnos, pero, no al contarnos las cosas personales. Muy bueno, Shantelle.’ Me digo mentalmente.— Así que, no estoy interesado en amar a alguien más. Amo a Taddeo, pero, sé que para que me lastime, debe al menos ser un adolescente malhumorado que no sea fácil de tratar y por fortuna, para eso falta bastante tiempo. — dice mi jefe y yo sonrío.— Sí, falta bastante tiempo, aunque el tiempo pasa en un abrir y cerrar de ojos. — susurro.— Tienes razón, pero, volviendo al tema, Shantelle, no puedo amarte, pero…— No necesita amarme, señor. Esos toques y besos, fueron solo eso,
Algo acaricia mi cabello, relajando mi cabeza, aunque realmente me despierta. Por lo que, me muevo un poco, estirándome en el proceso. Es en ese momento que siento unos pequeños labios besar mi frente y yo me levanto de inmediato.El miedo me invade al saber que estaba durmiendo sola y el alma vuelve a mí cuando veo al causante de que me dé un infarto, sonriéndome como si darme un susto es la mejor manera de ser despertada.— Taddeo, ¿Qué rayos haces aquí? — pregunto confundida.— Mami está aquí. — dice Taddeo sonriéndome.Sin saber qué hora es, busco mi teléfono y como si Taddeo supiera que busco, se agacha y me entrega el teléfono con su radiante sonrisa. Preocupada por no saber qué hora es, enciendo el teléfono y me doy cuenta de que son las nueve y media de la mañana.— Oh, rayos… me he levantado tard