Lucho porque no me dé indigestión, por la tensión que se siente, pero, al menos no están peleando, bueno, no verbal y auditivamente. Pero, es claro que el tiempo comiendo no fue agradable, por lo menos, no para mí.
— He tenido suficiente de hoteles, ¿Cuándo podré regresar a casa? — le pregunto a mi jefe.— Vamos a volver hoy, pero, a mi casa. En la casa anexa a la mansión he colocado todas tus cosas mientras terminan con las reparaciones de tu hogar. Así que, podrás tener tu espacio, mientras arreglar tu hogar. — dice mi jefe y yo niego de inmediato.— No es buena idea, dije que quería una vida aparte de ustedes, no que viviría con ustedes.— Nos marcharemos a las ocho de la noche como lo has pedido, así que, tendrás tu espacio. También se te dará una llave de acceso, para que entres y salgas cuando desees. As&Llegamos a la propiedad de los Cappelletti y de inmediato, mi jefe se lleva a su pequeño quien esta dormido, mientras uno de sus guardias me lleva hasta la casa en el anexo, donde al abrir la puerta, noto que está lleno de todas mis cosas como lo había prometido.— Aquí está todo lo que en su casa tenía, pero, si hay algo que haga falta, puede decirme y yo me encargaré de traérselo. — dice el hombre y yo asiento.— Entiendo, gracias. — digo entrando a la casa que es más pequeña que una habitación de la mansión de mi jefe, pero, aun así, sigue siendo más grande que el departamento en el que vivía.Recorro la casa y sonrío al ver mi consola y todas las cosas que considero importantes. Al tener tanto estrés acumulado, comienzo a jugar mi juego favorito, hasta que alguien toca a la puerta.Suspiro profundo y abro esta, encontr
Entre las concesiones para quedarme, había dejado una condición que decía que después de las 8:00 de la noche podría marcharme y ya Taddeo no era, por así decirlo, de mi incumbencia.Pero, es claro que en mi primer día oficial como su niñera, esa norma iba a romperse y lo peor de todo, es que yo había aceptado sin antes pensarlo bien y ya no había manera de retractarme.— Estoy seguro de que el color blanco le quedará muy bien. — Dice el hombre que coloca sobre mí, varios vestidos para analizar cual me queda mejor.Sabiendo que esto es una locura, intento comunicarme con mi jefe, pero éste no aparece por algún lado. Por lo que, mi oportunidad de retractarme de lo que he aceptado se desvanece con el viento.Son varias las personas que están en la mansión solamente por la fiesta de esta noche. Lo peor de todo, es que me toca observar qué
Las horas pasan y terminan de arreglarnos, por lo que, yo debo ir a la habitación donde está el vestido, solo para colocarme este y salir. Aunque me dijeron que el color blanco me quedaría hermoso, por un inconveniente, terminaron colocando en la habitación, un vestido rojo que parece una segunda piel que se ajusta perfectamente en mí.— ¿No será un vestido muy revelador? — pregunto preocupada.— No es vulgar, si es a lo que se refiere. Además, es el mismo modelo que estaba en el vestido blanco, señora.— Sí, pero, en el color blanco se veía más puro y disimulado. En el color rojo… todos me verán.— Iban a hacerlo aunque solo llevara una bolsa como vestido, está acompañada de los señores Cappelletti, usted, será el centro de atención y eso no será culpa del vestido que use. — dice la mujer
Toda una noche me tomó escribir normas que en menos de un día se han roto completamente y parece que a mi jefe le importa poco romperlas, porque entre ellas estaba como tercera norma no mencionar que soy su prometida, novia o algo parecido.— Señor…— Cariño, no necesitas ser tan formal, aunque el código de etiqueta dice que tenemos vestimenta formal, no necesitas hablar así. — dice él tomando mi mano y besando esta con delicadeza.— Yo…— Dios, parece que hay mucha tensión sexual aquí, ¿no les parece, señores? — pregunta un chico bastante joven, que sonríe a todos.— Es normal entre una joven pareja. — dice mi jefe.— Corrección, es normal en una pareja que se ama. Porque yo no soy joven, pero, siento que comparto esa tensión sexual con mi esposa, ¿no es así, cariño? &
Sonriendo, recibo los alimentos de los dos hombres que están causando que una mujer esté a punto de hacer erupción. Pero, a ellos no les importa, después de todo, es justamente lo que ellos quieren.— También debes comer, Taddeo. — digo tomando un cubierto y llenándolo de la comida en su plato.Taddeo de inmediato, abre la boca esperando que le dé la comida y sonríe mientras mastica, viéndose adorable.— Rico — dice Taddeo y yo asiento.— Esta muy rico, es verdad. — digo.— A padre. — dice Taddeo y yo trago duro al saber a qué se refiere, por lo que, me giro para darle un poco de la comida al hombre que como su hijo, abre la boca.Intentando calmar mi nerviosismo, acerco el utensilio con comida a su boca y este imita a su hijo sonriéndome.— No sé si es la comida que esta rica o quien me l
Mi corazón late frenéticamente y yo sé que es lo que quiero, lo que me preocupa es que después de tenerlo, desee más. Porque ahora, con él tan cerca y mi cuerpo tan caliente, soy consciente que es obvio lo que deseo.— Señor Cappelletti…— Deseas que te folle, pero, ¿aun me llamas señora Cappelletti? Si que eres sorprendente, Shantelle. — dice mi jefe y yo me levanto de inmediato de la cama, al saber que Taddeo está detrás de mí.— Saldré a respirar un poco de aire fresco. — digo bajándome de la cama y huyendo de un barco con una ruta demasiado peligrosa.Sintiendo que hace mucha calor, me voy hasta el balcón donde observo toda la propiedad de los mayores de los Cappelletti.— Debería ser un crimen que una mujer tan hermosa este aquí sola. — dice alguien detrás de mí y yo me giro
El beso se profundiza cada vez más y yo debo alejarme porque siento que ya mis pulmones van a perder la batalla por la falta de aire. Sin embargo, el deseo no se apaga siquiera un poco y es eso lo que me ruboriza.— Ya estas borracha, ¿no es así? — pregunta mi jefe y yo no sé si ser sincera e indignarme o fingir estarlo y aprovecharme.‘Son decisiones que a cualquiera le quitaría el sueño’ me digo mentalmente.— ¿Qué te hace pensar que estoy borracha? — pregunto curiosa— Tu rostro esta rojo, si no estas borracha, estas avergonzada.— ¿Por qué estaría avergonzada? — pregunto sonriente.— Por besarme. — dice mi jefe como si nada.— Kendrick, tus labios han estado en partes de mi cuerpo que solo yo puedo tocar todos los días, ¿Qué te hace pensar que me avergonzaré porque beses
Sabiendo que no hay alguien que me gane en el baile, sonrió triunfante saboreando la victoria. Por ello, miró a los ojos a mi contrincante y comienzo a moverme suavemente al compás de la música.— ¿Estas listo? — pregunto analizando sus movimientos.— Yo soy bueno bailando. Así que, no tendrás un oponente fácil, sin embargo, debo reconocer que eres una mujer que sabe lo que hace, por lo que, ganarte no va a ser fácil. — dice mi jefe y yo sonrío.— Si pensó que podía perder, lamento decirle que confía mucho en usted. — digo sonriente, mientras comienzo a girarme y mover mis piernas con más pasión como lo exige la canción que tocan.Un sonido y yo estoy con mi pierna izquierda estirada hacia atrás y con el rostro de mi jefe cerca de mis labios.— ¿Creíste que iba a sorprenderme tan